《capítulo XI》

3.3K 222 190
                                    

Incluso percibí la lejanía de su presencia hasta que las rejas cerraron. Más el vacío que comenzaba a perdurar en mi alma nuevamente y ánimos de, mínimo, ladear la mirada. Si ya el cuarto de por si era oscuro, el ambiente y única luz que otorgaba la luna se tornaba un color indescriptible pero abatido.

¿Entonces por qué solamente miraba estético el cielo nocturno? Con las estrellas más relucientes que en cualquier cielo oscuro podria caer. Era el poco esfuerzo que di para moverme debido a la atracción que ésta trajo. Era oscuro, sin que las pocas nubes visibles la opacara de mi vista, con las estrellas de brillo fugas que no dejaban de tintinear sintiendo una promesa cálida. En todo caso, ¿qué es lo que me promete por tan enternecido y agradecido me siento con ellas?

El viento fuerte y fresco me hizo recordarlo aún más, lo que me dejó como último recurso para levantar mi animo. Sin embargo, nada me da la voluntad propia a salir de mi sitio. Volví a sentir el viento fresco con el sonido del bosque oscuro, insistiendo mi atención a mi entorno. No me opuse y giré.

Sólo es otra patética carta. Lo único que recibo son palabras hipócritas que buscan alguna compostura emocional en mi.

Norman siempre ha sido un chico amable conmigo, con todos. Es alguien incapaz de dejarte con el rostro llorando... hasta que me conoció.

Si bien le dije a Emma que no era feliz en el pasado, pero que Norman me ha curado la vida y alegrado. Una de las principales razones de por qué me empezó a gustar.

Pero no es eso, es porque no lo supo nunca; jamás ha sabido que no era feliz y me ha visto triste, seguramente creyendo algún conflicto infantil y no se lo cuestionó, por lo que daba todo por mi.

Yo me enfermaba y por supuesto venía a por mi. Yo dormía llorando y el muy idiota me limpiaba con una toalla aquellas lágrimas que no ha de entender de dónde provenían siendo mías, él sólo quería buscar mi sonrisa, por lo que hasta dormido, mientras lloraba, me limpiaba y yo disimulaba estar descansando sólo por la extraña ausencia de sus manos que las necesitaba. Y si volvía a estarlo, sabiendo mi disgusto por actividades demasiados precipitadas en mi accionar, me daba las experiencias más bellas que mi propio corazón me pulsaba a sonreír entenercido, agradecido por sus actos que iba solamente y únicamente a mi, quitando todo mal insano para mi cabeza, me incitaba a aborchonarme. Y quiero ser egoísta: me siento realmente tan afortunado por mi destino con él. Quiero que esté para mi y nadie más. Quiero que me siga atrayendo como siempre fue, dejándome embelasado. Quiero a mi albino devuelta en mis brazos.

-Te extraño, idiota... te quiero devuelta... por favor, Norman. -pequeños sollozos soltaba mojando un poco su carta la cual no animaba a abrirla. Sólo la abrazo con todas mis fuerzas, tratando de contener su aroma que desprendió sus manos cuando me la escribió.

Pasó una hora nada más, levante mis parpadados pesados por el llanto silencioso pero doloroso, por sentir la luz nocturna aún y que ahora se cruzó en mi cara.

Repentinamente el viento azotó la pequeña ventana, eran echas de puertitas de madera después de todo, pasando rápidamente sobre mi cuerpo en pijama.

-Genial. -di un quejido levantandome a cerrarla, sin embargo por suerte logre visualizar como el desgraciado viento hacía volatizar la carta, de no ser que se la llevará me hubiera puesto el doble de abatido pero la atrape estrujandola un poco. -Mierda, no debí apretarla tanto...

Y cuando alce la mirada, quedé estupefacto al ver aquel cielo oscuro de hace menos de una hora, ahora parecía la mismísima galaxia, leve de azul fuerte por tantas estrellas que hay.

"-Abrelo a la noche. Habrá una preciosa noche hoy, y conociendote, estarás llorando y eso te ayudará como apoyo."

°•▪Tengo suerte de enamorarme de Ti▪•°◇《Norman X Ray》◇Where stories live. Discover now