—Ha pasado un mes desde que la llamada Segunda Gran Caza inició, tiempo suficiente para que las autoridades estén en alerta roja ante el exterminio masivo que ha habido en la comunidad mágica. Cientos de muertes se han reportado hasta ahora y los número siguen ascendiendo. Con ustedes, palabras de la primera ministra.
En ese momento, fue cuando Holbrook apagó su cristal. Sentada en su escritorio en la oficina de la dirección de Luna Nova. Era fin de semana, el primero en muchos años donde no dejarían que las estudiantes salieran a Glastonbury como usualmente se hacía. No fue decisión de ella, pero no le quedaba más que obedecer las directrices directas del ministerio mágico.
«Tal vez un día libre con las estudiantes aquí sea algo divertido» pensó la mujer imaginando distintas actividades.
Dos golpes a su puerta llegaron.
—Puede pasar.
La entrada se abrió, dando paso a una joven de cabellos rubios cuya elegancia se mostraba en los pasos que daba.
—¡Oh! Eli, qué bueno que te pasas por acá.
—Buenos días, directora. No quise demorarme a penas me llamó.
—Sí era para pedirte un favor, pero antes de eso.
—¿Qué sucede?
La confusión se pintaba en los rostros de ambas. No hubo respuesta hasta que la mayor procedió a comentar.
—¿Qué haces con la túnica puesta en el uniforme ordinario?
—¡Oh! Disculpe por esto directora, sé que no va acorde con el uniforme de clases, pero me pareció pertinente tenerlo ahora.
—¿Lo dices por Londres?
—Lo digo por la protección de las brujas —ninguna duda se veía en aquella mirada—. Puede que se nos impida salir a las estudiantes, pero aún así pensamos apoyar el movimiento de la maestra Cerny desde nuestras aulas.
—Bueno, no soy quien para detenerlas —dijo la directora.
Y era cierto, después de todo, en aquel gran portón de entrada a la academia, se pintaba sobre su marco una escoba orgullosamente guindando.
¿Por qué? Te preguntas.
Para eso, hay que ir a Londres, con sus calles llenas de gente.
Marchando al son del canto, los tambores y las trompetas. Cada uno portaba sus propias vestimentas, colores, y sentimientos. Algunas casas se veían indiferentes, otras con aquella escoba sobre el marco de sus puertas, o la imágen de una guindando en sus ventanas.
A pesar de las diferencias, el canto era el mismo, así como sus deseos y peticiones: eran el movimiento Anti-Caza.
—Lo que empezó por un pequeño grupo de brujas y brujos de varias partes del país, repartiendo boletos para protestar en contra de la llamada Segunda Gran Caza, ahora se volvió un movimiento propiamente dicho, autodenominado Anti-Caza —decía aquella mujer sobre un helicóptero que sobrevolaba la zona, miranda a la cámara que televisaba el noticiero al país entero—, como pueden ver, las calles están llenas, entre miembros de la comunidad mágica, y quienes no lo son pero simpatizan con la causa. Todas dirigiendo sus quejas al corazón de la ciudad: Trafalgar Square.
Abajo había policías en todos lados supervisando la marcha, algunos espectadores asomados en sus ventanas presenciando aquella cantidad de gente con túnicas encima. Muchos personajes curiosos habían allí, pero en las primeras filas, estaba una mujer de cabellos blancos, y ojos dorados.
Su expresión, aparentemente calmada, era acompañada por sus cantos al ritmo de la gente. Con cartel en mano exclamaba junto a todos. Pero, de su mente había algo que no podía salir, aquel recuerdo de lo que pasó hace ya dos semanas:
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La Luz de la Magia Vol.1: Sombras de sangre
FanfictionUn nuevo poder crece dentro de Akko. Le devolverá la esperanza de tener magia de nuevo, pero la amarrará a un oscuro destino del cual dependerá el mundo mágico. El Grand Triskellion se liberó, la magia había vuelto a tener poder, y las brujas comenz...