Capítulo 4

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Miro con incredulidad las entradas otra vez, y Niall boquiabierto en mi perfil ve como la mujer se sube a la parte de atrás de un Escala de negro. Cuando el coche se aleja, juguetonamente me golpea el hombro.

-  Zorra. Lo quieres, ¿verdad? Se suponía que era mi fantasía, ¡Ugh!

Me río mientras le entrego su entrada, mi cerebro tratando de hacer click con la realidad.

-Creo que iremos, después de todo. Ayúdame a reclutar a la pandilla, ¿quieres?

Niall agarra mis hombros y susurra en mi oído mientras me conduce por las escaleras hasta mi edificio-: Dime que esto no te hace sentir un poco de cosquilleo.

-Esto no me hace sentir un poco de cosquilleo -digo de forma automática, antes de deslizarme a mi apartamento agrego-: Me hizo sentir uno muy grande.

Gritos y demandas vienen de Niall para seleccionar la forma en la que me vestiría para el sábado y le digo que si quisiera lucir como una puta se lo haría saber. Finalmente, Ni se da por vencido con mi armario, diciendo que no hay nada ni remotamente sexy, entonces se va a trabajar, así que me deja solo el resto del día. Pero el cosquilleo no se va tan fácil. Lo siento cuando me estoy duchando, vistiéndome, y cuando estoy revisando mis correos electrónicos para buscar más puestos de trabajo.
No puedo explicar por qué estoy tan nervioso ante la idea de volver a verlo.

Creo que me gusta, y no me gusta que me guste.
Creo que lo quiero, y no me gusta que lo quiera.
Creo que realmente es el material perfecto para una aventura de una noche, y no puedo creer que comience a cuestionarme sobre ello también.

Naturalmente, el sábado me he arrepentido más de una docena de veces de haber dicho que iría a la lucha. Y no pare de largar feromonas a causa de mis nervios. Me consuelo con el hecho de que la banda, por lo menos, está muy entusiasmada con ir.
Niall llamó a Pandora -omega- y Kyle -beta- para que nos acompañaran. Pandora trabaja con Niall en la firma de diseño de interiores. Ella es la residente en vanguardia Goth con quien todo hombre quiere decorar sus almohadillas de soltero. Kyle todavía está estudiando para ser dentista y es mi vecino, amigo de muchos años, y un amigo de Ni desde la secundaria.
Es el hermano que nunca tuve, es tan dulce y tímido con las mujeres que tuvo que pagarle a una profesional para que tomara su virginidad a los veintiún años.

-Me alegra que nos lleves, Kyle -dice Niall mientras se monta en el asiento de atrás conmigo.

-Juro que eso es todo lo que ustedes quieren de mi -dice, pero se ríe, claramente contento por la pelea.

La multitud en el Underground es el doble de la última vez que estuvimos aquí, esperamos unos veinte minutos para subir al ascensor que nos conduciría a la arena.
Mientras Niall y sus amigos buscan nuestros asientos, deslizo el pase al backstage alrededor de mi cuello y digo-: Dejaré algunas tarjetas de presentación en un lugar donde los luchadores puedan verlas.

Tendría que estar loco para desperdiciar esta oportunidad. Estos atletas son tan fuertes que pueden destrozarse un órgano vital. Si alguna vez hay una oportunidad de hacer un trabajo de rehabilitación temporal, imagino que tiene que ser aquí.
Mientras espero en la fila para ser admitido a la parte de acceso restringido, el olor de la cerveza y sudor impregna el aire. Veo a Kyle encontrar nuestros asientos al lado derecho del ring, y me impresiona lo cerca que los luchadores van a estar. Kyle parece ser capaz de tocar el piso del ring si da un paso y extiende el brazo.

En realidad, se puede ver la pelea desde el fondo de la arena sin tener que pagar ni un centavo, excepto quizás una propina al portero, pero las entradas cerca del ring cuestan unos quinientos dólares, y Harry Styles me regaló cinco entradas. Dado a que he estado sin trabajo durante dos semanas desde mi graduación y estoy estirando mis ahorros, nunca podría haberme pagado esas entradas. Mis amigos, todos graduados recientemente, tampoco podrían costearlas.

Repleto de gente, finalmente le echan una mirada a mi pase de backstage, camino con una pequeña sonrisa feliz, estoy autorizado para caminar por un largo pasillo con varias habitaciones abiertas a un lado.

Cada habitación tiene bancos y filas de casilleros, noto a varios combatientes en diferentes esquinas de la habitación, conversando con sus equipos. En la tercera habitación que miro, está él, y un escalofrío de nerviosismo se precipita a través de mí.
Está perfectamente relajado, sentado encorvado, en un banco largo de color rojo, viendo como un hombre calvo venda una de sus manos. Su otra mano ya vendada, toda cubierta con la cinta de color crema, con excepción de los nudillos. Tiene la cara pensativa y sorprendente mente juvenil, y me pregunto cuántos años tiene. Levanta la cabeza, como si me detectara, y me descubre inmediatamente.

Un destello de algo extraño, poderosas chispas escapan de sus ojos, se extienden por todo mi cuerpo como un rayo. Reprimo mi reacción y noto que su entrenador está ocupado diciéndole algo.

Harry no puede quitarme los ojos de encima. Su mano aún está estirada, pero parece olvidar que su entrenador le sigue dando instrucciones.

-Bueno, bueno, bueno...

Me giro hacia la voz a mi derecha, y una astilla de temor se abre en mi estómago. De repente, quiero escabullirme lejos. Un enorme alfa se encuentra sólo a un metro de distancia, me mira con ojos que son pura intimidación, como si fuera un postre, y él tuviera la cucharilla perfecta.

Veo a Harry tomar la cinta de su entrenador y lanzarla a un lado antes de que se levante y camine lentamente hasta situarse junto a mí. Cuando lo siento detrás de mí y un poco hacia mi derecha, la conciencia de su cuerpo pegado al mío se filtra en cada uno de mis poros. Incluso  puedo sentir cuan tenso esta. Su suave voz me hace temblar mientras se enfrenta a mi  admirador.

-Sólo vete -Le dice al otro hombre en voz baja.

El hombre que reconozco como Hammer ya no me está mirando. En cambio, mira por encima de mi cabeza y ligeramente a un lado. Creo que al lado de Harry no parece tan grande después de todo.

-¿Es tuyo? -pregunta con los ojos pequeños y brillantes entrecerrados.

Mis muslos son gelatina cuando su respuesta se desliza como una cascada en mi oreja, tanto terciopelo como escalofriantemente duro.

-Puedo garantizar que no es tuyo.

Hammer se va, y por un largo momento, Harry se queda ahí, una torre de fuerza muscular casi tocándome, su cuerpo, su calor me envuelve.

Escondo mi cabeza y murmuro-: Gracias.

Y huyo rápidamente, me quiero morir porque juro por Dios que él bajó la cabeza para olfatearme.



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Real | L.SWhere stories live. Discover now