Beautiful Chaos ♥ (Hotmántica)

Capítulo 8 : ¿Quién eres?

Mi mundo se paralizó. El color corrió de mi cara. Nunca en mi vida había visto a este hombre, ¿cómo sabía entonces esas cosas? ¿Cómo sabía acerca de Stephen? ¿Acerca de cómo él solía llamarme?

-¿Quién eres? —dije en tono firme aunque noté que mi voz sonaba algo nerviosa.

-Un viejo amigo de tu novio, ex novio mejor dicho. Creí que no tomabas. Stephen siempre negó que lo hicieras. ¿Fue la culpa de sentirte responsable por su muerte lo que te impulsó a empezar?

-¿De qué diablos estás hablando? Yo no soy culpable de nada. ¿Quién eres? Stephen no tenía amigos de acá. Y no tienes ningún derecho a hablarme así.

-¿Te crees muy importante sólo porque eres famosa Eleonor? ¿Sólo porque follas con ese actorcito compañero tuyo? Y lo traes aquí como si fuera la gran cosa. Tú eres la razón por la que Stephen está muerto. Tú lo mataste. Firmaste su sentencia de muerte cuando decidiste convertirte en estrellita. Te querían a ti y él pagó por eso. Y tú te presentas con ese Hutcherson con la santa excusa de que vienes al país a votar cuando todo a lo que vienes es a quedarte en hoteles privados para poder acostarte con el tipo ese sin que los paparazzi capturen lo desgraciada que eres.

Estaba atónita. Me sentía paralizada, como si todo se hubiera detenido en ese momento. El dolor calaba en mí cada vez más hondo conforme sus palabras llegaban a mis oídos. Pero la rabia crecía también. Sentía unas inmensas ganas de descargarla sobre ese idiota, dejarla salir, de quebrar mi botella en su cabeza y golpearlo hasta dejarlo inconsciente. Sentía unas terribles ganas de escapar y no volver nunca, huir de todas las palabras que se habían quedado ya grabadas en mi memoria "Murió por mi culpa".

Sin pensarlo dos veces tiré lo que quedaba del contenido de la botella directa a su cara y le di un fuerte empujón en el pecho.

-¡Quién diablos te crees que eres para decir esas cosas! ¡No me conoces, no sabes ni la mínima cosa de mí!

-¡No necesito hacerlo para saberlo! Eres una perra. ¿Así te volviste actriz de la noche a la mañana, acostándote con el reparto entero de la película? Perra -dijo remarcando todo lo que pudo ésta última palabra.

Unos fuertes brazos tomaron al hombre de la camiseta, alzándolo un poco. Josh.

-¿Cómo la llamaste desgraciado? Vuélvelo a repetir para que me des una razón para romperte los dientes.

-El príncipe salvador... ¿Por este dejaste a Stephen, Eleonor?  -dijo sin ver a Josh ni un segundo y sin dejar de esbozar una estúpida sonrisa.

-¡Yo no dejé a Stephen estúpido! —Dije montando en cólera y sintiendo como mis ojos se volvían llorosos. Aparté a Josh del tipo y me acerqué totalmente a él para empujarlo de nuevo con todas mis fuerzas.- ¡Él me dejó a mí! Y no por decisión propia, ¡lo mataron idiota!

-Lo mataron por tu culpa Tesgas. Y cargarás con eso el resto de tu vida.

Me iba a abalanzar sobre él de nuevo, pero esta vez con la intención de descargar toda mi ira sobre él, sino fuera porque los brazos de Josh me sujetaron fuertemente.

-No lo hagas El... Es un imbécil, vámonos. No querrás salir en los periódicos.

Josh me fue arrastrando para salir, pasando a la par del tipo por lo que aproveché para lanzarle una patada a la espinilla. Josh aflojó su agarre por la sorpresa un segundo, lo que me permitió soltarme y acercarme al hombre. Sin embargo éste fue más rápido que yo. 

Su mano voló a mi cara, pasando su palma por mi mejilla y volviendo mi rostro. Sentí un dolor punzante en mi pómulo y al tocar sentí gotas de sangre resbalar por mi mejilla. Me había cortado el pómulo. Debía de tener algún anillo o algo con un objeto punzante en su mano. No tuve tiempo para averiguarlo porque el puño de Josh se insertó en la cara del tipo, que casi cae de espaldas, sino hubiera sido porque Josh lo sostuvo solo para propinarle otro puñetazo más.

La sangre corría por la cara del tipo, de seguro que Josh le había roto la nariz.

-Vuelves a poner un dedo encima de ella y te juro que no sales de aquí en una pieza imbécil. —Le gritó Josh al tipo con una furia que nunca le había escuchado. Me asustó. Josh le dirigió un puñetazo al estómago, sacándole el aire al tipo. Pude divisar cómo se acercaba seguridad a lo lejos. Josh le dio otro puñetazo en la mandíbula. No parecía que iba a detenerse.

-Josh, déjalo, vámonos. Josh, ¡Josh! —Le grité tratando de separarlo del tipo que no había dado ni un solo golpe en Josh.- ¡Que lo dejes! ¡Vámonos por favor!

Finalmente Josh lo soltó y yo lo tomé del brazo para salir apresuradamente por la puerta lateral del lugar.