02. 𝗙𝗥𝗜𝗘𝗡𝗗𝗦𝗛𝗜𝗣 . chrome

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AU ! — Dr .  Stone

   Aquella habitación era iluminada por la artificial luz de una lámpara, la cual estaba posicionada sobre un escritorio lleno de libros acerca de ciencia, física y matemática

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   Aquella habitación era iluminada por la artificial luz de una lámpara, la cual estaba posicionada sobre un escritorio lleno de libros acerca de ciencia, física y matemática.

   La fría brisa del viento entraba desde la ventana y movía levemente las cortinas del lugar, el morocho jalaba fuertemente los mechones de su cabello tratando de aguantar las lágrimas que amenazaban con salir. Sumido en una lectura intensa, movía sus ojos entre las fórmulas complicadas que estaban aplicadas en los textos que había conseguido de la biblioteca de su universidad, murmurando cada una de ellas en un esfuerzo por retener todo lo estudiado.

   La frustración crecía dentro suyo hasta que, finalmente, cerró el libro de golpe. Tibias lágrimas caían por sus mejillas hasta caer en la portada de uno de los libros que inmediatamente limpió disgustado con la manga de su camisa. Para Chrome, llorar era signo de debilidad, algo hecho para aquellos incapaces de afrontar sus propios problemas y se negaba rotundamente a ser catalogado bajo esa etiqueta.

   Quería demostrarle a sus compañeros y a todo el mundo que podía estar a la altura del gran Ishigami Senkuu; pero lo que más deseaba era hacerle ver al peliverde que era mucho mejor que [Nombre]. No lo odiaba —aunque quisiera— por haberla preferido a ella en su lugar, la chica era una vieja amiga infancia del científico, la cual venía a visitarlo desde los Estados Unidos luego de haber acabado con su penúltimo ciclo en ingeniería aeroespacial.

    El pelicafé se sentía como una basura al lado de la bella muchacha que pretendía a su mejor amigo, quería odiarlo; pero simplemente no podía, este fue un gran impacto en su vida y había sembrado en él una fuerte pasión por la ciencia, fue por eso que había tomado la decisión de cambiarse de carrera y unirse a Senkuu.

   Eran el dúo perfecto.

   Senkuu siempre lo elegía por encima de otros porque confiaba en sus habilidades y lo más importante, en él. Usualmente Chrome esperaría que el peliverde le pidiera su  opinión con respecto a algunos estudios o que lo ayudara a terminar de resolver algunos complejos ejercicios mientras revisaba otras cosas; sin embargo, todo eso ahora lo estaba haciendo con [Nombre].

   [Nombre]

   [Nombre]

   [NOMBRE]

   No dejaba de compararse con ella, al venir de una prestigiosa universidad, muchos le tenían altas expectativas y su nivel académico competía con el del científico, en cambio él seguía luchando por alcanzar ese reconocimiento que tanto ansiaba, por eso buscaba esforzarse más que los demás y tener notas perfectas.

   . . .

   Chrome era un joven alegre y bastante energético en palabras de quienes lo conocían, alguien al que no le gustaba quedarse con la duda y le encantaba aprender cosas nuevas; pero últimamente se empujaba a si mismo al límite, devorando más información de la que podía digerir solo por tratar de impresionar al chico por el cual eventualmente admitió sentir una fuerte admiración... o algo diferente.

   Para su mala suerte, Senkuu se veía notablemente interesado en [Nombre]. Ella era ajena a estos sentimientos, parecía haber estado inadvertidamente interponiéndose en su camino en varias ocasiones, aunque no podía culparla por haberle quitado un cariño que desde un inicio no había tenido y nunca iba a tener.

   Aceptar que el peliverde se había enamorado, fue un golpe de realidad muy fuerte, una carga que llevaría por el resto de su vida. Quería creer que su amigo estaba en manos de alguien que probablemente lo conocía mucho mejor que él y era capaz de darle la felicidad que se merecía.

   . . .

   Lavó su rostro con agua helada para despejarse y se miró en el espejo; sus párpados estaban hinchados y sus mejillas ligeramente enrojecidas. Agarró una toalla y secó su cara con suaves palmadas antes de salir del baño, apagando la luz. Su cuerpo se sentía pesado y adolorido, su visión era borrosa y sus ojos ardían con el mínimo contacto con la luz.

   Estando a punto de cambiarse para ir a dormir, escuchó un llamado a la puerta.

   —¿Quién es? —preguntó de mala gana y casi sin voz.

   Una pequeña discusión se oyó del otro lado de la puerta antes de que respondieran a su pregunta. —Soy yo, Senkuu.

   «Genial, la persona que menos quería ver ahora mismo» pensó.

   —[Nombre] y yo queríamos saber si querrías venir con nosotros a la nueva feria que han inaugurado a unas cuantas manzanas de aquí.

   » Ya que, hmh, has estado todo el día encerrado en tu habitación.

   La oferta le sorprendió, su corazón le imploraba que aceptara; pero su mente le decía que tomara sabiamente su decisión para que no volviera a salir herido. Además, no quería que nadie se le quedase viendo o que ellos le preguntaran porque tenía la cara hinchada de tanto llorar.

   Tragó saliva sintiendo la sequedad de su garganta y dijo:

   —L-lo siento, no puedo, tengo que quedarme a ordenar algunas cosas y repasar unos cuantos temas para los exámenes finales —respondió— Vayan ustedes y diviértanse, luego me cuentan cómo les fue.

   Pasaron unos cuantos segundos en silencio, segundos que se le hicieron eternos.

   —Siempre dice lo mismo —murmuró.

   —Quizás realmente esté ocupado y le estamos quitando el tiempo, deberíamos dejarlo en paz —dijo la oji [c/o] algo irritada— Vámonos —insistió ella.

   No.

   No le hagas caso, no te vayas.

   Sintió que dudó un poco hasta escucharlo soltar un largo suspiro. —Está bien, de ser así, nos vemos mañana en clases.

   » No te duermas muy tarde.

   Su pecho se contrajo de dolor al ver lo fácil que Senkuu se había rendido con él, el ruido de los pasos de la pareja alejándose lo hicieron reaccionar y corrió hasta la puerta,  sorprendiéndose a si mismo ante esta acción involuntaria.  Tomó el pomo y la abrió lentamente, asomando un poco su  cabeza se quedó pensando en lo que iba a decir a continuación.

   —Senkuu.

   Dijo e inmediatamente se arrepintió de ello.

   «Carajo».

   Tanto él como la chica se detuvieron y voltearon para verlo, esta última frunció ligeramente el ceño.

   —¿Cambiaste de opinión? —levantó una de sus cejas y mostró una de sus típicas sonrisas burlonas.
    
   Sus mejillas se sonrojaron débilmente ante la expresión del contrario, después de todo, él le seguía pareciendo el hombre más guapo que había conocido en toda su maldita vida.

   —No, yo... solo quería agradecerles por haber tenido la intención de invitarme.

   El científico soltó una risa nasal y asintió con la cabeza.

   —No hay de qué, para eso estamos los amigos.

   Auch.

   Y sin nada más que decir, se fueron. Chrome cerró la puerta con cuidado y se sentó en la orilla de su cama contemplando el paisaje a través de la ventana. Esta decisión, quizás, podría ser un nuevo comienzo para él, uno en el que se esforzara por mejorar diversos aspectos de su vida personal.

   Por primera vez, había desafiado sus propios sentimientos y optado por escuchar la lógica que le susurraba al oído. Tal vez con el tiempo su corazón lograra entender que él y Senkuu no estaban destinados a estar juntos, y que el amor de su vida, también tenía derecho a encontrar al suyo.


By: @karuril_ao

𝗚𝗥𝗘𝗔𝗧 𝗗𝗘𝗩𝗢𝗧𝗜𝗢𝗡 ▷Imagine! Dr. StoneWhere stories live. Discover now