(¡En edición!)
Un libro con un poco de todo, bueno, casi todo.
𝗔𝗻𝗶𝗺𝗲: Dr. Stone
¡La portada fue editada por mí!
INICIADA: 26/12/21
TERMINADA: ???
⌗ ❜ Contiene temas sensibles no aptos para todo público, lea bajo su propio riesgo.
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Senkuu había guardado un frasco del agua milagrosa exclusivamente para ti, mucho antes de que Tsukasa se apoderara de la cueva y lo matara rompiéndole la espina dorsal de un solo golpe. Afortunadamente, Taijū había sido lo suficientemente astuto para recordar las indirectas de Senkuu, indicándole que aún tenía un fragmento de piedra en esa zona.
Fue gracias a ese detalle que él pudo revivir.
Senkuu pensaba en las formas más efectivas de poder llevarte consigo sin que el grandulón y Yuzūriha se dieran cuenta, fue difícil; incluso tuvo que inventar una sutil mentira para Kohaku cuando esta le preguntó porqué llevaba la estatua de una chica con él.— Solo era una vieja colega mía —internamente agradeció cuando dejó de hacer preguntas y solo se limitó a llevarlo hasta su aldea.
Su extraña “hechicería” aterrorizó tanto a los dos guardias de la aldea, como a la mismísima Kohaku, menos a uno.
—... Hechicería —murmuró con miedo la leona al ver la tan sorprendente Fuente Arcoiris de Chrome; pero ni tanto, porque el científico no tardó en deducir el patrón que usaba para poder darle color a las llamas del fuego.
—¡T-te reto a un duelo de matemáticas! Si gano, te irás de aquí y no volverás nunca más. ¡Pero si tú ganas, podrás hacer lo que quieras conmigo y mis malotes descubrimientos! —gritó el pelicafé desafiante, señalando al forastero con el dedo, quien lo miraba aburrido.
Senkuu ganó.
Con el tiempo, logró ganarse la confianza de Kohaku y la admiración de Chrome, quien quedó fascinado por todo lo que hubo hace 3700 años. Senkuu sabía que no bastaba con solo tener su apoyo; si quería reconstruir la civilización, necesitaba más aliados para el Reino Científico. Esto se hizo posible gracias a la contribución de una dulce niña de cabeza de sandía, quien se ofreció para investigar los gustos de los aldeanos y así convencerlos de unirse a la causa.
—No te molestes, ¿ves? —dijo mirándola— Estoy comiendo justo a las dos en punto.
—¿Acaso le está hablando a la estatua? —preguntó Chrome a la fémina.
—Que no te sorprenda, cuando lo conocí era peor.
—Los estoy escuchando.
—¿¡Cómo-!? —ellos estaban a dos metros de él.
. . .
—¡Senkuu es el nuevo líder de la Aldea Ishigami! —proclamó Jasper levantando el brazo del recién nombrado.
