Lovely Idiot || SaNayeon

II : Lovely

Durante los fines de semana las chicas no hablaban demasiado, a no ser de que de pronto la mayor quisiera salir a conocer algún centro comercial nuevo o que la misma Sana llegara a su casa a pasar el rato.

Pero ese fin de semana con las clases de teatro de la coreana y el repentino entrenamiento que Bang Chan, le había informado a Sana, nada de eso pasó.

Las dos estuvieron concentradas en sus labores y con la mente ocupada, lejos de la otra y lo que pudieran estar pasando, al menos Sana, pues luego de reunirse con sus amigas el domingo por la tarde, Nayeon dejó claro que lo único que hacía era pensar en la japonesa del medio.

Sus amigas estaban bastante enteradas de su enamoramiento unilateral y también de su extraña rutina con Sana, por lo que con ellas no tenía que fingir como en realidad se sentía. —¿Que fue esta vez? ¿Borrachera o revolcón en tu auto? — Fue el saludo que le dio Jihyo al llegar de la mano de Jeongyeon.

Nayeon levantó su mirada encontrándose con la empatía que la pelirrosa había mantenido desde que se enteró de su situación, y una pequeña sonrisa comprensiva de parte de Jeongyeon. —Hola a ustedes también chicas UJB. — Bromeó viéndolas sentarse frente a ella al segundo siguiente.

—No cambies el tema coneja, sabemos que esa expresión tiene nombre y apellido japonés. — Comentó Jeongyeon quitándose la correa de su guitarra para dejarla al lado de su asiento, mientras la mirada de Jihyo la analizaba con cuidado.

Siendo eso lo que la hizo rendirse. —Pues no pasó nada esta vez... — Contó finalmente cruzándose de brazos y soltando el aire en sus pulmones.

Las contrarias intercambiaron una mirada, sin lograr entender a lo que se refería, antes de que una cuarta voz las interrumpiera. —¿De que nos perdimos? — Preguntó Momo que llegaba de la mano de una sonrojada Mina, sabrá Dios que habrá hecho la mayor ahora para dejarla en aquel estado.

Todas las miradas se fueron hasta ellas y Nayeon supo que ahora no tendría como escaparse de un nuevo regaño. —Es sobre Sana, otra vez. — Informó Jihyo rápidamente, mientras el par japonés procedía a sentarse, atentas a lo que la mayor de todas tendría que decir.

Ya no sólo se trataba de las coreanas menores y sus miradas comprensivas, ahora Nayeon tenía las miradas preocupadas de las japonesas también, sobretodo la de Momo, que era precisamente la hermana de Sana y no estaba enterada de que hubieran peleado, por lo que hablar ya no era una posibilidad, sino su única opción. —No terminó muy bien su noche del viernes que digamos. — Empezó a decir, deseando salir de aquello de una vez por todas. —Es que cuando estaba con esa chica, su padre llegó y debimos huir de allí de inmediato. — Explicó obteniendo diferentes reacciones.

—¿Y por eso estas así? — Cuestionó Jeongyeon sin entender, mientras la pelirrosa le pedía guardara silencio para que terminara y Mina hacia lo mismo con Momo.