VI : Heartbeat

582 57 7
                                    

La hora de salida llegó pronto y una vez más el grupo debió reunirse

К сожалению, это изображение не соответствует нашим правилам. Чтобы продолжить публикацию, пожалуйста, удалите изображение или загрузите другое.

La hora de salida llegó pronto y una vez más el grupo debió reunirse.

Esta vez la última en llegar fue la japonesa que mantenía una acalorada conversación con una de sus compañeras del equipo de fútbol, la hermana menor de Jeongyeon.

La chica era un par de años menor que ella, pero si que se llevaban bien, quizá era por la cantidad de cosas que tenían en común, o por lo parecidas que eran sin darse cuenta. — ¡Whoah! Es cierto Unnie, todavía recuerdo cuando el balón terminó golpeando a Chris Oppa, creo que con eso quedó más tonto que... — Las palabras de la joven coreana murieron en su boca al mirar al frente y darse cuenta de que en el grupo de amigas de su hermana, se encontraba la chica que no deseaba ver en ese momento, frunciendo el ceño y dejando a Sana confundida cuando se despidió de ella sin dirigirle la palabra ni siquiera a la misma Jeongyeon.

La pelinaranja terminó de acercarse manteniendo su expresión perdida, saludando a todas luego del cariñoso beso que le dio a Nayeon, quien permaneció pegada a su cuerpo en un medio abrazo. — ¿Que les pasa? — Cuestionó mirando a la coreana rubia que suspiró cabizbaja, recibiendo consuelo de su novia que acarició su cabello, siendo esta quien respondió.

Era cierto que tenía sus propios problemas y dilemas que enfrentar, pero ver la forma en la que la otra pelinegra se había alejado tan pronto como Ryujin apareció en su campo de visión le lleno de curiosidad. — También se aman. — Contó Jihyo, sin detener las caricias que dejaba en el cabello de la mayor.

La japonesa del medio compartió una mirada con su novia en busca de alguna respuesta, y en vista de que recibió la misma respuesta que le dieron Mina y Momo, un encogimiento de hombros, guardó silencio esperando una explicación de la más baja.

Le parecía ilógico que actuaran de ese modo si en verdad se amaban, aunque ella no era la más indicada para hablar sobre aquel tema. — Si, pero Ryujin también es una encantadora bastante idiota como cierta japonesa que conocemos bien. — Agregó Jeongyeon en un intento de broma, aunque se le notaba igual de desanimada, la verdad era que la pelicorto sabía lo afectada que estaba su hermanita con aquella situación, por eso se ponía de ese modo.

Cuidado con lo que dices avestruz, no te atrevas a ofender a mi ardillita. — Amenazó Nayeon, pareciendo más tierna a los ojos de la pelinaranja que no pudo controlar el impulso de plantarle un corto beso en su puchero.

Esta bien Nay. — Rió Sana buscando calmarla, teniendo una mejor idea de vengarse de aquella broma de su amiga. — No me sorprende que Ryujinnie sea tan despistada teniéndola de hermana. — Su sonrisa triunfal se ensanchó al ver la expresión ofendida y dramática de Jeongyeon, que hizo reír al resto. — Esta en sus genes. — Continuó atacando a la coreana, sintiendo como su pulso se aceleraba ante la mano intrusa que se coló bajo su chaqueta y dejaba caricias en su espalda.

No quiso bajar la mirada porque encontrarse con el rostro de su novia empeoraría su estado nervioso, pero si que pudo mirarla de reojo por un par de segundos, dándose cuenta de lo relajada que permanecía su expresión, como si no estuviera haciendo nada malo.

Lovely Idiot || SaNayeonМесто, где живут истории. Откройте их для себя