Te amare por siempre y un día más

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Adrien

Me levanté escuchando el sonido de mi alarma y para acabarla con un fuerte dolor de cabeza, me senté sobre el borde de la cama y note que estaba desnudo, que había pasado?. Asumí que yo mismo lo hice así que no le tome importancia, tome una ducha en mi jacuzzi para relajarme un rato y si era posible que me bajará un poco el dolor.
Al terminar busque una ropa casual y salí de mi departamento para ir a desayunar fuera, realmente necesitaba otros aires. Fui hasta un restaurante y empecé a pedir mi desayuno, vaya se sentía tan bien salir de las cuatro pareces de mi hogar.
Hoy estaba destinado a hacer algo productivo, quería divertirme u hacer algo, pero no quería estar solo así que llame a Luka haber que hacíamos juntos.

Luka

- Desayunamos amor? -.

- Si amor, deja termino aquí y bajo -.

- Ok te apartaré la silla -.

Liam se fue y yo seguí trabajando, realmente no tenía hambre estaba ansioso, nervioso por todo lo que había pasado. En cuanto dió el amanecer salí de la casa de Adrien y me vine a la oficina, le invente a Liam que me había quedado toda la noche por trabajo pero todo era mentira, ese momento me había dado cuenta de lo mucho que amo a Adrien y que no puedo seguir fingiendo debo romper con Liam, pero si lo hago lo pierdo a él y también a Adrien; porque él no estaría dispuesto a estar conmigo...No se debo pensar en todo.

Estaba distraído cuando escuché mi teléfono mostrando una llamada de Adrien, oh dios ya recordara lo que pasó?.

- Bueno? -.

- Luka amigo, estoy un poco aburrido y quería ver si querías pasar tiempo conmigo -.

Aparentemente no recordaba nada.

- Eehhh pues deja veo Adrien, ando aquí con un caso difícil, pero si puedo salir te aviso -.

- De acuerdo, nos vemos -.

Colgó la llamada y suspiré por lo menos no recordaba nada, eso era algo bueno, así que me arregle mi traje y baje hasta la cafetería donde estaba Liam esperándome para desayunar.

Adrien

Luka estaba ocupado así que decidí ir a ver a mis padres, para desaburrirme un rato. Toque la puerta y me abrió una de las empleadas.

- Hola señor Adrien, viene a ver a su padre? -.

- Si a ambos, están? -.

- Si están en la oficina -.

- De acuerdo, gracias -.

Camine hasta la oficina y abrí la puerta viendo a mis padres hablando.

- Hola a ambos -.

- Adrien hijo que bueno que viniste -.

- Gracias mamá, quise pasar a visitarlos -.

- Pues que bueno hijo, vente estábamos platicando, cuéntanos cómo vas? -.

Empecé a hablar con ambos, contando de mis anécdotas y entre otras cosas, al igual que ellos, contando varias cosas y eso.

Continuará...