Never Gonna Be Alone (Capitan America/ Steve Rogers/Vengadores)

12. Gema Tiempo

Y ahí estaba yo... Viendo como Steve se desmoronaba al ver los recuerdos más dolorosos para él.

Por primera vez, vi la muerte de Bucky. Steve intentaba agarrarle la mano, pero la barra metálica que sujetaba al castaño terminaba por ceder y este se precipitaba al vacío.

Cuando acabó ese recuerdo, comenzó con el de mi muerte. Luchábamos contra los soldados de HYDRA, nos tenían rodeados y nos superaban en número.

Los Comandos Aulladores luchaban con todo lo que tenían, a lo lejos divisé a Bucky disparar a todo lo que se movía con el sello de HYDRA. Yo por mi parte, hacía lo mismo, repartía balas, golpes y puñetazos a partes iguales.

Pero un momento después, vi como uno de los soldados le apuntaba a Steve por la espalda mientras el rubio luchaba con dos soldados. Me puse delante, el disparo dio unos centímetros más arriba de mi corazón. El segundo disparo dio en mi cadera.

<< - Isabelle... - Steve consiguió cogerme antes de caer al suelo, su rostro estaba desencajado, entre pánico y odio - quédate conmigo, ¿me oyes? Sigue respirando - suplicaba. - No vayas a donde no puedo seguirte.

- Parece que... No va ha haber una segunda oportunidad... para nosotros, Capitán - sonrío.

- ¡Steve, debemos irnos, nos superan en...! - James llegó al lado de Steve - no Isi... Tú no...- susurró.

- Cuida de Steve. Va a necesitarte, a pesar de ser el Capitán América, sigue siendo ese niño de Brooklyn... que necesita que cuiden y mimen. Hazlo por mi Buck.

- ¡ Debemos irnos! - dice uno de nuestros soldados. James aparta a Steve de mi cuerpo .>>

La muerte de Bucky vuelve a empezar, seguida nuevamente de la mía. Era como un bucle del que no podía salir.

Abracé a Steve, estaba temblando, tenía la mirada fija en esos momentos tan espantosos. Sin duda tenía que estar bajo el efecto de la gema.

- Steve, escúchame, esto no es real, es solo un recuerdo, por favor, escucha mi voz; vuelve conmigo - le susurré. Él no me contestaba, ni siquiera me miraba. Se me ocurrieron varias maneras de hacerle volver. Una era abofetearle y la otra besarle. Opté por la segunda.

Junté nuestros labios suave y dulcemente, necesitaba conseguir alejarlo de eso y parece que funcionó, me correspondió el beso, cerré los ojos y me dejé llevar por el momento y las sensaciones del momento. Era como si lo que estaba dormido en mi durante setenta años, se despertara poco a poco.

Cuando nos separamos, miramos a nuestro alrededor y la barrera anaranjada desapareció, cayendo la gema al suelo. Me acerqué para recogerla.

-¡ Isi no la toques! - demasiado tarde, cientos, miles de imágenes pasaban a por mi mente a toda velocidad. Cientos de sensaciones, emociones, todo volvía de repente. Mis padres, mi hogar, la guerra, todo lo vivido con HYDRA, Bucky, Steve... - ¡¡Isabelle!! - el grito de horror de Steve fue lo último que recuerdo antes de que la oscuridad se cerrara sobre mí.