cap 2

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Era un día como cualquiera,
todos los miembros del clan de
2-5 años estaban corriendo sobre
el caliente suelo ya que este
estaba modificado por Sasha una de las hermanas mayores
kishimoto.

Corrían descalzos así que el
suelo quemaba los pies de los
niños pero ellos ya estaban
acostumbrados.
Maki corría junto a Megumi y
ambas estaban a la cabeza, era
notable ya que eran entrenadas
más severamente que los demás
así que su deber era llegar
primeras.

—Escuché que está vez el
castigo para el último será más
severo —decía Megumi tratando de mantener el ritmo, iban para la
vuelta treinta.

—Deberíamos… bajar un poco
el ritmo, si varios llegamos
empatados nadie morirá esta vez
—susurro Maki mientras eran
observadas por todos los
mayores ahí.

—No seas tonta hermanita
nosotras seremos las primeras,
seremos adultas como Sasha y
haremos cosas importantes por la
familia. ¡Seremos grandiosas
juntas!

Maki sonrió, quizás ella no era tan
buena como su hermana pero se
esforzaba al máximo para estar a
la medida, sabía que si se
quedaba atrás seguramente
moriría muy pronto.

Estaba a punto de acelerar a sus últimas
vueltas hasta que escucho como
alguien cayó, fue un golpe seco.

—¿quién fue...? —preguntó Megumi, siendo la mayor de entre las dos.

Un niño de exactamente 5 años
respondió atrás de ellas.

—Sheyla, cumplió 4 años ayer así que es su primer entrenamiento, —Max, sobrino de Maki rió, parecía confiado— que mal día para llegar última, el abuelo la matará, supongo que no tiene suerte.

Maki desvió la mirada hacia atrás,
la pequeña Sheyla se veía muy
mal seguro no estaba acostumbrada al suelo caliente y menos a tantas vueltas. Además no les permitían comer sin hacerlas 50 vueltas antes, le recordaba a ella misma... comparada con sus hermanos sabía que era débil, que pronto moriría y por eso se esforzaba ¿Sheyla iba a morir?¿En su primer entrenamiento? No, eso no pasaría mientras ella viviera.

—Perdoname, Megumi.

—¡¿Hermana?!

En un instante Maki se dio vuelta
y corrió hacia la pequeña Sheyla
arrodillada en el suelo, con
quemaduras en las piernas y
brazos por la caída, la sujeto y la
ayudo a que subiera a su espalda
como un caballito.

—¿Por qué...? —preguntó Sheyla confusa, cansada y adolorida.

—Silencio y agárrate fuerte mocosa —le dijo la albina menor.

Y ambas regresaron corriendo a
la fila, está vez Maki se esforzó
más que antes para que en las
últimas vueltas tuvieran un buen
lugar.

Y al final tanto Maki como Sheyla
llegaron juntas en tercer lugar, la
bajo con cuidado y de inmediato
todos salieron a comer.

Por hoy ellas no morirían, o eso pensó maki hasta que…

Maki estaba apunto de correr a comer hasta que alguien la sujeto del cabello, miro hacia arriba, sus ojos se abrieron llenos de terror, su pequeña cara se puso pálida

—¿qué mierda? ¿Cómo te
atreves a ayudar a una mocosa? —Musashi la tenía sujeta con una mirada amenazadora.

Después de lo ocurrido la
pequeña se encontraba en la habitación de castigo, un lugar
construido hace tiempo para corregir a los niños del clan.

No hay palabras para
describir gráficamente lo
que ocurrió, pero la
pequeña albina no tenía el
cabello del todo blanco, le
faltaban los dedos de los
pies y algunos de las
manos, su vestido blanco
estaba hecho tirones y
lleno de tierra, le dolía el rostro pero era normal estaba lleno de cortes.

La habitación era completamente oscura, hacía bastante calor parecía un sauna, la
rodeaban los insectos como gusanos, cucarachas, cien pies y etc. Había algunas ratas. Al menos así no estaba sola

Después de 3 días allí el olor de la propia sangre de sus heridas ya no era fastidioso, pero sentía mucha hambre.

Oh, si, olvide mencionarlo, no
podría beber ni agua
durante el castigo, se desmayo un par de veces, al despertar había cosas
subiendo por su cuerpo por lo que el resto del tiempo hizo lo posible
para estar despierta.

si fuera una buena
kishimoto… nunca volvería
a pasarme algo así”.
Solo eso pensaba
mientras miraba hacia una
de las paredes, ¿pero como haría para ser más fuerte?

Sentimientos EncontradosWhere stories live. Discover now