Cap 31

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Estaba en mi casa junto a los pocos miembros de mi familia... El ambiente era algo tenso.

Estábamos 15 personas en mi sala.

Esas eran:

Edgar: uno de mis hermanos mayores. (25 años de edad)

Britney: mi sobrina, hija de Edgar. (4 años de edad)

Melissa: una de mis hermanas mayores. (28 años de edad)

Arnold: hijo mayor de Melissa. (10 años de edad)

Ariza: hija menor de Melissa. (8 años de edad)

Tiago: uno de mis pocos primos de mi edad. (16 años de edad)

Andrés: hermano mayor de mi padre. (51 años de edad)

Andrea: hija de Andrés. (23 años de edad)

Marizza: Una de mis hermanas mayores, ella siendo menor que Melissa. (26 años de edad)

Mauricio: hijo de Marizza. (5 años de edad)

Carlos: Hermano menor de mi padre. (42 años de edad)

Carito: hijo mayor de Carlos. (20 años de edad)

Karla: hija media de Carlos. (18 años de edad)

Y claro, Sheyla y yo completamos los 15.

La mayoría de ellos me odiaban a muerte, ya que yo mate a sus padres o hijos. Pero aún así me respetaban por ser la líder, y hoy estaban aquí para recibir órdenes.

—Y bien, Maki... ¿Para qué nos has reunido aquí? —Tiago me miraba con desinterés.

—Bueno... Gracias por haber venido —dije para tomar aire—. Primero que nada: me gustaría saber cómo se sienten desde que no está Musashi...

—Siendo sincero... —habló mi tío Andrés con seriedad— ya no soy el perrito faldero de tu padre. Me alegré mucho cuando me enteré de que se murió por fin. —dijo sin siguiera pensar en sí eso me afectaría... En fin, Kishimotos.

—¿Todos se sienten igual? —pregunté.

Todos asintieron.

—De verdad estoy mejor desde que Musashi no está —se dirigió a mí Carlos—. Con todo respeto a tu persona... Me niego a seguir tus órdenes si serás igual de engreída y egocéntrica que tu padre, estoy harto de ser solo un peón —él apretó su puño derecho—, y estoy harto de que mis engendros mueran...

Yo suspiré con pesadez.

—Sí, supongo que entiendo cómo se sienten...

—¿Tuviste hijos, Maki? —Preguntó Melissa.

—¡No! —negué varias veces— solo es empatía, Melissa.

—¿La copia de Musashi teniendo empatía? —preguntó Carlos con ironía— ¿Qué clase de chiste es este? —él se acercó muy cabreado— ¡Tú mataste a mi pequeña Karolina! ¡¿Y ahora dices tener empatía?!

—Lo siento... —susurré por lo bajo.

—¡¿Crees que con un "lo siento" me vas a devolver a mi hija?!

—Calma, Carlos —Andrés puso su mano en el hombro de su hermano menor—. Dejemos que ella hable...

—Gracias, tío —tomé aire y luego los miré a todos—. Sé que todos estamos cansados de el legado de Musashi, aunque nunca se dijo nada por miedo... Pero yo quiero hacer notables cambios a esto... Siendo sincera, no me enorgullece mucho ser hija de ese hombre. Me avergüenza recordar las cosas que hice por órdenes de él... Y me avergüenza el imaginar las cosas que pude hacer si Musashi estuviera aquí, pero... —hice una pausa— todo cambiará, los engendros... Perdón, los hijos que tengan, serán educados de la casi misma manera que nosotros.

Sentimientos EncontradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora