Cap 26

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Desperté, con mucha flojera. Ví a mi lado y Hanna ya no estaba, que raro en ella, despertarse temprano... Suspiré y me levanté mientras miraba la hora, eran las 10:48am. Acomodé la cama y salí. Olía bien, me acerque a Hanna la cual estaba cocinando.

-Buenos días, Hanna. - le dije al estar cerca, y fruncí el ceño al ver que andaba con una botella de cerveza - ¿No crees que es muy temprano para que estés bebiendo?

-Tranqui, solo esta para que se me pase la resaca. - me sonrió y dirigió su mirada a la cocina nuevamente - ¿Gustas comer panquecas?

-Claro. - le dije.

Pasamos la mañana hablando, Sheyla y Ángel se despertaron después de mediodía, la resaca los estaba matando.

-¿Alguien me puede decir porque Hanna no está así como nosotros? - Ángel se quejó mientras se bebía una cerveza.

-Eh, pues... Es un don. - se justificó Hanna mientras se reía. Aunque yo sabía que la borrachera se le había pasada en su gran mayoría gracias al problema con la alemana.

-Sí, claro. - Sheyla se recostó en el sofá - ¿Hay comida?

-Uy, ¿Y mi paga para cuando? - bromeó Hanna.

-Luego te pago, solo dame comida. - le dijo Sheyla.

-Ya, aquí está. - lleve los 4 platos a la mesa y todos nos sentamos a comer.

-¿Quién hizo las panquecas? - preguntó Sheyla mientras las devoraba.

-Obvio yo. - le respondió la azabache tras tragar.

-Estaba riquísimas, tía. - se dirigió a mí - aprende a cocinarlas así de buenas.

-No pues perdón por no tener dones culinarios tan buenos. - giré los ojos.

Para mi desgracia o buena suerte, ya era miércoles. Tenía los nervios de punta y por eso me desperté a las 06:06am. Ya prácticamente estaba de vacaciones por las navidades, y por eso hubiera sido normal que me despertara como mínimo a las 10:30am, pero hoy no fue el caso, ya que me tocaba prepararme mental y físicamente para lo que se vendría.

Me levanté para hacer un desayuno ligero para Sheyla y para mí, comimos y luego me bañé. Mientras me vestía sonó mi celular.

-¿Hola? - dije al responder.

-Querida tía. - hablo es estúpido que tengo por sobrino.

-Oh, hola, Max.

-¿Cómo estás? ¿Ansiosa? Porque yo sí. - decía alegre.

-No me emociona ver a mocosos idiotas... Ve al grano ¿Cuando y en donde nos veremos? - dije tajante y suspiré.

-Ay, que arisca, tía. El estar alejada te ha vuelto más amargada ¿No es así? - el se reía.

Si supiera que es todo lo contrario.

-¿Piensas dejarte de bromas y decirme lo que quiero saber o prefieres que tranque la llamada?

-Ya, ya... Te veré en XXXX a la 01:30pm, ni un minuto más ni uno menos ¿Vale? - decía ya serio.

-Bien, allá te veré. - él tranco la llamada - idiota.

Ya faltando 10 minutos para el encuentro, Sheyla y yo estábamos cerca del lugar. Llegamos justo 5 minutos antes. Esperamos un poco y mi celular sonó, respondí.

-¿Alo?

-Sigue las manchas de sangre... - dijo mi sobrino con su voz sombría.

Tranque la llamada y hice lo indicado.

Sentimientos EncontradosWo Geschichten leben. Entdecke jetzt