JUNTO A TI [SUPERCORP]

CAPÍTULO 35

[Mansión Luthor, a las fueras de National City]

—Vamos, Lori, Summer... —Las niñas rieron sin tener la intención de soltar los juguetes de las manos.

Kara tenía el deber de controlar a ese par de demonios. La cena sólo aumentó la hiperactividad de las niñas, especialmente el chocolate caliente. Lori se acercó a ella abalanzándose y cayendo directamente en sus brazos, Summer se puso detrás de ella escalando en su espalda. No podía moverse mucho al estar sentada en el suelo, lo único que quedaba era intentar razonar como adulta responsable que era. Ya era pasada las diez de la noche, el horario de su jefa sobre las siestas y la hora adecuada para dormir de Summer era exigente. ¡Y ya pasó las nueve de la noche! No las culpaba, si sus padres le hubieran comprado una casa de muñecas tan grande como abarcaba la pared de la habitación, entonces estaría más que emocionada y distraída con esa monstruosidad de casa para los muñecos. Ni siquiera pudieron meterla en la limosina al recoger a Summer, tuvo que hacer una visita especial "Supergirl" para hacerse cargo del problema antes de que su jefa le mirara con reproche ante el posible llanto de su nieta.

La tenía muy consentida aunque lo negara.

—¡Niñas es hora de dormir!

—¡Estoy a punto de derribar el imperio Grant con mi gran tiranosaurio rex junto a Cyborg! ¡Grrrr!

—¡Mi Wonder Woman y Batman son mis guardianes y pueden contra un dinosaurio! —Se defendió la rubia sonriendo bastante engreída.

Kara nuevamente estuvo en medio de una batalla entre los muñecos donde trataba de no reír ante los sonidos exagerados de ambas niñas. Le era muy lindo recordar los primeros momentos de juegos de Jack, al principio era un niño que prefería jugar juegos de estrategia mental como armar cubos o al ajedrez que agarrar entre sus manos un muñeco. Curiosamente el primero juguete que le gustó fue uno de Poison Ivy, la ex-villana de Gotham, ahora una Botánica reconocida, además de una amiga de Lena, por supuesto, amiga socias cuando se trataba de tecnología medio ambiental. A veces tenía que soportar a Harleen, la esposa de Pamela... Pero las competencias de comer perritos calientes siempre la animaban. Le sorprendía que esa mujer tuviera un doctorado en Psiquiatría sabiendo lo demente e inestable que podría ser en ocasiones especiales. Su hija, Rosalin, tenía dos años más que las mellizas. La niña apenas hablaba, muy tímida, pero con madres sobreprotectoras.

—¡A la cama! —Gritó dejándose caer al suelo al tener al frente a las dos niñas queriendo derribarla, ambas se quedaron encima aun jugando.

Por la puerta de la habitación, que se encontraba abierta, entró Madelaine. Las niñas se detuvieron mirando conmocionadas a la pelirroja, pero después sonrieron a la vez que se quitaban de encima de la rubia.

—Niñas es hora de dormir, si el reloj pasa más de dos minutos más y no están en la cama... Mañana no habrá panqueques con deliciosa jalea de moras. —La voz tranquila y risueña de Madelaine provocó en las niñas calma, la hiperactividad pareció desaparecer de la nada dejando sorprendida a Kara. —Oh, ¿Mencioné que habrá helado de chocolate como postre?

—¡Postre!

Kara suspiró de alivio.

Se levantó del suelo observando como las niñas se dirigían a la litera en vez de a la gran cama cómoda. No entendía cómo es que podían elegir una litera en vez de una súper cómoda cama.

—Gracias, Madelaine. —Dijo pasando a un lado de la pelirroja para salir de la habitación.

—No es nada. En algo debe ayudar los libros de maternidad que siempre leo. —Sonrió bastante modesta.

—¿Libros de maternidad? —Elevó una ceja desconcertada. —¿Quieres ser madre algún día?

La pelirroja la miró con sorpresa, puede que lo haya soltado sin querer en un momento inoportuno, al menos para Kara. Era una pregunta poco convencional, pero la rubia tenía curiosidad. Madelaine era más... Mayor que su esposa, incluso mucho más mayor que cualquier que estuviese vivo en el planeta, ¿Podría ser que J'onn la supere en unos cuantos años? Quizá. Esa información aún no la obtenía, la pelirroja era reservada y Lena no habla mucho sobre ella, solo que es una amiga que necesita ayuda con la depresión y ansiedad.