JUNTO A TI [SUPERCORP]

CAPÍTULO 12

Antes de comenzar, les volveré a recomendar el fic del ship de Poison Yvy y Harley Quinn que, por si no lo saben, son una pareja real en los comics de DC.

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Fic: Red, You Would Be Mommy!
Ficker: ReneeRiddell

¡Está en español!

Oh, y también hay escena subida de tono en esta parte, así que cuidadito en donde leen 😉

. . . . .

Lena no pudo dormir esa noche a pesar de que Kara la abrazaba de manera protectora. Tenía un mal presentimiento desde esa tarde, cerebro estaba seguro de que pasaría algo que no sería muy agradable.

Esa tarde en el laboratorio se quedó ida por mucho tiempo pensando en cosas horribles. Miró a Kara notando que su rostro permanecía tranquilo al dormir sin ninguna gota de malicia en ella, tan calmada que le dejaba buena esperanza de no pensar en aquello.

[ Marzo, 2022 ]

Se fue a la habitación de baños termales de la realeza, había sido una mañana completamente dura con los entrenamientos de sus tutores, a parte de las múltiples palizas que su madre le dio intentando aún controlar sus poderes con eficacia.

Atrás, en otro apartado, se encontraban mujeres esperando a que saliera para limpiarla, era como un fetiche de su madre estar bañándose mientras le miraban, algo que a ella le incómodaba a pesar de que eran sirvientas con voto se silencio a la realeza.

Escuchó ruidos en el exterior, debían ser muy fuertes como para que traspasaran la puerta de doble entrada al baño termal. Se movió en el agua queriendo estar más cerca de la puerta, intentando centrarse lo que parecían ser guardias correr por los pasillos buscando a alguien. Era raro que se colaran al palacio ya sean asesinos por los pueblos o ladrones por las riquezas que escondía su madre.

Las puertas se abrieron espantando a las dos mujeres detrás de ella al ver a la rubia cerrar la puerta con desespero, no se había dado cuenta a que lugar había entrado ni con quien se había encontrado. Analizó la vestimenta que portaba, pantalones comunes de color café, una blusa blanca abotonada manchada de la parte de la espalda y, por supuesto, iba descalza.

Para cuando la rubia se dio la vuelta abrió los ojos de sorpresa, no sabía si era por lujuria o por otra cosa en general, pero aún así, sin vergüenza o una sóla gota de pena, se puso de pie exponiendo su cuerpo desnudo a la intrusa, claro sin cambiar la expresión intimidante.

La mujer pareció quedarse con los ojos atrancados en sus pechos, la miraba casi de forma lasciva a tal punto que se sintió horriblemente incómoda.

— ¿Acaso te has dado cuenta en dónde estás? — La rubia no parecía salir del trance, permanecía con la boca entreabierta y con los ojos entrecerrados. Un rubor amenazó peligrosamente sus mejillas. — ¡Escúchame bien, maldita bastarda! ¡Deja de mirar a tu princesa con tal descaro o sufrirás las consecuencias! — Amenazó señalándola con el dedo índice.

— ¿Ah? — Salió del trance la rubia parpadeando varias veces, hasta cambiar la expresión confundida a un rostro sonriente. — ¡Lena! ¡Por Rao, eres tú!

La princesa serpiente miró hacía atrás observando a sus sirvientas que sólo sostenían las toallas con manos temblorosas.

— Obviamente estás delirando. — Elevó una ceja. — Pero eso no quita tu insensatez de entrar y ver el cuerpo desnudo de tu princesa sin su autorización. — Salió del baño dándole frente a la rubia. — Ahora sufre las consecuencias por tu insolencia. — En un rápido movimiento se acercó a la rubia colocando su mano en el pecho, sonrió ampliamente cuando ella se le quedó mirando. Pasaron varios segundos en el que se quedó desconcertada al no verla convertida en piedra. Alejó su mano analizándola detenidamente antes de volver a colocar la palma en el pecho una y otra vez casi golpeándola, mientras que las mejillas de la rubia se tiñeron de un color rojo ante tal atrevimiento. — ¿Qué rayos...?