Capítulo 4 - La zona dragontina

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Un resplandor incandescente, generado por unas intensas llamas, se divisaba en Haiya Land, una de las partes limítrofes del Monte Paoz. Aquella zona recóndita estaba prácticamente deshabitada, aunque a veces se veía algún que otro dragón sobrevolar la zona.

Se trataba de una raza dragontina muy especial, pues eran de color morado, tenían unas alas muy pequeñas que no desarrollaban hasta la edad adulta y... ¡ni siquiera eran capaces de escupir fuego! De hecho, se asustaban solamente con verlo.

Impresionaba, en la noche cerrada, ver cómo las llamas engullían toda la zona a su paso, destrozando los nidos ocultos de los dragones que salían volando despavoridos. Huyeron en bandada, todos salvo uno, un valiente ser alado que ya sufrió las penurias del fuego a los pocos meses de nacer.

- ¡Puar! ¿Dónde te has metido? - seguía gritando Oolong mientras las llamas empezaban a expandirse-. ¡Ay, cómo quema esto! No me puedo creer que el jet haya ocasionado este desastre... A este paso el fuego se podría extender por todo el Monte Paoz.

- ¡Oolong, no digas tonterías! ¡Tenemos que actuar ya! ¡Entierra el pergamino ahora mismo! - gritaba Puar para sorpresa del cerdo.

- ¿Puar? ¿Pero cómo? Pensaba que... ¡Me habías asustado! - gruñó Oolong con cierto alivio.

- ¡Que lo entierres ya, vamos! - insistió Puar con su voz aguda.

ZRUSH / ZRUSH / PAM

- ¡Está bien, ya está! ¿Y ahora qué? ¿Por qué querías que lo enterrara?

- ¡Rápido, da 6 pasos al frente y 4 a la derecha, vamos!

- Cinco, seis.. Y ahora... uno, dos, tres y cua... ¡Pero qué!

CATAPLOF

- ¡Ay, cómo duele, menudo leñazo me he pegado! - se quejaba por enésima vez Oolong-. ¿Con qué me he trope...?

- ¡Hola! No te he guiado nada mal, ¿verdad? Siento el tropezón - se disculpaba una manguera que tenía los mismos ojos de Puar.

- Vaya, ahora lo entiendo todo... Viste el fuego tras estrellarnos y te faltó tiempo para transformarte y hacerte el héroe. Pues que sepas que...

- ¡Cállate ya, solo me quedan 3 minutos en este estado y volveré a mi forma original! Nos iremos turnando con nuestras transformaciones hasta que hayamos extinguido el fuego, ¿vale?

- Qué remedio... - Oolong cogió la Puarmanguera y empezó a apagar una sección del incendio-. No das puntada sin hilo, ¿eh? Por eso querías que enterrara el pergamino, para que no se dañara con nuestra actuación final.

FSSSSSSSSS

- Así que tú eres el monstruo que ha estado asustando a estos aldeanos secuestrando a sus niñas, ¿verdad? - le preguntó el pequeño Goku a un toro gigante.

- ¡No me iré de aquí hasta llevarme a la chica que quiero! ¡Lamentarás haberme querido engañar con ese estúpido disfraz de niña buena! ¿Pero cómo se te ocurrió mear de pie? ¡Tienes lo que más me horroriza entre las piernas! - le reprochaba el monstruo, que había olvidado por completo la hora que era-. Mierda, me estoy quedando sin tiempo. ¡Volveré dentro de 1 minuto!

El toro gigante huyó de la aldea como un rayo, sabiendo que los 5 minutos que tenía de margen para transformarse en cualquier cosa estaban a punto de terminar. Y entonces... ¡BOOM! El toro se convirtió en un cerdito, la forma original de ese extraño ser que debía descansar durante 1 minuto para dar rienda suelta a sus metamorfosis.

FSSSSSSSSS

45 minutos después, el fuego había desaparecido casi por completo, habiendo arrasado gran parte de la flora de Haiya Land. Tan solo faltaba una docena de lenguas de fuego por sofocar.

La aventura mística de Son GohanWhere stories live. Discover now