Capítulo 5 - La magia oscura

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A lo largo y ancho del planeta Tierra, así como en la inmensidad de las estrellas, existen razas que comparten patrones vitales, funcionales y existenciales. Una de las tribus más temidas por cualquier ser vivo es la de los demonios, capaz de asolar comunidades enteras y jugar, a placer, con las fronteras del espacio y el tiempo.

No es de extrañar que junto a cada demonio destaque un mago superior, un ser que, haciendo uso de su sangre mágica, pueda controlar con cierta facilidad a las bestias demoníacas y lo que se les ponga por delante, convirtiéndolos en auténticos títeres del mal.

- Vaya, parece que esa sucia rata de Shin nos ha traído unas cuantas presas - comentaba en voz baja Babidí, un mago bajito de ojos saltones que ansiaba resucitar al temible monstruo Majin Boo-. Dabra, ¿por qué no les saludas de nuestra parte? Recuerda que debes ser cortés con nuestros invitados.

- Claro que sí, amo. Les daré una calurosa y petrificante bienvenida - contestó el demonio, sellado mágicamente con una M en la frente, que no tardó ni 5 segundos en deshacerse de los rivales más inservibles que les espiaban desde las rocas.

La magia siempre ha estado presente en los vastos universos, ya sea de manera oculta o explícita, suponiendo uno de los obstáculos más difíciles de salvar para los guerreros más avezados. Si bien las artes marciales, el dominio del ki, las técnicas más inverosímiles o la fuerza bruta pueden poner en jaque el arte de la magia, todo depende del nivel que ofrezca el portador y hacedor de los hechizos.

Las posibilidades que puede explotar un mago avanzado son infinitas, desde la manipulación del subconsciente de los dioses de la creación (kaioshin) o destrucción (hakaishin) hasta la devoración de los planetas.

- Hum, los planetas habitados por criaturas especiales son los más deliciosos. Basta ya de juegos, me ha entrado hambre - murmuraba Moro, uno de los magos oscuros más temibles que se recuerdan, mientras empezaba a engullir Nuevo Namek, el planeta habitado por la raza de Piccolo, potenciando su estado físico.

- ¡Maldita sea, estamos perdiendo nuestra energía de manera alarmante! Esa escoria...

- ¡Vamos Vegeta, no hay tiempo, tenemos que escapar ya del planeta! ¡Coge mi mano, nos teletransportaremos con el Shunkanido a un lugar seguro! - le apremió Goku, superado por la inmensidad de su rival.

- Ni lo sueñes. Me he cansado de estos juegos. Llegó el momento de separar nuestros caminos una temporada - contestó Vegeta, el príncipe de los saiyans, con todo el orgullo que le caracteriza-. Cuando volvamos a vernos, mutilaré a Moro hasta que no le quede ni una sola gota de poder, y tú lo contemplarás con tus propios ojos.

- Comprendo... ¡Buena suerte, amigo!

- Vuelve a decir eso y no verás más a tu familia -  replicó Vegeta, con una sonrisa altiva, mientras se marchaba volando hacia su destino.

Es la magia oscura, el mal más complejo de combatir en cualquier época. Lleva presente en las galaxias desde el nacimiento del primer individuo mágico que presentó oscuridad innata en su corazón, hace 100 millones de años. Con su alumbramiento, la oscuridad se diseminó por los 12 universos que regían la existencia, entremezclándose con diferentes razas, haciendo que el mal estuviera siempre presente en cualquier rincón del cosmos.

Solo algunos sabios conocen su identidad, pero ninguno atisba a imaginar la oscuridad radical asociada a este ente superior, que desde su aparición ocultó su maldad para evitar ser erradicado, cuando apenas tenía poder, por las altas esferas de la vida y de la muerte. Millones de años sumido en la oscuridad, engendrando el mal desde las sombras, creando elementos codiciados para que los seres inferiores se mataran entre ellos por conseguirlos.

Lamentablemente, su divertimento ha llegado a su fin. Se ha cansado de observar su obra dantesca desde las sombras y ha decidido dar un paso al frente, librar la que posiblemente sea la única gran batalla de su vida ante un guerrero de leyenda. Según su oráculo interior, solo existe un ser capaz de plantarle cara con su poder latente, una energía definitiva que todavía no se ha desbloqueado por completo.

A juzgar por su historial, huelga decir que la rabia y el dolor han sido fundamentales para el éxito de Son Gohan en sus combates. Las pérdidas afectivas siempre han sido vitales para sus ganancias espirituales, muy a su pesar, haciéndole perder el norte en varias ocasiones.

- ¡Mierda! ¡He sido un estúpido engreído! ¡Este poder me ha venido muy grande! - gritaba Gohan mientras golpeaba el suelo rocoso tras el sacrificio de su padre, que se había teletransportado con Cell antes de explotar-. Si hubiera acabado con esta bestia cuando tuve la oportunidad, nada de esto habría... ¡lo siento en el alma, papá! ¡No merezco ser tu hijo!

Un gran poder arrastra dolor, y gestionarlo adecuadamente siempre ha sido una de las tareas pendientes de Gohan. A lo largo de su vida, apenas ganó un par de combates capitales, siempre con la ayuda de sus compañeros y sufriendo grandes sacrificios a su alrededor.

Un peaje nada fácil de sobrellevar para alguien reticente a las batallas, un saiyan mestizo que tiene sangre de combate corriendo por sus venas. Tiene que afrontar, tanto por factores externos como internos, una gran lucha contra su propia genética, apaciguada por su amor a la naturaleza y el conocimiento, el placer de la erudición académica, sueños hedonistas que siempre tiene que aparcar por las crisis que se le presentan en su vida.

Pese a todo ello, sus contadas victorias fueron fundamentales para restablecer la paz en el mundo que tanto ama.

- Ardo en deseos de encontrarme contigo y pelear hasta nuestro último aliento. Me darás lo que necesito y yo te devolveré lo que te he arrebatado - pensaba, emocionado, el mago oscuro suspendido en el vacío del espacio -. ¡Parkus! ¡Dez! Quitadles el respirador de polvo estelar y metedlas en las esferas de aurum, una para cada una. Aguantarán lo suficiente hasta el comienzo de nuestro combate.

- Como ordene, mi señor - contestaron a coro Parkus y Dez, una pareja de seres demoníacos con un aspecto mortífero -. ¿Algo más?

- Sí. Acercaos a la Tierra para entregarle el primer mensaje. Se morirá de ganas de luchar, y eso será todo un milagro viniendo del pacifista Son Gohan.

La rueda del destino vuelve a girar, gracias a la magia oscura, con más fuerza que nunca. No obstante, las palabras que Goku le dijo a su primogénito, antes de enfrentarse a Cell, volverán a resonar por el universo, intentando poner en jaque el destino adverso:

Ahora te toca a ti, Gohan.

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⏰ Last updated: Jan 11, 2022 ⏰

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La aventura mística de Son GohanWhere stories live. Discover now