Corazón Entrelazado

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Capítulo 1

Después de quedarse dormidas en la casita del árbol y de asustar a sus madres por su corta desaparición; Emily era la primera en despertarse por el molesto ruido que provenía a su lado. Se levantó confundida, observando en una esquina a una pequeña ardilla que había traído sus nueces a la casita. La pelinegra sólo rió por lo bajo por la tan tierna escena.

La castaña también comenzaba a despertarse y se encontró con la sonrisa de Emily quien mirada a un lado.

_¿De qué te ríes? - preguntó somnolienta.

Emily giró a verla al escuchar su voz, no pudo evitar tener un leve sonrojo y desviar la mirada cuando Ella la miraba con una sonrisa. La castaña rió ante su timidez, Emily siempre era así de tímida, que incluso no podía ni ver algún beso en una película. Siempre se cubría los ojos o miraba sus manos. Era muy adorable para ella.

_Hay una ardilla - señaló - es la primera vez que veo a una tan cerca.

_Se llama Rosita - la pelinegra rió ante lo dicho - no es broma, así la nombré. Este es su lugar favorito para dormir, creo que no se esperó que nosotras estemos aquí - se sentó, usando la pared de madera como respaldo.

_Oh, ya veo - de inmediato el silencio invadió el lugar. Ambas recordaban lo que había pasado hace unas horas, ¿Qué se suponía que ahora debía pasar? Sólo se dieron un beso, no hubo nada más, ni siquiera lo hablaron cuando decidieron dormir. Sólo se recostaron y se abrazaron, como ya muchas veces lo habían hecho. ¿Por qué tenía que ser tan difícil ahora?

La castaña se mordió el labio ante la idea que tuvo, y arrastrando su mano lentamente y con pausas, la fue acercando a la de Emily, la cual se movía nerviosa sobre su pierna. Emily se mantuvo quieta cuando sintió su tacto, y el sonrojo volvió el doble cuando Ella entrelazó sus manos cariñosamente, acariciándola con su pulgar.

Ambas volvían a verse, y está vez Emily era quien sentía la adrenalina a mil. Ahora mismo lo único que quería era besarla y estaba decidida a hacerlo. Fue acercando su rostro a la de Ella, sin perder contacto visual, observó sus labios al encontrarse tan cerca y estaba a punto de besarla. Cuando su visión la guió a ver tras la espalda de Ella, quedando casi congelada y perpleja al ver a la señora Lisa observandola seriamente en el borde de las escaleras.

Emily tragó en seco y se alejó rápidamente, nerviosa. La castaña no entendía su reacción, hasta que oyó la voz de su madre tras ella. Suspiró con frustración.

_Ella - la voz de Lisa era dura - baja a almorzar, no haz desayunado.

_Ya voy - respondió lo más tranquila posible. Lisa no le quitaba la mirada a Emily y eso ponía más nerviosa a la pelinegra.

_Tú también, tus madres aún están con nosotras - Lisa se dirigió a Emily.

_Sí, claro señora Manoban, ahora voy - intentó sonreír pero la rubia le dio una sonrisa falsa, volviéndose sería al instante.

Ambas suspiraron cuando Lisa bajó de la casita por completo.

_Será mejor que bajemos ahora - aconsejó Emily.

****

Min veía la televisión en su cuarto, estaba recostado en su cama y buscaba algún programa con qué distraerse. Pero nada lo animaba. Tenía el corazón destrozado por el rechazo de Ella. Había tratado de tomarlo con buen humor, de sonreír, después todo sus amigas serían felices. Pero simplemente no podía evitar no sentirse de esa manera. Necesitaba apoyo, así que decidió llamar a sus padres. Él era estudiante de intercambio, así fue cómo llegó a conocer a Emily y a Ella, estudiaban en el mismo instituto.

RETURNWhere stories live. Discover now