Capitulo 3

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Sophya Nataly Kuznetsova

— Déjame ver esa mierda — le arrebato el papel a Nyan de entre las manos. Me sorprendo al leer el contenido — Nos quiere cazar, uno a uno. — ahogo un grito cayendo sobre Axen otra vez.


— Nena levántate, tengo que pararme y hacer una llamada — susurra las primeras palabras. Hago caso a su orden y me pongo en pie, me acerco a Nyan y le miro a los ojos. — Tenemos que mandar un mensaje — asiente.



— Encárgate de entregar el resto con Rayen — abro los ojos de sorpresa — No me refería a ese tipo de mensaje — se planta frente a mi sin miedo alguno, ¿será que Tyson dejará de ser Tyson para convertirse en un Nyan? — Harás lo que yo te diga que hagas, así que prepara el maldito encargo y envíalo. ¿Es tan malditamente difícil? — alterna la mirada entre Rayen y yo.



Axen vuelve a acercarse a nosotros — Si quieres puedo hacerlo yo — se ofrece, Tyson hierve en sangre y las venas de su cuello se alteran — Nyan el botón — le recuerdo, no quiero que entre en crisis y rompa mi perfecta cara.


Una vez me contaron que se había enterado de lo que pasó con su madre y se puso rabioso y casi muele a golpes a Christopher, con tan solo 8 años. No sé si sea cierto pero ahora tiene 28 años y creo que de un solo golpe furioso me manda a la otra vida.


— Será entre Rayen y Sophya, nadie más — finaliza la conversación. — Me largo — golpea la silla con el pie y sale echando humos.


— Está cambiando y no creo que sea bueno — susurra Rayen a mi lado.


— Y claro que no lo es. Molerá a cualquiera a golpes si le desobedecen, tenemos que tener cuidado. Es mi hermano pero sé que no le pesará la mano. — Axen coloca sus manos sobre mis hombres mientras seguimos mirando al ascensor.


— Vámonos nena — ordena — Nadie me ordena, solo te lo dejaré pasar porque llevas mi apellido — camino hacia el ascensor. — ¿Ustedes están saliendo? — me giro a mirar a Rayen, respiro hondo. — Yo... es que ya paso — levanto las manos con rendición y entro en el ascensor — No es asunto tuyo, joder. Metete en tus asuntos — Axen entra en el ascensor conmigo.


***

Recuesto mi cabeza contra la pared, todos están malditamente locos. Suelto un suspiro y continuo caminando entre las penumbras de mi departamento, la ventana enfrente de la mesa del comedor está abierta y la luz ilumina directamente en un sobre.


Camino con cautela hacia allá, lo tomo entre mis manos y un fuerte olor a perfume me invade — Mamá — murmuro, abro rápidamente la carta y leo el contenido:


Cariño, disculpa por tan repentina carta, espero que te encuentres bien.

No le digas nada de esto a Nyan, ya lleva demasiado en sus hombros

Cuida de él, Sophya y estate al pendiente de Christopher

Sé que mi niño despertará pronto, él es fuerte y no solo por su apellido.

Prométeme que cuidarás de Nyan,

llegará un momento en el que no pueda con todo y busque tu ayuda

No le rechaces porque se cerrará en si.

Suryan no está enojado con ninguno de ustedes, solo se toma un descanso.

Él se encuentra bastante mal, si tan solo le vieras.

Kylie se ha quedado con nosotros, en un principio era una estúpida obligación

pero luego ella accedió a quedarse y cuidar de nosotros.  

Levanten nuestro apellido entre los cuatro

Cuídense



Me quedo petrificada, Mamá no... Es demasiado para nosotros, simplemente no puedo. Otra vez no pueden entrar al país, otra vez Nyan tendrá que lidiar con las sobras sucias y el maldito cargo de la mafia.


Salgo de casa y me encamino a mi auto, conduzco a toda velocidad hacia la casa de mis hermanos, Entro rápidamente y empiezo a gritar el nombre de Tyson — Se encuentra en el gimnasio, lleva casi 4 horas allí y no deja que nadie pase — murmura una chica. Asiento en agradecimiento dejando que me guie al gimnasio.


Entro sin avisar, observo la silueta de Nyan golpear el saco de boxeo y murmurar cosas en Ruso. — s kakikh por dermo takoye bolshoye? (¿Desde cuando la mierda es tan grande?) — golpea otra vez el saco pero con mayor fuerza, dejo que se desahogue, dejo que saque la frustración.


— ¿Qué tanto me observas, Sophya? — comenta sin voltear a mirarme, me estremezco al escuchar su voz. Es distinta, demasiado grave y espeluznante — Necesito que te vayas — se gira a verme sin dejar de golpear el saco. — No — murmuro tajante.



— No — magulla entre dientes — No — repite más alto — ¡Quiero que te largues! — Grita dándole una patada al saco — Me necesitas aquí — se acerca a mi en un gran paso — ¿Te necesito aquí? No necesito a nadie, solo que te largues — Levanta la mano, pero la vuelve a bajar apretando los puños. — ¡Lárgate de una maldita vez! No quiero hacerte daño — se separa cuando intento llevar mis manos a sus mejillas. — No me toques — sus ojos se cristalizan, de verdad intenta no hacerme daño.



Pero yo no le puedo dejar aquí, no puedo dejar que se desgaste solo... Él... Él es mi hermano.


— A mamá no le gustaría verte así — la mención de mamá hace que se cruja el cuello — Me ha dejado — susurra. No te ha dejado Tyson, solo que no puede entrar, mamá no puede venir — ¡Me han dejado, Sophya! Y tu también lo harás cuando mis ataques de ira salgan a la luz — niego rápidamente



— Yo cuidaré de ti — me señala con el dedo — Una vez Dryan me lo prometió y mira donde está así que no lo hagas... No necesito la protección de ninguno de ustedes. Solo tengo que sentar cabeza y matar a Mirt antes de que aniquile a alguno de ustedes.


— Le mataremos


Nota de la autora

Por ahí hay un dicho que dice: Si haces que Jesús sangre, su pueblo dejará de creer en él.

Nyan no es Jesús pero está sangrando y está dejando de creer en el mismo.

Hermanos KuznetsovWhere stories live. Discover now