Capitulo 11

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Tyson Nyan Kuznetsov

Rayen abre las puertas de comisaría, si alguna vez hubiera pensado que entraría en esto me hubiera pegado un tiro. Recorro con la mirada el lugar, los policías me observan de arriba a abajo hasta que uno de ellos me dirige la palabra.

— Caballeros, ¿Que necesitan? — pasa la mirada de Rayen a mi.

— Venimos a pagar la fianza de Axen Kuznetsov — contesta mi primo, el policía asiente y nos dirige a hacer el papeleo.

Ninguno de los otros policías dejan de mirar cada paso que doy, creo que ya saben quien soy y lo que soy capaz de hacer o de lo que mi padre fue capaz de hacer, se burló de toda la nación americana sin ni siquiera mover un dedo. Simplemente se quedó en Rusia, donde ni los mismos americanos eran capaces de entrar y romper las reglas.

Rayen me extiende el papel para que lo firme, antes de que llegue a mis manos se lo devuelvo — No pondré mi firma en nada de eso, sabes los problemas que tenemos como para hacerlo — susurro esto último cerca de su oído.

Asiente rápidamente y le entrega el papel al hombre, este lo revisa unos segundos y habla por un teléfono.


***

Respiro hondo recargando mi cuerpo contra la pared, llevamos alrededor de 20 minutos aquí de pie esperando que salga. Rayen se acerca a mi señalando el frente por donde Axen viene saliendo con la mirada hacia abajo.

Aprieto los dientes cuando lo tengo enfrente, ganas no me faltan de arrancarle la cabeza. Levanta la mirada y me mira con asco — ¿Que hace este aquí? — murmura, me ofendo. Aparte de que le pago la fianza también me toma por el culpable.

Tomo el cuello de su camisa y comienzo a sacarlo a rastras de comisaria. — Me cago en tu maldita madre, hijo de perra. ¿Como cojones se te ocurre meterte en una jodida pelea callejera? ¿Te crees que somos críos? — le lanzo contra el capo del auto.

— Tú a mi no puedes hablarme, ni ordenarme nada. Yo hago lo que quiera con mi maldita vida, es mía así que déjame en paz. Amargado, hijo de puta — se aleja del auto, Axen me mira como nunca lo había hecho. Me mira con enojo y decepción. Y juro que no entiendo el porqué.

— Necesito una explicación de tu enojo, no me parece algo razonable que de la noche a la mañana hayas cambiado tu actitud conmigo.

Antes de él poder decirme alguna palabra un auto derrapa en frente nuestra, Sophya baja agitada del auto. Nos mira a ambos, suelta un suspiro.

— Aquí estas — Sus ojos recaen en mi, sonríe tímidamente. Axen resopla y comienza a caminar.

— ¡Axen no te muevas! — grita Sophya. Mi primo se detiene de golpe y se da la vuelta, mira a mi hermana con duda.

Sophya se acerca a él y lo toma del brazo tirando de él hacia mi — No entiendo nada — le murmuro a Rayen. — Tu y yo podemos tener todos los problemas que quieras pero sabes que puedes contar conmigo para todo. — frunzo el ceño, Rayen palmea mi hombro y se va.


Sophya y Axen terminan de intercambiar palabras y luego terminan por acercarse a mi. — El tiempo es oro — comento, saco un cigarrillo de mi bolsillo y lo enciendo.

— Tengo que contarte algo, Tyson. — asiento, dejo que el humo salga de mis labios. — ¿Tienes el botón cerca? — pregunta, vuelvo a fruncir el ceño, bajo su insistencia le muestro el pequeño aparato que cuelga de mi mano.

— Me gusta Axen.

Y como si fuera el mismísimo diablo que me escupía las palabras encima, el enojo se apodera de mi. Tiro el cigarrillo con fuerza al suelo — Repite esa mierda que acabas de decir — doy varios pasos hacia ellos.

— Estoy enamorada de Axen

Miro a la única persona que nunca pensé que fuera capaz de traicionarme — Eres un hijo de puta. — Axen me encara y pone a Sophya detrás de él — no me arrepiento de nada, Tyson. Ella me gusta y eso no lo puedes evitar.


Aprieto mi mano, la corriente viaja por mi brazo pero eso no detiene el enfurecimiento que tengo, el jodida botón rojo no sirve de nada cuando los tengo enfrente diciéndome las únicas palabras que nunca quise escuchar.

— Te dije que cuidaras de ella y en vez de eso te la follas y haces que se enamore de ti. ¿Te das cuenta de la traición acabas de cometer? — Enarco las cejas, comienza a titubear.

Recompone la postura y me señala con el dedo — Por ella estoy dispuesto a todo incluso... — le suelto un jodido puñetazo.

— ¿Dispuesto a que? Como digas esa maldita palabra que nunca a salido de la boca de un Kuznetsov te declaro el puto enemigo. — Sophya atiende la nariz de Axen y luego me mira con los ojos aguados.

— Lo siento, Tyson. El amor no es algo que eliges — la cacheteo, lleva la mano a su mejilla. — No te pongo una jodida bala entre ceja y ceja porque eres miembro de los Kuznetsov. Pero desde ahora me llamarás Nyan y tú y yo dejamos de ser hermanos.


— Me das asco, tú y él son unos malditos enfermos. No aprendieron nada de lo que le pasó a Wayden. Son unos jodidos inútiles.

Escupo el suelo donde ellos pisan y luego me dirijo a mi auto. Entro en el y las lágrimas no tardan en salir, no soy nada fuerte cuando se trata de temas de familia pero Sophya ha cometido el peor error que se podía cometer en nuestro linaje.


Sophya Nataly Kuznetsova

Me dejo caer en el suelo sucio de la calle, me acurruco contra mis piernas. No creí que fuera tan malo, no creí que de verdad Nyan llegara a odiarme solo por amar.

Los sollozos no se hacen esperar, llevo las manos a mi boca y dejo que los gritos salgan de ella. Esto es una jodida mierda, he perdido a la única persona que me quedaba aquí.

— Sophya — murmura Axen, me levanta con una gran fuerza y me abraza rápidamente.

— Ty me odia, Axen — murmuro entre lágrimas. Axen masajea mi espalda intentando reconfortarme — Me he quedado sola — mi pecho arde al igual que mi cabeza.

— Tyson ha cometido un error peor que el nuestro solo que no sabe admitirlo — Axen sujeta mi cara, reparte besos por mi mejilla y luego deja uno en mis labios.

— Nyan tiene un hijo y es incapaz de darle su apellido por miedo.

Ahogo un grito. — ¿Qué?.

Mi cerebro no es capaz de procesar tanto haciéndome caer en la inconsciencia. Dejándome multiplicar ese dolor que siento unas 100 veces por momento.

Lo siento mamá, no pude cuidar de él

Hermanos KuznetsovDonde viven las historias. Descúbrelo ahora