Capitulo 14

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Como hace un tiempo que no publico capítulos, lean el anterior para que tengan un hilo del que tirar, otra vez.

Christopher Dryan Kuznetsov

Las lagrimas quieren abandonar mis ojos — ¡No siento las piernas! — grito, el doctor frente a mi traga saliva — ¡No siento los pies! — murmuro, miro el lugar a mi alrededor y distingo las paredes blancas, el sofá marrón, las intravenosas en mis brazos...

— ¡Vete! — le grito al doctor — ¡Quiero a mi papá!

Tantos años demostrando que no me afecta el poco afecto que Suryan me dio y ahora me hallo aquí derrumbado sin sentir las piernas pidiendo verle. Porque Suryan siempre me ha hecho fuerte incluso en la distancia.

La primera lágrima sale, después de varios años me dejo caer, me derrumbo frente al médico que me mira sin decir nada.

— ¡Tráeme a papá! ¡Para que me diga que esta mierda no es real! Quiero saber que aún estoy durmiendo y todo es un mal sueño. — intento quitarme las intravenosas.

— ¿Sabes como has llegado aquí? — me paro de golpe.

¿Como he llegado aquí?

Trago saliva — no recuerdo — murmuro entre dientes — ¿Sabes quien eres? — abro los ojos — Claro. Christopher Dryan Kuznetsov — suelta un suspiro de alivio — ¿En que año estás? — sigue con el interrogatorio.

No me apetece contestar sus preguntas, vuelvo a mirar mis piernas por encima de la sábana. Mentalmente muevo los pies pero físicamente nada, jodidamente nada maldita sea.

— Vete. Maldita sea, lárgate ahora — El doctor me mira por última vez y sale.

Vuelvo a llorar como niño pequeño.

***

La puerta se abre, y ni me digno a abrir los ojos para ver a la persona del otro lado. Su aura lo dice todo, Suryan Kuznetsov está en la habitación.

— Es un milagro que estés vivo, Dryan — dice, abro los ojos al sentir que se mueve por la habitación — Y es una pena esto que está pasando — se a lo que se refiere y ni siquiera le he mirado.

Está observando toda la habitación en vez de mirarme a mi — ¿Que ha pasado, Suryan? ¿Y por que no siento las piernas? Dime que esto es una broma y me han puesto algún tranquilizante de músculos en la intravenosa — sus ojos llegan a mi.

Me mira como solo Suryan lo sabe hacer, con dureza. Me analiza de arriba a abajo — ¿por que te metiste en medio? — pregunta acercándose a mi — ¿Por que coño hiciste esa maldita estupidez, Christopher? — frunzo el ceño.

¿Que maldita estupidez? No entiendo nada de lo que he hecho, no me acuerdo.

— ¿Que he hecho? ¿Por que estoy así? ¿Tienes algo que ver? — levanta la mano con la intension de pegar a algo pero luego la baja sin más — Maldito Niño, me crees capaz de matar a uno de mis hijos. Me lo contaron, tengo ojos en todos lados. Nyan está destrozado.

— ¿Que le pasa a Nyan? — pregunto rápidamente, suelta un suspiro de resignación — ¿en serio no te acuerdas de nada de ese día? — niego. Y por su cara creo que es mejor que no lo sepa — Te cogieron como muñeco de trapo para una balacera, recibiste 6 disparos y es una jodida suerte que estes aquí hablándome.

— ¿Por eso estoy así? — asiente. — algo tuvo que haber pasado para que yo fuera tan estupido de meterme en medio. — vuelve a asentir — querían matar a Nyan. Los enemigos querían acabar con él...

Intenta seguir hablando pero levanto la mano.

— Tu eres el enemigo. Tyson se sentía tan solo, no recibió una llamada de ti, pensaba que te había decepcionado por una mierda de cargamento y en verdad no era por eso. Era por su maldito bebé, tenía un jodido hijo que nunca tuvo los cojones de mencionar y por más que intenté odiar a Tyson mentalmente me di cuenta que es por tu culpa.

— ¿Por mi culpa? Debes estar de broma. ¿Le dije yo a Nyan que no se hiciera cargo de sus responsabilidades?

— Tal vez tú no te acuerdas pero de pequeños lo único que aprendimos fue violencia y más violencia. Estabas en guerra con mi mamá, querías matarla, destrozarla... Y me separaste de Nyan.

— ¿Y eso Que tiene que ver con el bebé?

— Él no quiere que viva lo mismo que vinimos, no quiero involucrarlo en la mafia. Y lo entiendo, si yo tuviera un hijo también me daría de baja.

— Eso es no tener los pantalones para afrontar la situación. ¿Abandoné yo mi trabajo alguna vez? O ¿lo abandoné a él alguna vez?

Ruedo los ojos — lárgate de mi maldita habitación, no sirves para una mierda. Siempre intentando hacer que el otro quede mal parado o nunca tenga la razón. ¡Tú eres el problema, Suryan!

— Escúchame — su voz demandante otra vez, queriendo decir que él es la única persona que puede hablar y tiene el control de decir que y que no.

— ¡Lárgate!, ¡lárgate!, ¡lárgate!. ¡Joder, vete ya! ¡Mal nacido de mierda! ¡Eres lo peor que me puedo traer la vida! ¡Tráeme a Tyson ya mismo!

Intenta hablar otra vez pero vuelvo a gritar — ¡Que te largues, joder! — sin decir una palabra más sale por la puerta dándole un azote.

¿Por que no pude nacer en una familia normal, sin rencor sin problemas? O simplemente ¿Por que tuve que nacer?

Creo que nunca en mi vida me había sentido tan débil como lo hago ahora, quizás es por no poder caminar o simplemente porque intenté esconderme detrás del trabajo el poco cariño que existía en mi familia.

La puerta se vuelve a abrir y lo primero que escucho es un llanto, me giro rápidamente y Tyson ingresa en la habitación con un bebé en brazos.

— ¿Es quien creo que es? — me seco rápidamente las lágrimas luego de hablar.

Nyan asiente sin decir una palabra. — Déjame cargarlo, Tyson. Deja que sea feliz un momento — su sonrisa me ilumina el día. Nunca creí necesitar a Tyson tanto como lo necesito en este momento.

Sostengo al bebé en brazos. Me mira y lleva las manos a mis mejillas — Ya está aquí el tío Christopher. Para hacerte tus días más felices.

— Dryan... — mi hermano intenta hablar pero le paro

— Dos minutos más, Nyan. Me estoy intentando comunicar con mi sobrino, no puedes interrumpir una conversación.

Han pasado 15 minutos, en los que Nikolai ha llorado y reído por cada cosa que le he dicho. Hasta podría decir que le transmito con mis palabras lo que siento.

Nyan no se ha movido de la habitación, pero al menos me ha dado mi espacio para que hablara con mi sobrino.

— Tyson. Es tu turno. Podemos hablar.

Nota de la autora

Mis mas sinceras disculpas no he tenido tanta inspiración como para continuar con la historia pero tampoco quiero dejar de lado a los hermanos Kuznetsov.

Nos leeremos pronto con más.

Hermanos KuznetsovWhere stories live. Discover now