Siempre cuidaré de ti

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Esta historia inicialmente fue escrita en junio del 2019 y publicada en otro libro, sin embargo, decidí tomarla y cambiarla un poco para los desafíos semanales organizados el grupo de Facebook llamado: Club de Lectura de Fanfiction.

*°*°*

Este one-shot se puede ubicar en el mundo ninja, solo que, en una realidad alterna, y cuando los genin integrantes del equipo siete son tan solo unos niños de no más de diez años de edad. Como siempre es un SasuSaku al 100%

*°*°*

—¡Allá voy! —avisó Naruto antes de lazarse de lleno a la piscina, salpicando todo a su alrededor.

La risa estruendosa de Sasuke se dejó escuchar. Era muy raro que se dejara llevar, aunque siendo honestos, no era extraño verle así cuando estaba en compañía de sus mejores amigos. —¡Eso fue lo más genial que has hecho hoy, Naruto! Pero prepárate —le advirtió— porque sigo yo y será mil veces mejor que tu clavado. —Y tal y como lo dijo, el chico de cabello negro se arrojó a la piscina sin más dando una pirueta espectacular para su edad.

Todo era risa y diversión para los dos niños de diez años que habían establecido su amistad desde jardín de niños, solo faltaba la niña de cabello rosa para complementar el trío.

—¿Y Sakura? —preguntó Sasuke de repente—. Ya debería de estar aquí, ¿no?

—¿¡Eh!? ¡Cierto! —asintió, rascándose la cabeza— Llegó desde hace un rato, poco antes que tú y dijo mi mamá que te esperaría en la cocina.

El niño lo miró molestó. —¿Y hasta ahora me lo dices?

—Lo siento —dijo— lo olvidé, pues llegaste y de inmediato te metiste en la piscina, así que pensé que ya habías hablado con ella.

—No, tonto, espera aquí —ordenó el pequeño Uchiha —regresaré con ella.

El chico tomó su toalla para secarse un poco, sería descortés dejar rastros de agua, sobre todo cuando su madre le advirtió que se comportara en la casa de los Uzumaki, así que cuando consideró que estaba medio seco y que no dejaría un desastre a su paso; salió corriendo hacia la cocina a donde Sakura estaba, pues conocía perfectamente la casa de Naruto.

—¡Hey! Sakura, ¿estás aquí? —preguntó, entrando a la cocina haciendo el menor ruido posible —¿Sakura?

—Aquí estoy, Sasuke-kun —contestó con voz apagada. La pequeña niña se encontraba sentada y mirando por la ventana que daba al otro lado del jardín.

El niño se acercó. —¿Qué haces aquí, Sakura? Te estamos esperando en la piscina —comentó.

—Lo sé —contestó con voz apagada.

—Entonces ven —la tomó de la mano para llevarla a la piscina, pero notó que ella se resistía un poco sin saber la razón, por lo que decidió saber qué pasaba.

—¿Sucede algo, Sakura?

—Yo... —pronunció sin decir nada, al momento de mostrarle un salvavidas desinflado.

—¡Huh! ¿Qué es esto? —dijo tomando el pedazo de plástico de color rosa y sin forma. —¿Es tu salvavidas? —Su amiga solo asintió—. ¿Qué le pasó?

—Lo aguijoneé y no sirve ya, así que no puedo meterme a la piscina sin el salvavidas. ¡Yo no sé nadar! —confesó con una voz sumamente decaída.

Sasuke miró el salvavidas y luego a Sakura, sonriendo en el proceso. —¡Ven conmigo! —le pidió— Llamaré a Itachi para que te consiga otro, mientras eso ocurre yo cuidaré de ti. Sé nadar perfectamente, mi hermano mayor me enseñó —dijo con mucha confianza.

—Yo también cuidaré de ti, Sakura —intervino el chico rubio—. Y no solo eso, te vamos a enseñar a nadar, ¿verdad, Sasuke? —gritó con gran entusiasmo.

—Claro que sí. No necesitas ni preguntar, tonto.

—Pero... pero —se resistía un poco la niña de cabello rosa.

—¡Vamos, Sakura! No te puedes perder la diversión. Naruto tiene razón —repitió y la tomo—. Nosotros te enseñaremos, además como dije: Yo cuidaré de ti, siempre lo haré y jamás permitiré que te pase algo malo.

—Eso va por los dos —aclaró Naruto—. No te olvides de mí, Sakura-chan.

—¡Sasuke-kun! ¡Naruto! —murmuró un tanto avergonzada.

—¡Oh, claro! —habló Naruto de repente, sin ocultar su emoción—. Los veo en la piscina, creo que yo tengo un salvavidas. Le preguntaré a mi mamá. ¡Mamá! ¡Mamá!

Los dos chicos escucharon el alboroto que su amigo estaba causando por toda su casa, pero no les sorprendía en lo más mínimo. Naruto siempre causaba un gran escándalo donde pasaba, por lo que los dos niños sonrieron en consecuencia.

Fue cuando Sasuke paró de reír y se movió un poco para mirar a la pelirrosa, a quien le seguía tomando su mano. —Seremos inseparables y siempre estaré pegado a ti —le advirtió.

La niña pelirrosa sonrió de la misma manera. —Entonces yo tampoco me despegaré de ti.

Ese comentario alegró aún más al pequeño Sasuke, asintiendo con la cabeza, sellando una promesa que no se rompería jamás.

*°*°*

Reescrita 07.01.2022

Ojalá les haya gustado. Como siempre, les agradezco por regalarme un poco de su tiempo. ¡Gracias por todo y por tanto!

Un abrazo, Gali.

Encuentros del corazón, época GeninWhere stories live. Discover now