Headcanons, Drabbles e Historias •HTF, Slippy Y Más•

E N C U E N T R O (part 3)

No era raro que lloviera a esas horas de la mañana, igualmente, estaba empezando tiempo de invierno. La ardilla se sentó en su puesto como siempre. En eso un conejo amarillo entro en la oficina.

-¡Buenos días! -le sonrió alegremente mientras depositaba su bolso encima de la mesa.

-Buenos días -respondió sin mucho ánimos sacando una libreta.

-Te ves terrible -rio algo nervioso, pero su rostro notaba preocupación por su compañero y amigo.

-¿Terrible? Pero si dormí bien.

-Andas con el mismo cuento -Cuddles rodo los ojos- no te lo cree ni Lumpy, y Lumpy es un tonto -finalmente, la ardilla lo miro- ains, no te hagas, tienes unas ojeras terribles desde hace una semana, y hoy tienes los ojos hinchados -Splendid toco sus ojos por debajo de sus gafas- ¿esto es por Lammy? Ayer solo estaba bromeando, no creo que ella te deje.

En eso, de golpe alguien mas entro en el lugar, haciendo que ambos se asustaran. Era un alce de gran altura.

-¡CUDDLES!

-Oh por Dios, toca antes de estar.

-Ah.

-¿Qué paso?

-Necesito tu ayuda, ven.

-Voooy -se dirigió hacia el, pero antes de irse, volteo a ver a Splendid- mañana es tu cumpleaños, además de ser domingo, ¡anímate! -seguido, se fue.

Splendid miro su libreta con cansancio. Rasco su ojo con su puño y bostezo. Siguió trabajando en el artículo respecto a los desaparecimientos mas recientes. No se sentía para nada animado por su cumpleaños, menos de ser domingo. Las cosas no iban bien y él no se sentía bien. La angustia, la nostalgia, aquella depresión que crecía nuevamente en su interior. Maldecía que aquel pueblo fuera tan pequeño, lugar al que iba, lugar donde en encontraba a Flippy. Evitarlo era difícil. No quería pensar más en eso, ¿por que no tiene control sobre sus sentimientos? Es un adulto de ya prácticamente 30 años, esas mierdas hormonales debió dejarlas hace bastante. Anoche fue una de las muchas en la cual no concilio sueño y se la paso llorando. Ya no quiere pensar en ello, saco de su bolsillo una de sus pastillas y se la tomo a seco. Debe concentrase en su trabajo. Suspiro nuevamente y siguió en lo suyo.

(...)

Todo fue respectivamente bien. Splendid escribiendo los artículos, Cuddles molestando, Mole chocándose con el tanque de agua y disculpándose, lo normal. Y las cosas hubieran seguido tranquila si alguien no hubiera interrumpido en la oficina de redacción de manera tan abrupta.

-¡Hola mi queridísimo cumpleañero! -una joven oveja con un suéter blanco entró en el lugar.

-¡Ah! -Splendid se levantó de su asiento de golpe- ¡Lammy, no hagas eso!

-Ji, ji, ji -se río, luego se acerco a Splendid y le dio un fuerte abrazo seguido de un pequeño beso, Splendid correspondió sin entender mucho, ¿no que estaba enojada? - feliz cumpleaños.

-Yo... Lammy, hoy-

-Shhh, no me digas que estas ocupado, es tu cumpleaños y no quiero pelear.

-Pero-

-No, no, no, sin excusas, almorzaremos juntos -levanto la cabeza para mirarlo sin dejar de abrazarlo. Sonrió- siento que peleáramos.

-Lammy-

-Pero, hoy es tu cumpleaños y no puedo estar tanto tiempo enojada

-Oye, ¿me dejarías? -Splendid sonrió de manera forzada pero graciosa.

-Prepare algo para ti. Oh, si, dime.

-Lammy, mi cumpleaños es mañana.

Lammy lo miro perpleja. Parpadeo varias veces y se separó del abrazo algo brusca.