E N C U E N T R O (part 5)

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Eran cerca de las 8 de la noche. Entró a su casa a trompicones. Estaba exhausto, mental y físicamente. Su noche no terminaría ahí, debía hacer unas cosas para su trabajo. No debió aceptar ir a la fiesta que le prepararon. No estaba para eso, no ahora. Pero tampoco estaba en posición de rechazarla. Aun se pregunta como Lammy y Cuddles pueden tener tanta energía.

Se dio una larga ducha. Y por un momento pensó en recostarse, pero sabía que se dormiría al instante. Se sentó en el escritorio de su cuarto y saco su cuaderno  dispuesto a adelantar el trabajo de mañana.

Realmente no cree que tantas cosas hayan pasado en tan poco tiempo. ¿Qué había sido de su vida tranquila y aburrida? La respuesta venía en paquete de una misma. persona. ¿Qué había en Flippy que lo hacía sentir tan confundido? ¿Era por qué su historia quedó inconclusa? No, el había enterrado eso hace mucho. Le pone de mal humor, se supone que es un adulto, se supone que debería saber manejarlo.

Se dio cuenta que escribió una palabra mal. Pronto la tachó e intento seguir escribiendo.

Es extraño de que todo volviera así de golpe. ¿Qué clase de karma le estaba cobrando la vida?, ¿El accidente de su hermana?, ¿Era eso? Es estúpido, no fue su culpa.

Rayo con fuerza el cuaderno al darse cuenta lo mal que estaba escribiendo. Lucharía por retener sus ganas de fumar.

Aun así. Nada fue su culpa. Él nunca le grito que hiciera lo que quisiera. Él nunca se quedó dormido aun sabiendo lo que iba a hacer. Él nunca le pidió que no se subiera al auto. Y, para empezar, él nunca le impidió meterse con ese tipo. Todo fue culpa de ese idiota. La convenció de subirse en ese maldito carro junto con la criatura que llevaba en el vientre.

Se levantó y con sus puños golpeo con fuerza la mesa. Luego tomó su cuaderno. Lanzándolo contra la pared.

-¡MIERDA!

Lágrimas empezaron a empapar su cara. Inundado de frustración y estrés. Abrió uno de los cajones del escritorio y buscó con desesperación la caja de cigarrillos. Mientras lo hacia se sentía aun peor, prometió no volver a hacerlo. Finalmente la encontró.

Salió del cuarto hacia la cocina. Tomó un mechero y volvió a subir. Allí prendió él primer cigarrillo. Seco sus lágrimas. Luego se sentó a la orilla de su cama mientras trataba de calmarse con el humo que inhalaba.

Vaya que lo esta pasando mal.. Ya debería dejar todo atrás. Pero simplemente no podía. No era capaz de soltarla. Y muy en el fondo seguía sintiendo que fue su culpa. Pensando que ella estaría tan decepcionada. Decepcionada de el curso que estaba tomando su vida. Quizá... ¿Busca una parte de ella en Flippy? Quizá nunca lo enterró... Solo lo evitó. No lo sabe, esta confundido.

Se dejó caer sobre la cama. Al hacer esto, pudo sentir el aroma de la misma. Olía igual que cuando él y Flippy se quedaban acostados toda la tarde, juntos, hombro con hombro, solamente hablando. Aroma a nostalgia. Ese era el de Flippy. Simplemente ello lo hizo sentir más tranquilo. El recuerdo de él. Sus ojos. Su piel. Su voz. Su aroma. Pero no quedaba nada de lo que alguna vez fue.

Se hizo bolita sobre la cama tomando las sabanas sin soltar el cigarro. No terminaba de creer todo lo que había pasado en un mismo día. Si no organizaba todo pronto su vida terminaría de echarse a perder.

¿Qué haría su hermana?
La pregunta surgió de repente en su cabeza y no pudo salir. ¿Qué haría su hermana?... Probablemente de sentaría a escuchar mientras te consuela. Como cuando Flippy de marchó a la milicia sin despedirse. O cuando sus padres de separaron. Ella durmió con él todo el tiempo para ayudarlo a conciliar el sueño. Y siempre fue así... Buscando lo mejor para los demás. Con esto se dio cuenta de que ella si estaría muy decepcionada. Y le ayudó a aclarar como debería empezar a hacer las cosas.

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