¡La diversión nunca termina! /Moondrop x Sundrop

¡Limpiar, limpiar, limpiar!

Créditos del arte a  @mousebunn

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Los niños adoraban a Sunrise, Sunrise era un chico estupendo. Su traje, su carisma y sobretodo su altura lo hacían una montaña perfecta para escalar. Era amigable, ruidoso y gracioso, el mejor amigo que podía tener un infante. No obstante, aunque siempre se la pasaba con pegante en las manos y cuidando de que los niños manejaran bien las tijeras, tenía un ligero problema que preocupaba no a uno, si no a unos cuantos niños que frecuentaban la guardería.

No sucedía muy comúnmente, sobretodo porque los niños eran obedientes y no hacían nada para molestar a su amigo, sin embargo cuando pasaba, tenían que verse con la cómica escena del hombre sol chillando en el suelo.

Por suerte, una de las niñas que frecuentaba el lugar ya había presenciado ese comportamiento, de modo que su primera reacción fui ir en busca de Moondrop. A Moondrop no lo conocía muy bien porque se hacía cargo de la hora de la siesta, y como ella no estaba tanto tiempo ahí, no sabía cómo era él.

—Señor —llamó la chiquilla. Moon era un muchachito espigado y delgado con una gran cabellera blanca. Su palidez era extrema, pero la sonrisa en su boca le daba un toque de tranquilidad a su terrorífica apariencia —, algo pasa con sunrise.

—¿Hm? — contestó. Su voz era susurrante y tranquila—¿volvió a perder la bolsa de googly eyes?

—Un niño malo lo está molestando —dijo, mostrando una mueca. Sus dientes frontales le faltaban—, parece que no quiere hacer caso con el orden de los bloques de juguete.

Sin perder la sonrisa, palmeó la cabeza de la niña y salió de su lugar. Cuando no era la hora de la siesta, permanecía en los cojines fuera de la zona de juegos. Dormía lo que parecía ser unas largas horas, pero si lo llamaban despertaban rápidamente. Los niños no creían realmente que estuviera durmiendo.

Mirando la escena frente a sus ojos, se dio cuenta de que había un niño problemático haciendo desorden en un área de juegos que Sun siempre mantenía ordenada de una manera específica. Si los niños querían jugar debían seguir los patrones de los colores, era divertido, de eso se trataba el juego, pero cuando alguien desobedecía las reglas Sunrise se ponía muy ansioso.

Como las quejas se extendían un poco a su naturaleza enervada, dejo de gritarle a los niños cuando pasaba eso. Pero entonces se quedaba ahí, tendido en el suelo, mirando el desastre con cara de horror.

No habían muchos niños como aquel, de hecho, casi todos eran unos lindos angelitos que solo querían divertirse, pero como siempre, debían de existir infantes fastidiosos e irritantes. A veces los padres negligentes que no eran capaces de soportar a su niño, prefería llevarlos a aquellos lugares como la pizzeria con la esperanza de perderlos en algún momento.

Acercándose por la espalda, el niño volteó cuando la gran sombra del Moon cubrió su cuerpo. El niño miro hacia atrás, la alta figura del hombre era excesiva, y frente a su postura sentada, se veía más grande.

—Oh pequeño niño — le dijo, con una voz suave—, ven, ¿Por qué no vamos a que te lea un cuento?

—¡¿Eh?!

Existían infantes groseros, pero antes de que empezaran con las ofensas, Moon se encargaba de silenciarlo con un ademán. Cuando veía que al niño le molestaba, se llevaba el dedo a la boca y decía "shh, shh pequeño y travieso niño"

—Vamos a dormir, vamos.

—Pero-

—Vamos.

Tomándolo de la mano, lo alejo del sitio. Cuando sunrise vio que le niño no estaba, comenzó a ordenar todo rápidamente

—Ya saben niños, verde, amarillo, rojo, no amarillo, verde y rojo, no niños, hay que limpiar este desastre, ayúdenme a organizar ¿si? ¿si?

Haciéndole caso, empezaron a acomodar los bloques entretanto Moon tendía el niño un libro. Leyendo con dificultad el título, el pequeño se enteró que era de terror

—N-no me gusta el terror —Sonriendo, Moon no le hizo caso.

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No me demoro en actualizar porque tengo capítulos ya hechos, solo falta corregir.  Sin embargo cuando ingrese a la universidad, bueno, ahí vemos.