¡Cosquillas, cosquillas, cosquillas!

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La vida de Moon y Sun cuando no estaban en la guardería era muy ordinaria. Vivian juntos en un pequeño apartamento y se ayudaban con los gastos. Los dos tenían sus manías y hábitos (Sunrise no podía ver una mancha en el piso o la mesa sin que se pusiera a limpiar, y Moon sufría de insomnio y sonambulismo) pero del resto, su relación estaba muy bien.

Como había dicho, las veces que Moon no dormía en la noche, aprovechaba su trabajo para dormir en la hora de la siesta. No obstante, esa vez no pudo hacerlo. Luego de que Sundrop terminara con su parte de divertir y cansar a los pequeños, en todo ese tiempo libre, no pudo pegar el ojo.

Se encontraba rodeado de muchos cojines y sabanas suaves, incluso había puesto música relajante, pero no podía quedarse dormido. Pensó que podría tratarse del escandalo que estaba haciendo Sunrise entreteniendo a los nenes con un poco de show de magia, pero siempre era de esa forma, así que descartó la idea.

Al final, cuando fue hora de que pusiera a dormir algunos niños, empezó a sentirse soñoliento. La modorra le atacó en el momento justo en que el se sentó en el suelo con  los niños en sus bolsas, mirándolos expectantes y esperando a que empezaba a contar cuentos.

Sundrop se había ido, o mejor dicho, estaba alejado en algún rincón recuperando su energía. Su trabajo consistía básicamente en arrojar toda su estamina hacia un tumulto de niños revoltosos, era posible que estuviera yendo a buscar un vaso de agua, a estirarse o también a comer algo. Su voz terminaba ronca la mayoría de las veces por su gran dedicación a la hora de gritar y cantar, así que tenia que tomar pastillas que pudieran ayudarlo a sentirse mejor.

Podía ser cierto eso de que él se llevaba la parte más dura de los dos, después de todo él solo tenia que contar cuentos y hacer dormir a los niños.

—Bien niños —Su voz susurrante empezó a reconfortar a los pequeños—. ¿Qué quieren que les lea  hoy? —bostezó—, ¿alguna sugerencia?

Los pequeños se quedaron en silencio,  eso era extraño, normalmente nunca podían decidir un cuento porque Moondrop ya tenia uno preparado para ellos en el regazo. Pensativos, vieron como el hombre albino se curvaba hacia adelante, parecía cansado.

—Moon  —llamó una niña, saliendo de su bolsa de dormir—,¿se siente bien?

—Oh sí, solo... 

Sacudiendo la cabeza, se restregó la cara y se levantó, Oh Dios, ¿qué le pasaba? Viendo que los niños lo miraban preocupados, se recupero rápidamente 

—Solo estaba pensando en que libro leer pero ya sé, toma el de "la pequeña princesa" ¿si? Ya regreso.

Asintiendo, la niña fue  por el libro. Se tuvo que empinar un poco y saltar pero logró tenerlo del estante. Para cuando regresaba, Moon tenia en sus manos una botella de Fizzy faz con una imagen de Roxy en ella.

—Gracias pequeña.

Acariciando su cabeza, Moon se sentó y empezo a leer. Había buscado una botella de fizzy faz y se la había tomado entera  para recuperar su energía. La bebida era energizante y podría mantenerlo por un gran rato.

O eso esperaba.

ˏˋ((🌿))

Su plan era perfecto, y lo era, pero no esperaba que tomar fizzy faz resultara con que le diera hipo. Primero empezó suave, los niños ni siquiera se habian dado cuenta, pero cuando dijo " y la princesa- ¡hip!, la princesa y el príncipe -¡hip! " los pequeños empezaron ponerle más atención al ritmo de su condición que al cuento.

No podría resultar un problema si no fuera porque los niños empezaron a reir. Moondrop los mando a silenciar con una mirada, pero los nenes siguieron escondiendo sus sonrisas a través de la ropa. Al final, no podía decir una oración sin hipar excesivamente y tenia muy bien sabido, que si no podía terminar el cuento, nadie iría a dormir.

¡La diversión nunca termina! /Moondrop x SundropWhere stories live. Discover now