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Narrador omnisciente

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Narrador omnisciente.

Habían pasado dos semanas desde que Camilo y Liliana hablaron en aquella casita que ambos crearon.

Ninguno de los dos volvió a dirigirse la palabra desde ese día.

Esta noche la Abuela Alma había invitado a la familia Sánchez a una cena. Ambas familias se llevan bien gracias a la amistad de Camilo y Liliana, pero ahora que ambas familias sabían lo sucedido hace siete años, la amistad de ambas estaba colgando de un hilo.

Todos cenaban algo incómodos, por otra parte, la familia Sánchez estaba feliz de volver a ver al integrante desaparecido de la familia Madrigal, Bruno Madrigal.

Cuéntenos Señor Bruno,¿cómo ha estado últimamente?- Preguntó la señora Sánchez.

Bien, la verdad vivir fuera de las paredes es mucho mejor.- Dijo con una leve sonrisa.

Me alegra mucho volver a verlo señor Bruno.- Dijo la pelimarrón regalando una sonrisa calidad a Bruno.

Yo también me alegro mucho, has crecido mucho pequeña.- Los ojos de Bruno miraban con nostalgia a la pelimarrón recordando los días que jugaba con ella y Camilo de niños.

La cena transcurrió con normalidad, ambas familias platicaban tranquilos, ahora sin incomodidad alguna.

El sonido de una silla llamó la atención de todos, Camilo se había levantado de su silla y se había posicionado frente a todos, quiénes lo miraban confundidos.

Buenas noches a todos. Yo... tengo que decir.- Dijo el Madrigal algo nervioso.

Dinos Camilo.- Dijo su abuela.

Camilo suspiro tratando que sus palabras sonarán claras y que nadie pudiera confundiera lo que estaba apunto de decir.

Quiero pedirles una disculpa a todos. Por mi comportamiento y actitud infantil.- El joven miro a su familia y la familia Sánchez con sus ojos llenos de arrepentimiento.

Las palabras del Madrigal conmovieron a ambas familias, quiénes podían sentir la sinceridad y arrepentimiento del jovén. La señora Pepa, se levantó de sus asiento junto a su esposo para abrazar a su hijo.

También, quiero pedirte perdón Liliana.- La nombrada lo miro. -Lamento mucho no haberte escuchado y haber roto nuestra amistad. Fui un tonto.

LOOK AT ME | 𝘊𝘢𝘮𝘪𝘭𝘰 𝘔𝘢𝘥𝘳𝘪𝘨𝘢𝘭Where stories live. Discover now