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Narrador omnisciente

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Narrador omnisciente.

Los ojos de la Sánchez se abrieron como plato al ver el nombre de su amigo, no podía creer que el hubiera hecho todo esto.

Buenas días.- Mateo la saludó mostrando una linda sonrisa.

¿Tu... hiciste esto?- Señalo la hoja que tenía en mano, el joven miro aquella hoja y sonrió.

Si, fui yo.

— ¿En qué momento escribiste esto?- La pelimarrón estaba realmente sorprendida, pues no era solo una hoja la que estaba pegada eran varias en ciertas casa.

Ayer en la noche, terminé durmiendo a las cuatro de la mañana pero valió la pena.- Llevo una de sus manos a su nuca y rasco está.

No debiste Mateo...

— ¡Claro que debía!- Dijo rápidamente -Te hacía sentir incomoda y no permitiría eso.-

La pelimarrón tomo por sorpresa al de apellido Cuevas al abrazarlo con fuerza, se acercó a su oído y susurró un “gracias”. Mateo sonrió y acepto el abrazo de su amiga, sin importarle que algunas personas los estuvieran viendo.

Por otro lado, el Madrigal caminaba en dirección al puesto de su tía con algo de molestía, después de escuchar por parte de su cuñado, Mariano, sobre el rumor entre Mateo Cuevas y su mejor amiga; este no dejaba de sentir cierta molestia de solo pensar en que el pueblo ya daba por hecho que ellos dos eran algo.

¿Qué le ven a ese? Ni siquiera es el tipo de chico que le gustaría a Lili. Pensó el Madrigal.

Buenos días Camilo.- Lo saludó su tía Julieta con una sonrisa.

¿Que tienen de buenos?- Pregunto mostrando la molestía en sus palabras.

¿Porque estás de mal humor?- Pregunto Mirabel, quien llego en ese momento.

Eso no...- El Madrigal no pudo terminar al ver a aquellos jóvenes a lo lejos abrazados. -Ahora vuelvo...-

Su tía y prima quedaron confundidas, vieron como el Madrigal se alejaba del puesto y se acercaba a aquellos jóvenes en el centro de la plaza.

Mateo y Liliana, se separaron de aquel abrazo y se regalaron unas sonrisas cálidas. La pelimarrón se sentía muy agradecida con el de apellido Cuevas por lo que había hecho.

¿Interrumpo?- La voz de su mejor amigo se hizo presente.

Buenos días Camilo.- Saludó Mateo pero este no obtuvo respuesta por parte del Madrigal -Bueno, nos vemos Lili.- El joven intento irse pero la pelimarrón lo detuvo, tomándolo del brazo derecho.

LOOK AT ME | 𝘊𝘢𝘮𝘪𝘭𝘰 𝘔𝘢𝘥𝘳𝘪𝘨𝘢𝘭Where stories live. Discover now