❝ 𝙿𝚂𝙸𝙲𝙾𝙿𝙰𝚃𝙰 ❞ || shin ryujin & you.

O7

— Despierta. — Una voz de una mujer ordenó. — ¿Eres sorda o qué? ¡Despierta! — Una fuerte bofetada pegó en mi mejilla. No sabía de quién se trataba, ya que tenía los ojos vendados, pero reaccioné al instante. Me encontraba asustada.
— Al fin.. no pensé que tardaras tanto en despertar. —

— ¿Q-quien eres? — Tartamudeé. — ¿Qué quieres de mi? —

— Hacerte sufrir. — Respondió.
Comenzó a sonar una especie de cuchilla afilándose, lo cual me causó escalofríos. No sabía que responder.. O cómo reaccionar. No recordaba absolutamente nada. 

— ¿Por qué?.. —

— Eso no importa. — Escuché cómo insertaba un cargador a lo que parecía ser una arma de fuego, me aterré aún más en ese momento. — Nos vemos, nueva trabajadora de la CIA. — Estiró la mano sobre la parte superior de la corredera y tiró de ella.

...

Pegué un brinco del susto y abrí los ojos, observé mi alrededor y me encontraba en mi cálido cuarto, un suspiro de alivio salió de mi boca. Todo había sido una pesadilla. Probablemente el sueño fue a causa de mi temor por estar siendo investigada por el asesino en serie. Vi mi reloj y aún era temprano, no había llegado tarde al trabajo.
Me levanté y me dirigí al baño para enseguida ir al trabajo.

Con Jay.

— No lo sé, Mingi. ¿Crees que este asesino sea sólo un maldito sádico al cuál le gusta hacer sufrir como la mierda a las personas? — Dijo mirando los expedientes de asesinatos.

— Sí. Eso creo.. tan sólo mira los expedientes, mata de una manera sumamente despiadada y cruel a todas sus victimas.. —

— Lamento interrumpir, pero ya estamos todos en la sala de reunión. — Dijo Ryujin entrando a la oficina perteneciente a Jay.

— Ya vamos. —

Ryujin salió de la oficina para dirigirse a la sala de reunión, hasta que miró a T/N con un chico charlando, lucían algo cercanos. Su mirada penetró tanto a T/N que miró a Ryujin.

— Oye Ryu.. — Ryujin ignoró a T/N y siguió su camino hacia la sala como si nada. T/N quedó algo confundida.

EN LA SALA DE REUNIÓN.

Pov. T/N.

Ya me encontraba en la famosa sala de reunión, junto a varios agentes y ejecutivos de la CIA. Ryujin estaba a mi lado, no podía dejar de mirarla, se veía tan atractiva concentrada..

De un momento a otro, me puse algo nerviosa al sentir la mano de Ryujin sobre mi pierna. Sólo me quedé callada, hasta que su mano comenzó a dirigirse hacia mi entrepierna y a jugar con esta, la miré y me miró como si nada.
Mordí mi labio inferior e intenté no suspirar o jadear.

...
Una vez salimos de la reunión, me aproximé a Ryujin, en el estacionamiento. — ¿Ryujin? — No obtuve respuesta.