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Había vuelto de comprar los alimentos para sus tres gatos. Soonie, Doongie y Dori lo recibieron contentos.

Pronto les sirvió a cada uno en sus respectivos platos y dejando que disfruten de su merienda los observó de lejos con mucho amor. Eran sus únicos acompañantes en su solitario departamento.

Al ser domingo, no había mucho que hacer, lo habían contratado en una veterinaria gracias a las prácticas en su Instituto de Preparación pero solo asistía los martes y jueves.

Allí era asistente en la recepción, aún no estaba listo para encargarse de los animales pero estaba feliz con lo que hacía.

Si se esforzaba lo suficiente y era un empleado sobresaliente, tendría buenas reseñas para postular a la Universidad en la capital.

Estudiar la carrera de Medicina Veterinaria fuera de su ciudad natal, era ahora su única meta de vida.

Aunque antes en sus planes de futuro se encontraba su ex novio, con quién se supone estaría durante mucho más que 2 años. Realmente había creído que su relación con Jisung iba a durar para siempre, ya que nunca amó a alguien de esa forma.

No eran perfectos, pero estaban muy enamorados y eso era suficiente.

Hasta que Han tiró todo lo suyo por la borda, fue quién más cometió errores entre ambos. Lo dejaba abandonado por días, lo ignoraba y ponía cualquier cosa por encima de su propio novio.

Minho creía que no tenía porqué soportar eso y terminó su relación, aunque se sintió mejor al principio. Su corazón aún lo amaba.

Fueron días difíciles después de aquella última charla en su cafetería favorita, no notó siquiera cómo pasaron los meses. Incluso había pensado que el menor se atrevería a buscarlo, pero nunca se apareció ni para pedir perdón. Y eso lo enojó, pero más que todo, lo había desilusionado por completo.

Se decidió a olvidarlo porqué no tenía razón para seguir enamorado.

No volverían a verse en cuánto él se vaya a estudiar lejos y no podía seguir amarrado a ese sentimiento.

Por lo que siguió con su vida normalmente, aunque no negaba que habían momentos de nostalgia dónde lo extrañaba. Pero Minho se veía bien, era feliz y sus amigos contribuyeron mucho con ello. Ya que lo motivaban a salir, a pasear y no estresarse con sus prácticas. O se deprima por el fin de su larga relación.

Incluso le presentaron a otros chicos pero él se negó a intentarlo de nuevo por un tiempo, quería dedicarse a él mismo.

Sin embargo, no supo cómo terminó por aceptarle las salidas al lindo Kim Seungmin, el cuál conoció gracias a uno de sus amigos.

Felix le insistió en que era un buen chico y le dé una oportunidad.

Luego de tener algunas citas y conocer más a Seungmin empezó a agradarle mucho, disfrutaba de lo bueno que era con él. Era muy atento y detallista, le gustaba pasar tiempo juntos.

Aunque no se sintiera igual.

No dejó que sus pensamientos negativos lo distraigan. Hoy en la tarde vendría a su casa para ver películas juntos y debía ordenar un poco.

Era extraño volver a esas andadas románticas, no se sentía listo pero su nuevo menor era muy lindo y junto a él volvía a sentirse importante. Especialmente se sentía amado.

Y de cierta forma, quería mucho a Seungmin, por ello decidió que debía darle una oportunidad.

Sus reflexiones se interrumpieron por el pitido que tanto odiaba, era el timbre de su departamento y avisaba que su cita había llegado.

Abrió la puerta un poco emocionado.

- Hola Hyung... ¡Traje helado!.- Saludó sonriente y enseñando del postre que compró para ambos.

- Hola Seungminnie, pasa... Bienvenido.

- Wow. Qué lindo su depa, Minho Hyung...

Luego se sirvieron un poco del helado de menta y arreglaron el lugar elegido para iniciar su propio cine.

Pronto estuvieron acomodados juntos en el sillón y decidiendo que película verían muy entusiasmados. Estaban tan cerca que Kim empezó a sentirse nervioso y pensando en si debía dar un paso más.

A pesar de que aún dudaba sobre los sentimientos de su mayor.

Pero se acercó de pronto y le robó un beso sin pensarlo más. Dejándo a su acompañante muy sorprendido, con su corazón latiendo muy apresurado pero extrañamente no sintió nada... Especial.

Sonrió nervioso y no queriendo arruinar el momento rodeó con su brazo al menor. Seungmin sintió algo de incomodidad en su mirada pero no quería auto desilusionarse y se dejó llevar.

Ambos se decidieron por una comedia para pasar su tarde juntos. Siendo optimistas de que sería una muy buena cita.

...

Jisung comía helado de chocolate sentado en su sillón e ignorando la hora que era.

Se supone que debía estar preparándose para la fiesta pero entró de pronto en una crisis, había estado buscando un outfit para esa noche y encontró unas prendas que le pertenecían a su Hyung.

Fue demasiado masoquista de su parte acercar aquella camiseta a su nariz buscando el aroma que tanto extrañaba.

Así fue como cayó en estado de profunda tristeza y se acurrucó en su sofá tratando de no llorar desconsolado.

- ¡Han Jisung! ¿Qué... haces?

Sus amigos entraron, luciendo sus mejores ropas para la fiesta, y sus miradas indignadas sobre él, afortunadamente se secó las lágrimas a tiempo.

Aunque aún así no lograba engañar a nadie.

Changbin se acercó y le quitó el bote de helado causando que el menor hiciera un puchero.- Dámelo...

- Sung... Nos dijiste que vendrías ¿Por qué no estás listo?

- Lo siento, me distraje. P-pero voy a ir...

- ¡Así se habla! Vamos a cambiarte.- Seo lo jaló hacia su habitación en el segundo piso.

Su madre también había aparecido para ayudar con algunos comentarios, emocionada al ver que su hijo saldría después de tanto tiempo.

Chan había elegido la misma camiseta que había hecho que llore hace un rato, pero no dijo nada por miedo a que lo regañen por aún guardarla.

Pronto estuvieron listos para salir hacia la fiesta.

Y llevando el aroma de Minho consigo sentía su corazón doler fuertemente.

***

gracias a qnes leen <33

- 🌙

#sobrio ;; minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora