Por el titulo ya se debes de dar cuenta de lo que se trata, capítulos lemon que se me puedan ocurrir en cada semana para entretenerme cuando no tengo nada que hacer.
Estas historias nos se lo tomen tan enserio, ya que como dije, es solo para entrete...
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(Perdón)
Las razones de la tardanza de este capítulo es que en estos momentos me encuentro ocupado con un proyecto (Que se puede decir que es una tesis), por lo que puse total prioridad a ese trabajo. También está el hecho de que entre a clases presenciales a última hora, así que ahora no puedo escribir como antes (Ya se lo deben de imaginar, si antes tardaba en subir capítulo, ahora se tardará más).
En fin, eso es lo único que quería decir, así que, que comience este capítulo.
...
'En la Sala Blanca había actividades que se podrían realizar que eran opcionales para hacer. Una de esas tantas actividades es el arte, en específico, el arte de la pintura. No es una actividad que lleve mucho a cabo, pero se dominarlo un poco. Soy una persona curiosa, eso es algo que sé muy bien, y gracias a esa misma curiosidad, estoy ahora en un lugar bastante apartado de la escuela para dibujar tranquilamente, sin que nadie me moleste en lo absoluto'.
Ese fue cierto pensamiento de cierto castaño de nombre "Ayanokouji Kiyotaka", el cual, con el paisaje tranquilo, y teniendo una buena vista, comenzó a dibujar en un cuaderno sencillo de hojas blancas, y uso el lápiz que normalmente usaba en clases para dibujar a grafito.
Realmente, él se sintió relativamente tranquilo al estar dibujando con un clima perfecto, libre de cualquier ruido que pudiera resultarle molesto.
De hecho, ya que ese era el lugar perfecto para dibujar, había otra persona que había descubierto ese mismo lugar por las mismas razones que las de él, un lugar tranquilo, silencioso, y con una buena vista. Esa misma persona era una cierta joven de cabello purpura con mirada disgustada, la cual se encontraba en el Club de Arte. Esa joven era una estudiante de la clase-A, "Kamuro Masumi", quien también iba a ese mismo lugar desde que se integró al Club de Arte, su lugar preferido de toda la escuela sin duda alguna.
Cuando llego Kamuro al lugar, noto la presencia del chico, el cual estaba concentrado en lo que dibujaba.
Kamuro se disgustó por ello. Su lugar secreto había sido encontrado por otra persona. Sin embargo, hubiera sido alguien peor, así que poco se podía quejar ella.
Tenía dos opciones para hacer ahora. Irse de ahí y esperar que aquel chico se fuera de su lugar de paz. La segunda era de darse por vencida, y compartir aquel lugar.
Pensó en la segunda opción, y le pareció idiota esa opción. No por el hecho de estar con el castaño, sino por el hecho de decir la palabra "compartir" cuando el lugar ni siquiera era de ella para empezar, y cualquier persona de la escuela era libre de estar ahí si se lo apetecía.
Por lo que, estando parada por varios segundos mirando al castaño, ella suspiro.
Se acerco al lugar, y se sentó en el pasto que estaba en el lugar, comenzando a dibujar también.
