About The Time In The Shower

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Hoseok podía casi revivir aquellos momentos cada que entraba en la ducha.

Las manos grandes de Yoongi tocándolo.

Los labios de Yoongi en su cuello.

Él, volviéndose un lío en sus brazos.

Sabía que no debía tener esos pensamientos.

Pero con dieciséis años, no había mucho qué hacer con ellos.

Entrar en la ducha era igual a cerrar sus ojos y recordar lo que él y Yoongi hacían después de sus clases de gimnasia, cuando había la oportunidad de compartir el gimnasio con el grupo del menor o cuando ocurrían eventos deportivos, o solo cuando Yoongi no resistía en saltarse una clase e ir por él.

La primera vez había sentido toda la adrenalina correr por sus venas, temeroso de que alguien los hubiera visto.

La segunda vez, la confianza había crecido solo un poco después de saber que sus compañeros no pasaban más de cinco minutos debajo de los chorros de agua.

Después de la tercera, se volvió menos cauto.

Nada pasó más allá de los besos acelerados, de roces peligrosos, de jadeos y gemidos casi silenciosos.

Las manos traviesas de Yoongi siempre rozando los límites de su cordura pero sin llegar a completar el acto por completo.



Un día, solo dejaron de hacer esas cosas.

Yoongi le había dicho que debían mantenerse alerta. Y él aceptó, no sin antes hacerlo por última vez. Sintiendo cuánto pudo de Yoongi.

El menor era indudablemente encantador. Y si bien, Hoseok no quería admitirlo, al paso que iban las cosas Yoongi terminaría siendo más alto que él.

Y por un momento Hoseok pensó que cuando eso pasara tal vez terminarían enredados en las duchas hasta llegar al final.

Pero nunca pasó. Tan solo unos meses después, él se estaba mudando a Seúl. Yoongi había acabado en el hospital. Y él iniciaría la preparatoria en un lugar demasiado lejos para mantener lo que sea que pudo iniciar con Yoongi.

Después de eso, Hoseok quiso dejar de lado cualquier indicio de sentimientos por el menor.

Pero era casi imposible no evocar su imagen cada que entraba a la ducha y cerraba los ojos.

No fue hasta que conoció a Seokjin que todo dio un giro.

El menor dejaba su mente por mucho más tiempo y de a poco fue Seokjin la imagen que tenía mientras se duchaba.


Pero ni eso evitó volver a besarlo tan solo unos días después de convertirse en el novio de Kim Seokjin.

Confesarle a Yoongi su relación fue tan difícil. Ver al menor apretar los puños.

Si bien le había mandado algunas indirectas en sus mensajes, si bien había hablado de él en algunas llamadas telefónicas, nada fue suficiente para explicarle al menor cómo se había enamorado de otro chico.

Nunca se habían confesado.

Nunca habían hablado de tener sentimientos el uno sobre el otro.

Y aún así, sintió como si había engañado a Yoongi.

El tiempo pasó y fue más fácil para Hoseok avanzar y darse cuenta de lo mucho que amaba a Seokjin, y si bien aún pensaba en Yoongi, quería tapar el sol con un dedo, y sin parar se repetía que el menor quizás había sido lo más cercano a un primer contacto de sentimientos amorosos que nunca se habían desarrollado.

Pero las imágenes en la ducha a veces son difusas.

Seokjin ocupaba la mayoría de ellas, más ahora que comparten un departamento y comparten ese momento por las mañanas, terminando casi siempre en un clímax exquisito del que Hoseok no parece cansarse.

Pero son los días donde Seokjin se va temprano por un examen, donde él se queda a solas y no puede evitar pensar en que su cuerpo fue tocado y admirado antes por otro hombre.

Y se siente culpable por querer, aunque sea en lo mínimo, volver a sentirlo.

ᴏʙsᴇssɪᴏɴ [𝐽𝑖𝑛𝐻𝑜𝑝𝑒]  ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora