ᴏʙsᴇssɪᴏɴ [𝐽𝑖𝑛𝐻𝑜𝑝𝑒] ✓

41.Epiphany [EPILOGO]

Nada debería ser tan fácil.

Seokjin estuvo incluso decepcionado.

El sistema de justicia era un completo desastre. Quienes revisaron el caso eran tan incompetentes.

Sentado en la sala de espera, chequeando su reloj para saber la llegada en su avión.

Aún le quedaba un rato para que su vuelo fuera anunciado y aún le gustaban esos momentos donde podía solo sentarse y observar a la gente a su alrededor. Siempre habría algo interesante qué ver. Las parejas que estaban listas para pelear a cinco minutos de tomar un vuelo de bastantes horas, los niños correteando, los adultos que seguramente iban con sus amantes.

Había de todo un poco.

Y eso le encantaba, nunca se aburría de leer y analizar a la gente.

Tan entretenido.

Después de todo, lo necesitaba. Ya que Hoseok había terminado su vigencia hacía ya mucho tiempo.

Su hermano no era interesante, ni siquiera por el buen cuerpo y resistencia que tenía.

Jungkook era tan predecible para él. Tan iguales y al mismo tiempo tan diferentes. Pero ya no había nada nuevo en él que pudiera interesarle.

Así que Seokjin necesitaba algo nuevo, refrescante... un reto...

Y quizás estaba frente a él. En la sala de espera.

Un lindo rostro.

Ojos coquetos.

De buen cuerpo, alto al menos.

Seokjin rió para sus adentros.

Debía ser una broma.

Sería divertido.

¿Verdad?

Seokjin se dedicó a observarle detenidamente. Sus movimientos, desde sus manos hasta sus ojos. Incluso intencionalmente conectó su mirada con el sujeto. Lo observó unos minutos de maneras diferentes, no despegó su mirada.

Lanzó algunas sonrisas.

Hasta lograrlo.

Fueron quizás diez minutos. Tal vez incluso menos.

El chico se acercó a Seokjin.

Era cauteloso, pero no inseguro. Su porte declaraba "chico peligroso".

Seokjin amaba los retos y tenía uno demasiado bueno como para dejarlo.

Para ser honesto... no lo había imaginado pero... no podía solo dejar pasar la oportunidad, ¿no?

Podría ser divertido.

El chico comenzó acercarse, Seokjin se acomodó mejor en su asiento hasta que aquel chico tomó el asiento a su lado.

―Hola ― la voz fue la mejor parte.

―Hola, ¿viajas a Japón?

―He decidido comenzar una nueva etapa de mi vida.

―¿Mal de amores?

―No, solo creo que necesito encontrarme a mí mismo, cursi supongo.

―Creo que es maravilloso.

―¿Qué hay de ti? ― era cuidadoso.

―Es más un asunto de trabajo en realidad.

La charla fue fluida después de eso, Seokjin solo intensificaba su mirada, observaba al chico y de vez en cuando mordía sus labios y desviaba la vista rumbo a los contrarios. Logrando la atención que quería, comenzando a jugar sucio.