CAPÍTULO 5: Adiós conciencia

1.5K 108 25
                                    

¡Hola lector@s!

Aquí os dejo un nuevo capítulo de esta historia que, personalmente me encanta. Espero que os esté gustando.

Bueno os dejo de aburrir, a leeeeeer. 

---

Isabella

- Hola sexi. - susurra esa voz grave tan particular cerca de mi oído.

- ¿Lewis? - consigo murmurar después de tragar saliva unas cincuenta veces.

- Por mucho tiempo que estemos separados, nunca me cansaré de ver ese culo. - añade dándome la vuelta por las caderas para que, por fin, mis ojos vuelvan a encontrarse con esa mirada color café y esa sonrisa petulante que tanto echaba de menos.

Y, ahí estaba, otra vez, sumergida en él, siendo consciente de que sería suya, si él me lo pidiese.

No puedo creerlo, hace tanto tiempo que sueño con volver a ver esos ojos café que, por algún motivo, despiertan cada neurona, cada nervio en mi interior. El corazón me late a tropecientos mil por hora a medida que su sonrisa se ensancha, remarcando esa actitud de chulo que ha conseguido sacarme de mis casillas tantas veces.

Está guapísimo, sus ojos combinan perfectamente con el color ligeramente más oscuro de su pelo, que se muestra despeinado dejando caer esos rizos morenos sobre su frente. El conjunto de color negro que lleva puesto le queda como anillo al dedo, ya que remarca todos y cada uno de sus músculos mientras que estos se contraen fruto del esfuerzo físico. Entre la camiseta de manga corta ajustada negra y esos pantalones anchos del mismo color, es imposible no tener el impulso de tumbarse sobre el suelo y dejar que haga toda su magia. Pero, absolutamente nada se compara con la presión que surge en la parte baja de mi abdomen cuando subo la mirada, para encontrarme con la suya, un tanto pícara y recalcada por una sonrisa de lado, de la cual surgen dos pequeños hoyuelos en sus mejillas.

No puedo más, mi corazón parece estar a punto de explotar, mis manos sudan como si me hubiera perdido en el desierto del Sáhara y mi respiración necesita, como mínimo, tres intervenciones quirúrgicas para ir como es debido. Sus ojos, sus labios, su sonrisa... todo de él crea un campo magnético que me atrae peligrosamente hacia él, sin ser consciente del peligro que eso supone.

- Te he echado de menos, Iz. - murmura enloqueciendo todos mis sentidos hasta que mi consciencia desaparece cómo si hubiera dimitido antes del fracaso.

A tomar por culo.

En cuanto esas palabras salen de su boca, le agarro del cuello agresivamente, acercando su rostro al mío hasta que, por fin, nuestros labios se funden entre ellos como si hubieran estado diseñados para permanecer así por el resto de los días. Él no tarda en responder, también agresivo y sin paciencia, introduciendo su lengua en mi boca mientras me agarra por la espalda hasta llegar a mi culo, que acerca con fuerza a su cuerpo, minimizando el espacio que nos separa. Mis dedos corren por su pelo agitado a medida que se profundiza el beso y se intensifica, como nunca antes. Él muerde mis labios sensualmente, incrementando la presión bajo mi abdomen, lo que hace que apriete mi cuerpo contra el suyo, excitada. Es probable que, desde fuera, el beso parezca desastroso, descoordinado, como dos sapos que no saben cómo despegarse el uno del otro, pero la conexión entre nosotros hace que pierda por completo el sentido de la vergüenza. O, como mínimo eso creo, antes de escuchar unos disparos provenientes del callejón tras la puerta verde.

Me separo asustada, con las manos listas para atacar y los ojos teñidos de violeta, aunque creo que eso ha sido fruto de mi excitación.

- Ven, la nave no debe de estar lejos. - susurra cogiéndome de la mano para guiarme a través de la carretera, sin ni siquiera molestarse en mirar antes de cruzar.

ASTHOR, EL PLANETA ESCONDIDO #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora