ASTHOR, EL PLANETA ESCONDIDO #2

CAPÍTULO 9: El mafioso

¡Hola lector@s!

Este capítulo es uno de mis favoritos, así que espero que os guste muuuuuuchoooo. Dejadme todos y cada uno de vuestros pensamientos en comentarios, que me encanta leer vuestras reacciones. 

Espero que os guste este capítulo narrado por Kesha, un personaje que, aviso, dará un giro impresionante en este libro. 

Bueno, basta de introducciones, ¡a leer! 

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Kesha

El agua corre por todo mi cuerpo, limpiando cada espacio, cada recuerdo, cada sueño, cada pesadilla... Pero, por algún motivo, su rostro sigue persistente en mi mente, esos ojos color café gritando de dolor, pidiendo ayuda a un ser más poderoso, mientras que una cruel mujer de labios color carmín lo manipula, como si se tratase de una simple marioneta con los hilos invisibles al ojo humano.

Todo el universo sabe lo dolorosa que puede llegar a ser una tortura, ese sentimiento extremo que hace que la víctima desee dejar de respirar de una vez, para ahorrarse el sufrimiento. No obstante, él persiste, a pesar de lo dolorosa que pueda llegar a ser esa máquina, que juega con su mente, intentando penetrar en sus recuerdos para encontrarla. Él intenta olvidar, aunque solo es por unos pocos minutos, ese precioso rostro de ojos verde esmeralda, sonrisa inocente y pelo en llamas, y siempre lo consigue, ya que, cuando se trata de ella, sería capaz hasta de iniciar una Guerra Interespacial solo para protegerla.

Los cables negros que atan sus manos, impidiendo que pueda escaparse, son los mismos que dejan pasar el corriente eléctrico que penetra en su cuerpo y juega con su mente. La risa de una mujer penetra en mi cabeza, hasta el punto que mi mente vuelve a sumergirse en el extenso mundo de la ignorancia, donde aún persiste el eco de su voz.

Pensaba que el agua fría sería capaz de relajarme, de hacerme olvidar de las monstruosidades que he estado soñando estos últimos días, pero es imposible. Cierro el grifo de un golpe, ignorando el dolor en mi mano por el forcejeo de hace unas horas, y observo mi cuerpo desnudo frente al espejo.

La sangre que antes manchaba mis manos ha desaparecido, al igual que la culpa que me rodeaba por haber disfrutado ese momento. No obstante, no puedo evitarlo, una pequeña sonrisa se asoma entre mis labios al recordar su rostro asustado, pidiéndome misericordia por todos sus errores, hasta el punto de delatar a mi próximo objetivo, el compañero con el que hizo la decisión de ejecutar a la única persona que me protegía, alejándome de las oscuras y sucias manos del Consejo.

El primer día fue el peor, justo después de despedirme de Isa, me subí a un tren rumbo a la gran ciudad, donde la mayoría de políticos del Consejo y soldados de La Liga residen. Allí encontré una habitación pequeña y mugrienta, en uno de esos moteles donde esos mismos políticos traen a sus putas para satisfacer sus asquerosas necesidades. No esperé a descansar, ese mismo día, corrí hacia la Biblioteca Nacional de Bialya, la única en posesión de una copia de todo libro, artículo, cómic o incluso periódico jamás publicado. Estaba repleta de gente, estudiantes buscando información, empresarios intentando modernizar sus empresas, niños leyendo cuentos repletos de colores e historias variadas... Aun así, cuando llegué a la sección histórica o, también llamada la sección prohibida, debido a la cantidad de personas que han sido asesinadas por ir merodeando en artículos demasiado comprometedores para algunos líderes del Centrux, no había absolutamente nadie. Sin embargo, no soy tan tonta como para perder horas de mi vida asimilando información falsa y editada por aquellos mismos que cometen los delitos en primer lugar, así que acabé con el encargado de la zona, le robé las llaves del desván de libros censurados y me adentré en esa habitación llena de secretos.