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Un apresurado peliazul corría por los pasillos de la universidad, iba tarde a su primer día, y no conocía la universidad ni a nadie que le pudiera orientar sobre dónde quedaba su clase. No le quedaba más que recorrer todas las aulas. En eso pensaba hasta que chocó con algo.

—Au —se lamentó sobando su cabeza.

—Ay lo siento, ¿Te lastimaste?

Levantando su cabeza observó a un chico de pelo rosa y mejillas gorditas, daban deseos de abrazarlo y no soltarlo.

—No te preocupes, estoy bien, gracias —le sonrió.

—Por cierto soy Park Jimin, aunque me puedes decir Jimin ¿y tú eres?

—Me llamo Kim TaeHyung, y desearía poder seguir conversando contigo pero voy tarde y no conozco la universidad.

—¿No te dieron un mapa?

—¿Mapa? —preguntó con confusión.

—Sí, mira, aquí está la ubicación de las aulas y la cafetería. Dime dónde queda tu clase y te digo —dijo sonriendo.

—Muchas gracias, mi clase es la 12-B.

—Ah, pero si estamos en la misma clase. ¡Qué emoción! Vamos a ser amigos y nos sentaremos juntos ¿Vale? Vale —dijo respondiéndose él mismo.

—Vale —se río TaeHyung —Bueno entonces vamos que llegaremos tarde.

—Cierto.

Llegaron justo antes de que el profesor entrara y comenzara la clase.


—Wow, me gustó bastante esta materia —dijo TaeHyung a su acompañante.

—A mí igual. Por cierto, voy a pasar por el club de danza, quiero unirme —comentó Jimin.

—¿Hay clubes?

—Sip, mira —le extendió el folleto con la información de la universidad —Hay de danza, de canto, de fotografía y de muchas otras cosas.

—Quiero ir al de fotografía —miró con ojos brillantes la reseña que estaba —Por lo que dice aquí, están cerca ambos clubs.

—Mejor, así podemos ir juntos también.

Al llegar a la puerta de fotografía, Tae se despidió de Jimin, aunque prometieron encontrarse ahí mismo cuando terminaran.

—Buenas tardes —dijo TaeHyung, tímido al encontrarse con un muchacho sentado frente a un ordenador.

—Hola ¿te puedo ayudar en algo? —respondió amablemente.

—Si, estoy interesado en formar parte del club.

—¡Sí! —gritó asustando a Tae —Lo siento, es que me emociona que quiera entrar alguien más. Por cierto me llamo MinHo.

—Mucho gusto, soy TaeHyung —dijo aceptando la mano que el contrario le extendía.

—Bueno como te decía, solamente estoy yo en el club —suspiró tristemente —hasta hace poco éramos más, pero decidieron irse porque lo encontraban aburrido, y para poder mantener el club necesitaba que alguien entrara, por eso me emocioné cuando me preguntaste.

—Oh, entiendo. Pero yo sí estoy interesado en formar parte y continuar hasta terminar mi carrera —sonrió.

—Eso es mucho mejor TaeHyung. Ven vamos a sentarnos y te explico cómo funciona el club.

Pasada media hora TaeHyung salió más que contento por lo que MinHo le había dicho. Miró hacia sus costados y no vio a Jimin por ningún lado, suspirando decidió esperarlo en la puerta del club de danza y así podría ver qué hacían ahí.

Cuando llegó a la puerta escuchó la música, tenía un ritmo pegadizo, su curiosidad pudo más y asomó la cabeza por un espacio que había y lo que vio le encantó.

Un muchacho pelinegro se movía con precisión y fuerza pero delicadeza mientras marcaba los pasos de la coreografía.

Se aura desprendía seguridad en cada paso que daba.

Sin poder evitarlo su mirada recorrió el cuerpo del muchacho, pudo ver lo bien trabajado que estaba, al parecer le dedicaba varias horas al gimnasio.

Sus ojos se detuvieron en una parte importante, los muslos, y es que Tae siempre ha tenido obsesión por observar los muslos de las personas, y más si están trabajados, como esos.

Ok, se adentró demasiado en sus pensamientos.

Cuando la canción terminó todos aplaudieron, hasta él que estaba fuera llamando la atención de todo el mundo.

—Bueno, hasta aquí la presentación. Mañana nos vemos a la misma hora aquí —dijo el profesor, que se veía bastante joven.

—¡Tae! —Jimin se acercó a su amigo —¿Cómo te fue?

—Bien, conversamos sobre algunas cosas importantes del club, y¿a tí?

—Súper bien, hacia tiempo que no baila y veía a personas bailar con tanta pasión.

TaeHyung levantó la mirada y se encontró con el muchacho de antes mirándolo fijamente, un escalofrío recorrió su cuerpo.

—¿Nos vamos? —preguntó queriendo salir lo más rápido posible.

—Sip.

[×]
Buenas buenas, espero que se encuentren bien, aquí les traigo el capítulo semanal.

Espero que les guste mucho.

Gracias por leer, los quiero mis panditas *3*

La Ilusión Extraviada Where stories live. Discover now