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Miró su reflejo en el espejo y le gustó lo que vio. Hacía un largo tiempo que no se vestía de esa forma.

JungKook vestía un pantalón de tela sintética de color negro, ajustado al cuerpo, mirándose bien, no supo ni como le pudo entrar por los muslos, los cuales se marcaban bastante; junto a una camisa de satín azul oscuro, entrando la parte de adelante en el pantalón y dejando la de atrás libre.

—WoW, que bien me veo —susurró para sí mismo.

Tomando dinero y las llaves, se dirigió a la salida de su apartamento. Comprobando una última vez que no tenía nada abierto y entraran a robar.

Caminaba a paso tranquilo por la calle, hasta que sintió como una mano sujetaba su manga larga.

—Disculpa, ¿podríamos intercambiar números? —le dijo la osada joven

JungKook la observó bien, era alta, pelo castaño oscuro, ojos café, con buen cuerpo. Vestía un corto y ajustado vestido negro, con unos tacones finos que la hacían ver todavía más alta, aunque no alcanzaba su estatura.

—No, no te conozco —dijo cortante, tratando de seguir su camino.

—Soy Madison. Estudio en tu misma universidad.

—Que bien, ahora sí me disculpas tengo que irme.

—¿Vas al nuevo bar? —inquirió siguiéndolo.

—Oye, como que eso ya no te importa —masculló sintiendo su sangre hervir ante la insistencia de ella.

—Solo quiero ser tu amiga, he visto que rechazas a todas, no estoy interesada en tí.

—Mira —dijo frenando su caminar —No me interesa ser tu amigo, estoy bien como estoy ahora. Así que por favor deja de insistir.

La muchacha se quedó mirándolo, eso no se quedaría ahí, tenía que acercarse a él para poder sacar sus artículos.

JungKook apresuró el paso, realmente sino fuera porque estaba arreglado y ya había quedado con Yugyeom, hubiera retornado para su casa.

En poco tiempo se encontraba frente a la puerta del bar, con un suspiro empujó la puerta, y en ese momento quiso estar en otro lugar.

Apenas eran las nueve de la noche y ya el lugar estaba atestado de personas, fumando, sabe Dios qué, bailando, con los vasos de bebidas en la mano, sin importar si se lo vertían a alguien encima.

Vio a su amigo, sentado en la barra, con una copa en su mano, soltó otro suspiro y comenzó a apartar a las personas para poder llegar a la barra.

Todo iba bien, hasta que sintió como alguien se le abrazó cual koala.

—Brooooo~ —canturreó el susodicho.

—Quítate, no te conozco —decía, tratando de alejarlo.

—Ya no me quiereeeees —lloriqueó el desconocido, JungKook comprobó que estaba borracho.

Luego de cuatro intentos más, logró librarse del desconocido y caminó a prisa para que no volviera a ocurrirle algo parecido.

—¡Kook! Al fin llegas —exclamó contento su mejor amigo —Pensé que ya no venías.

—Disculpa, tuve varios percances —dijo con desagrado al recordar los dos encuentros que tuvo.

—Lo importante es que estás aquí —dijo dándole un trago a su bebida —No pedí nada para tí, pero este trago está buenísimo.

—Pide el mismo para mí —comentó tomando asiento en la barra, observando como su amigo levantaba la mano y pedía la bebida.

Mientras esperaba a que le trajeran su bebida, le dedicó una mirada al lugar, estaba bien ambientando, constaba de dos plantas, la segunda planta parecía ser la zona VIP, pues estas estaban cerradas con puertas de cristal, dándole un toque de privacidad, aunque en su mente no comprendía como eso era privacidad, pero así les gustaba a las personas.

Para ser la inauguración estaba lleno el local, quizás fue la promoción de bebida gratis que hicieron o que los jóvenes eran demasiado fiesteros, pensaba JungKook, quizás como un viejo de unos 60 años.

—Toma —escuchó la voz de su amigo a su lado y se giró para recibir el trago.

—Gracias —contestó observando la bonita decoración de la copa.

El primer trago fue difícil de bajar.

Al parecer era una mezcla entre whisky y vermut rojo. Estaba rico, tenía que admitirlo, pero para una persona que no estaba acostumbrada a tomar ese tipo de bebidas, se le hacía difícil por el ardor en su garganta.

—¿Qué te pareció? —preguntó Yugyeom que estaba a la expectativa.

—Está bueno, realmente bueno —dijo luego de acostumbrarse al sabor, observando fijamente la entrada del bar

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Holis! Cómo están?? Perdón por tanta demora en publicar el capítulo, pero comencé nuevamente la universidad la semana pasada, y estas dos semanas han sido de adaptación para mí, pues tengo que viajar muchísimo y llego super cansada a la casa.

Espero que les guste el capítulo de hoy.

Besos, cuídense mucho.

La Ilusión Extraviada Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon