No soy como tú [Michael Jackson x Muzan Kibutsuji]

•Capítulo 2

-Soy Muzan Kibutsuji...¿Ya estás contento? -bufó Muzan.

-Tú... ¡Tú eres el tipo de ojos rojos que me está causando problemas desde esta mañana! -Exclamó Michael con calma.

-¿De qué estás hablando? -Dijo Muzan con su tono habitualmente frío.

-Anoche una multitud te vió y te persiguió pensando que era yo, un paparazzi logró sacarte una foto y notaron que tus ojos son color escarlata. —Dijo Michael molesto.

—¿Y eso qué? —Preguntó acercándose a su rostro amenazantemente.

—¿Acaso no estás consciente de quien soy? Soy una persona a la cual la prensa adora arruinar en cada cosa que haga, ¡Es simplemente estresante! —Dijo Michael dejándose caer en la banca con frustración.

Muzan solo se quedó parado como una estatua mirando a la nada.

Era obvio que no le importaba el problema del hombre que acaba de desahogarse con él, de hecho, le era placentera su frustración, para Muzan era como un buen sorbo de sangre peculiar.

—Dime, niño ¿Crees que me importa tus problemas? No me interesa en lo más mínimo -—Contestó Muzan.

—No me importa, al menos pude desahogarme con alguien.

Michael se levantó y comenzó a caminar, pero se detuvo y volvió hacia Muzan.

—Espero que mañana te presentes en público y aclares todo, yo ya lo hice.

Muzan gruñó, agarró bruscamente el brazo de Michael, lo sentó en la banca y lo acorraló evitando que se fuera.

—Escúchame bien, niño, tú puedes ser Michael Jackson pero a mí NADIE me da órdenes ¡Que te quede claro! —Exclamó molesto y se retiró dejando a Michael pasmado y sorprendido.

—Ya volví, Mike, compré varios dulces para nosotros, será mejor irnos, ya es tarde.....¿Qué sucede Mike? ¿Te sientes bien? —Preguntó Frank preocupado.

—No Frank, estoy bien, vamos... —Michael lo tomó de la camisa como un niño, aún con la mirada puesta en la misma dirección que tomó Muzan para irse.

—¿Enserio te encuentras bien, Mike? Te veo algo perdido —Dijo Frank masticando un bombón que compró en el puesto de dulces.

—Si, estoy seguro, Frank...

...

Al otro día, Michael volvió al parque, sentándose en la misma banca de anoche, esperando que Muzan se presentara de nuevo ahí.

Pasaron horas, pero Muzan nunca llegó.

"¿Qué hará ese tipo en estos momentos?"
Esa era la pregunta que rondaba a cada rato en la mente de Michael, no sabía por qué, pero ese hombre elegante no salía de la mente de Michael, era como si fuese un imán.

Sentía algo, pero sorprendetemente no era odio, era un sentimiento de agrado, como si la presencia de Muzan le causara felicidad, y eso lo sorprendía.

...

—Muchas gracias, está muy hermoso —Dijo Michael abrazando el león de peluche que le entregó la chica mientras sonreía tímidamente.

—De nada, es un honor haberte conocido, Mike —Respondió la chica alegremente para luego retirarse.

...