•Capítulo 8

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—Frank...

—No, Ricitos, vine a hablar con el gordito.

–¡Respétame! —Gritó Frank. —Así que "Ricitos" ¿Eh? —Sonrió con rabia.

—Muzan... —Michael estaba sorprendido.

Muzan se acercó a Michael y lo besó justo en frente de Frank.

—¿Y AHORA QUÉ HACEN? —Frank manoteó a Muzan, él cual no se despegaba de Michael.

—¿No le contaste Michael? Somos pareja.

—¿Qué? —exclamaron Michael y Frank a la vez.

Muzan rió y se acercó a Frank.

—Te diré algo, bola de sebo. Que no se te ocurra intervenir entre Michael y yo...no sabes de lo que soy capaz de hacer cuando alguien se atreve a meter las narices donde no los llaman, que te quede claro... —Se acercó al oído de Frank y Susurró. —Hazme caso si quieres vivir... —Miró a Michael y luego a Frank y cerró la puerta de la entrada.

—.....¡Michael! Te dije que ese tipo era un lunático! ¡Está loco! no...no...no...nos tenemos que ir de aquí ya...

—Frank...

—¡Cállate! Nos vamos en la tarde ¡Y esta es mi última palabra! —Exclamó Frank cerrando la puerta del cuarto.

...

—Mike, deja de jugar con la comida, luego de comer, nos iremos al aeropuerto y luego estaremos a salvo.

Michael estaba preocupado porque no volvería a ver a Muzan otra vez.

No quería perderlo, a pesar de su frialdad y egocentrismo, se sentía muy bien con él, había algo en el que lo relajaba. Debía pasar sus últimos momentos en Tokio con él, quería besarlo y abrazarlo una última vez.

Michael, me hubieses dicho que salías con ese hombre...Dios, en menos de una semana me has causado muchos problemas.

—Frank, debo ir al baño.

—Agh, está bien pero no te pierdas por mucho tiempo.

Michael se levantó rápido y corrió, pero salió por la puerta de la entrada, tratándola y llevándose la llave con él.

—¡Oye! Estúpido niño ábreme la puerta! —Frank comenzó a dar golpes pero ya Michael se había ido.

...

—Muzan...

—Pequeño Michael —Muzan se acercó a Michael y lo abrazó. —Nakime

De un momento a otro, como si fuese una palabra mágica, ambos se encontraban en la gran y oscura mansión infinita.

—Vamos a mi cuarto.

...

—Muzan...ni siquiera somos pareja, y le dijíste a Frank que lo somos...

—¿Quieres que te lo diga de una manera formal? Está bien —Muzan se puso su ropa y se acercó a Michael poniéndole la suya.

—¿Qué haces? —Preguntó Michael confundido.

— Michael Jackson ¿Quieres ser mi rey?

—¿tu...Rey?

—Si, quieres ser mi pareja para toda la eternidad?

—pero Muzan, no viviremos toda la vida —Rió Michael.

—Si, como sea ¿Quieres ser mi rey? —Tomó sus manos y las besó. —Es más, es una orden, no acepto un 'no' como respuesta.

—Si, quiero ser tu rey —Rió Michael y ambos se besaron

—T-te...a-amo —-Dijo Muzan con dificultad.

—yo...yo también —Dijo Michael totalmente sonrojado.

—Jamás había sentido esto por nadie... tú...haces que yo me sienta de una manera sobrenatural, yo... —Está vez Michael dió el primer paso y lo besó.

—Me alegra ser la primera persona a la que ames...

Muzan mentiría si dijera que no le gusta Michael, lo ama como nunca antes amó a nadie, en sus miles de años.

...

—Michael, eres un descarado, ¿cómo mierdas te atreves a encerrarme aquí? Por tu culpa no nos podremos ir hoy!

—Perdón Frank pero yo quería-

—En últimas noticias, Esta mañana, una mujer fue encontrada decapitada en una de las calles del parque Yoyogi en Tokio, aún no se sabe el paradero del responsable de este asesinato.

Ahí Michael recordó todo.
Sintió una punzada en su corazón

—Muzan...

—¿Otra vez con ese idiota? ¿Michael? ¡Michael vuelve aquí! ¡No he terminado contigo!

Michael salió corriendo del hotel, corrió y corrió hasta que llegó al parque.

Entró por la calle solitaria y vio a Muzan arrodillado...lleno de sangre...devorando a una persona.

—¿M-Muzan?

Muzan se volteó y sonrió

—Hola ricitos... ¿viniste a mí para pasar otro ratito? Pero si acabas de irte de mi casa...

—¡E-eres un montruo! —Exclamó Michael aterrado.

—...¿Cómo me llamaste?

—M-monstruo

Muzan se levantó lentamente y lanzó el cuerpo del hombre que estaba devorando, se volteó.

Michael comenzó a temblar.

Estaba totalmente aterrado, no se podía mover de allí.

Por suerte, aún había un poco de sol, de esa manera, Muzan no podría exponerse y herir a Michael

—Ay, pequeño Michael, ay.... —acarició su mejilla, llenándola de la sangre derramada de aquel pobre vendedor.

—¿Porqué lo haces? ¿Q-qué rayos eres? —Preguntó Michael con lágrimas en sus ojos.

—Es mi naturaleza, amor, así soy.

—No...

Muzan se acercó al Michael y susurró:

—Soy un demonio... el Rey, de hecho.

—¿Qué?

—Esas personas que trabajan en mi casa...lo son también...por eso eres mi rey por toda la eternidad, querido. ¡Imagina ser el rey del mundo junto a mí! Por toda la eternidad...

—No pienso ser el rey de un maldito demonio que asesina humanos! ¡NO SOY COMO TÚ! ¡Eres repugnante y jamás aceptaré que seas así!

El corazón de Muzan dolió, dolió como cuando era humano...como cuando tenía esos ataques cardíacos leves cuando era niño.

Y en menos de un segundo...

Sus pupilas se rasgaron como las de un gato y sus colmillos se alargaron.

Michael estaba perplejo, no podía creer lo que había visto.

La persona de la que se estaba enamorando era el mismísimo demonio.

—¡MICHAEL SAL DE AHÍ! —Se escuchó la voz desesperada  de Frank y luego un grito desgarrador del mismo.

—Te lo advertí, bola de sebo...—Dijo Muzan con la voz profunda, mirando con odio el cuerpo ensangrentado de Frank.

—¡Frank! ¡No! ¡Qué haz hecho, Muzan!











Se acerca el final

No soy como tú [Michael Jackson x Muzan Kibutsuji]Where stories live. Discover now