No soy como tú [Michael Jackson x Muzan Kibutsuji]

•Capítulo 3

—Michael, dime porqué estás saliendo tanto de noche ¿Acaso no sabes que es peligroso? ¡Y es más riesgoso para alguien como tú! ¿Acaso estás saliendo con una mujer?

—No, Frank, no es eso —Contestó Michael suspirando.

—¡Entonces dime! —Exclamó Frank.

—Oye, Frank, no tengo ganas de discutir acerca de esto, ¿Si? Voy a salir para ver a mis fans y no quiero verme de mal humor —Dijo Michael saliendo por la puerta.

—Este chico que más difícil que un adolescente —Bufó Frank fumando de su cigarro.

Frank tenía la sospecha de que Michael estaba saliendo con alguien pero no se lo quería decir, ya era rutina, todo sería hasta que se fueran devuelta a Neverland en unos días.

—¡Es Michael Jackson! —Gritó un hombre a lo lejos.

Una multitud se acercó a Michael y comenzaron a pedir autógrafos y abrazos.

A lo lejos lo veía Muzan, estaba afuera, ya que el día estaba bastante nublado y frío como para quemar su piel.

Esperen...

¿Cuando Muzan piensa decirle a Michael lo que es en realidad?

No creo que ese tema tenga tanta prisa.

Luego de que los fans de Michael se fueran, él se sentó a comerse una sopa que compró.

—Buen provecho, niño

—¡Muzan! Estás aquí —Michael dejó la sopa y se levantó para abrazarlo.

Muzan se sorprendió por ese repentino abrazo, sintió incomodidad y se quedó paralizado, no sabía que hacer.

—¿Qué haces aquí Muzan? Dijiste que no te gusta salir de día –Preguntó Michael sonriendo y separándose del abrazo.

—Está nublado y el sol no me afecta cuando el clima está así.

—¡Que bien! Ven, ¿quieres sentarte? —ofreció Michael

Muzan le entregó la sopa a Michael y se sentó a su lado.
Quién iba a decirlo, el demonio más poderoso e intimidante está siendo domado por un chico dulce.

—Las personas te adoran mucho, eso es lindo —comentó Muzan con seriedad.

—Si, pero es muy agobiante aveces, amo mucho a mis fans, son mi razón de vivir.

—Son humanos insignificantes... —Susurró Muzan.

—¿Qué dijíste?

—Nada... —Contestó Muzan

A Muzan le llegó un olor a sangre peculiar, tenía mucha hambre, por alguna razón, no quería comerse a Michael, algo le impedía comérselo de un mordisco.

—vuelvo ahora, espérame aquí —Dijo Muzan levantándose y caminado hacia un callejón.

Por otro lado, Michael, se quedó terminando su sopa, se levantó para hechar el envase a la basura y escuchó un grito.

—¡NOOOO! ¡suelt‐ —los gritos cesaron, eso alarmó a Michael, pero se acordó que Muzan no llegaba y comenzó a preocuparse más.

Decidió sentarse en una banca a esperar a Muzan, luego de unos minutos, Muzan apareció con otra ropa.

—Muzan...volviste...escuché gritos, ¿te encuentras bien?

—Si, estoy bien, no te preocupes —Dijo Muzan sentándose muy cerca de Michael y rodeándolo con su brazo.

—¿Dónde estabas? —Preguntó Michael poniendo su cabeza en el hombro de Muzan.

—Nada, no te interesa  —Contestó con simpleza.

—Estaba preocupado por tí —Dijo Michael golpeando el hombro de Muzan.

—Nadie te mandó a preocuparte por mí, Michael.

Muzan ya estaba irritado con la preocupación de Michael, sacó su brazo del hombro de Michael y bufó enojado.

—¿Estás enojado? —Preguntó Michael.

—¿Noo cómo crees? — Dijo Muzan con sarcasmo.

Muzan estaba luchando contra sus instintos demoníacos, pues sus ganas de morder a Michael crecían cada vez más rápido, pero no quiso hacerle daño, así que buscó a otro humano para saciar su sed de carne.

—Ya me tengo que ir, no quiero que preguntes nada...¿Entendido? —Dijo con frialdad.

—E-está bien... ¿Nos vemos mañana? —Preguntó Michael tímidamente.

—No te prometo nada —Dijo para luego irse.

—Este chico es misterioso...quisiera saber más sobre él —Dijo Michael mientras veía a Muzan desaparecer en la oscuridad.

Por otro lado, Frank estaba en el apartamento esperando a Michael, ya era casi las 7 de la noche y no llegaba.

Estaba furiosos porque Michael no le había dicho con quien se estaba encontrando estos últimas noches.

—Michael no tiene amigas en Japón...¿Quién será?...

Esa pregunta tenía a Frank con dudas, Si Michael estuviera enamorado de una chica, estaría todo el día hablando sobre ella, no se callaría ni un segundo, hablando sobre ella.

Frank estaba tan pensativo que no escuchó la puerta abrirse, era Michael, estaba sonriendo como si se hubiese ganado la lotería.

— Hola Michael, ¿Cómo te fue con tus fans? —Preguntó Frank intrigado.

—Me fue muy bien, ¡Mira lo que me regalaron! —Exclamó Michael emocionado enseñándole el león de peluche.

Michael estaba tan emocionado, que Frank no quiso arruinarle el momento.

—Me daré un baño, quiero que veamos películas juntos —Dijo Michael.

—Está bien, Mike, aquí te espero.

"Tarde o temprano sabré qué estás escondiendo, Mike....tarde o temprano..."