2|Bar.

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Los dos chicos se miraban fijamente a los ojos, un silencio pesado los envolvía, ninguno de los dos sabía que decir

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Los dos chicos se miraban fijamente a los ojos, un silencio pesado los envolvía, ninguno de los dos sabía que decir.

¿Qué pasaría con su amistad después de esto?. Nada estaba claro aún.

—Entonces cuando despertaste los dos estábamos desnudos y tú encontraste estos condones en el piso, ¿Estoy en lo correcto? —Jared asintió despacio sin despegar la vista de la figura de su amigo. — ¿Y crees que tuvimos sexo? —volvió a preguntar Scott frunciendo el ceño.

—Bueno, a menos de que tengas una chica escondida en tu baño, si, tuvimos sexo. —contestó reboleando los ojos.

De un momento a otro Scott cambio su postura y comenzó a morderse los dedos, Jared ladeó la cabeza y comenzó a preguntarse qué demonios pasaba con su amigo.

—Bueno... Esto...—el pelinegro intercalaba su mirada con el piso y el pelirrojo. — Lo que quiero decir es que, ¿Cómo quedamos ahora? —está vez si miro a Jared.

El pelirrojo soltó una gran risa que bien podrían haberla escuchado en la otra parte del mundo. Jared limpió las pequeñas lágrimas que habían salido de su ojo izquierdo y tomo una gran bocanada de aire dispuesto a responder lo que para él era uno pregunta realmente tonta.

—Nada, No somos nada Scott. —dijo con una gran sonrisa en su cara. — Solo tuvimos sexo y ya, somos mejores amigos desde niños y así seguiremos. —está vez el más alto de los dos se encogió de hombros y se dejó caer en la cama del moreno.

Había pasado una semana desde ese hecho que pasó entre los amigos, gracias al cielo todo había seguido como siempre, ninguno había actuado extraño después de eso y era algo que Scott agradecía eternamente.

Ahora el pelinegro se encontraba en una entrevista de trabajo y a su vez el de cabello rojo se encontraba asistiendo como todos los día a su lugar de trabajo, ya que Jared había conseguido un puesto en una agradable empresa hace poco más de un mes.

Las preguntas que los entrevistadores le hacían a Scott le resultaban demasiado sencillas en ese momento el chico sentía que tenía el mundo ganado, ninguno de los otros reclutas podría quitarle el lugar tan fácil.

Más tarde se reunió con Jared en una cafetería para hablar de cómo había ido su día.

—¿Tienes el trabajo? —pregunto Jared mientras bebía su malteada.

—Dijeron que me llamarían, pero estoy más que seguro de que me contrataron.

—Bueno, no voy a felicitarte aún, no escupiré hacia arriba. —el más sensato de los dos siempre era el más alto.

—¿Qué te parece si salimos hoy? —el más bajo tenía una sonrisa en su cara.

Jared claramente se encontraba confundido ya que era el, el que siempre trataba de sacar a su amigo a fiestas o boliches, aún que el pobre siempre era rechazado, por esa misma razón no perdería está oportunidad que se le estaba presentando.

Jared llevó a Scott hasta su casa y se fue a la suya a prepararse, hoy estaba dispuesto a volver con un compañero a casa así que literalmente se bañó en perfume y se puso sus mejores prendas, aún que su poderoso ego hacia que mientras se viera al espejo decidiera que todo lo que se probará le quedará como anillo al dedo.

Cuando terminó de prepararse salió directo hacia la casa de su mejor amigo, ya que los dos irían en el auto de Scott, al entrar en la habitación del moreno Jared se encontró con una imagen un poco reveladora.

Scott estaba solamente en bóxer con la cabeza metida en el armario buscando la ropa que se pondría esa noche, ya que él también quería volver con una compañera a casa. Jared subió y bajo su mirada por el cuerpo de su amigo alrededor de dos veces, él sabía que Scott estaba buenísimo pero nunca lo había visto con otros ojos, o por lo menos no hasta ese momento.

Por su parte cuando Scott levanto la mirada se encontró un Jared totalmente guapo.

El más bajo pasó saliva y procedió a admirar la belleza de su mejor amigo, se había dado cuenta que había comenzado a ver de otra manera a Jared desde el momento que tuvieran sexo, aún que se negaba a aceptar que le gustaba, si admitía que ahora lo veía mucho más guapo.

—¿Qué haces? —espeto Jared caminando hacia él. — Apúrate no tenemos toda la noche, cámbiate rápido.

Jared tomó asiento en la cama de su amigo y recordó la mañana en el que sucedió ese momento, sacudió la cabeza y saco si celular para distraer su mente, sus mejillas se había puesto del color de su cabello, así que debía tranquilizarse si no quería que Scott se diera cuenta.

—¿Deberíamos ir a bailar o un bar está bien? —pregunto Scott mientras terminaba de abrochar su camisa.

—Deduzco que los dos hoy buscamos lo mismo así que creo que un bar está bien. —Jared expresó su opinión con total sinceridad, dejando en claro que los dos querían diversión sexual esa noche.

La música sonaba a todo volumen en el bar, aún que como bien se sabe un bar es para ir a beber, nada descartaba los pequeños grupos bailando cerca de las mesas. Jared y Scott escogieron una mesa un poco alejada y tomaron asiento, el camarero les pidió su orden y esperaron paciente por ella.

—Creo que a alguien le gustas. —canturreo Jared mientras sonreía y señalaba disimuladamente a una dama que se encontraba al otro extremo del bar.

Scott vio a la chica y para qué negarlo era muy hermosa, ella dio el primer paso y se acercó a la mesa de ellos contorneando sus caderas. Justo en ese momento llegó el camarero con sus bebidas y el moreno no dudo en beber la suya de un solo trago para quitarse la vergüenza.

—Hola. —pronunció la desconocida sin apartar la vista del más bajo del dúo.

—¿Cómo estás? —la típica pregunta salió de Scott y una sonrisa ladina la acompañaba.

—Muy bien, ¿Y tú?

—Bien. —el moreno tomo el impulso y se acercó más a la dama en el sillón que estaban sentados.

La conversación había fluido más fácil de lo pensado, a decir verdad Scott había notado que ellos dos tenían muchas cosas en común, y además las intenciones de ella se veían demasiado claras, sin mencionar que ya lo había invitado a su casa.

Cuando Scott giro su rostro para decirle a Jared que se iba con su acompañante y que el debería volver en taxi o muy bien con otra persona, noto que su mejor amigo ya no se encontraba dónde él lo había visto hace diez minutos, si no, que el pelirrojo ya se encontraba a los besos en una punta del bar con un rubio un poco más alto que él.

Sin notarlo la sangre de Scott empezó a hervir y cuando se dio cuenta ya se encontraba a metros del susodicho. Ni siquiera él sabía que pasaba, en ese momento su mente no estaba clara, lo único en lo que podía pensar era en alejar a Jared de ese rubio mal teñido.

Scott tomo el brazo de Jared y jalo de el hasta sacarlo del bar, ya afuera de él, tomo su cabeza entre sus manos y respiró profundo tratando de tranquilizarse.

—¿Qué demonios Anderson? —escupió un poco molesto el chico llamando por el apellido a su mejor amigo.

—No me siento bien. —su voz salió en un pequeño susurro.

—¿Que? —preguntó Jared inclinándose un poco para escuchar mejor a su amigo.

—No me siento bien Jared, vámonos a casa. —la mirada que lanzo el moreno a su amigo fue de total suplica.

—Ok, —contestó esta vez más tranquilo. — Yo manejo.

El más bajo del dúo asintió y le entrego la llave del auto al más alto, los dos subieron a él y se dirigieron a su destino, la casa de Scott.

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Hola! No tenía planeado subir capitulo hoy pero como es San Valentín se los dejo de regalo. Espero este capítulo les guste.

Instagram: daynizleguizamon

Since that nightWhere stories live. Discover now