Segunda parte de "Uno de Estos Días".
Peter comprobó que cuando un camarón se duerme, se lo lleva la corriente y ahora tendrá que ir tras un globo a punto de reventarse. No sabe qué esperar al preguntar ¿Olvidas esos Días? Pero cree firmemente que d...
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*Vuelve Peter.
La chica debería haber entrado a una competencia de atletismo en las olimpiadas y hubiera sido reconocida como la mujer más rápida en la historia. Nunca había visto tan asustada y rápida a Lauch, ¿estaba escapando de mí? Un casi encuentro que me deja más dudas. ¿Será que realmente nunca me quiere volver a ver? ¿Estará confundida? ¿Quién es el chico que está con ella? Jamás había visto a Laura tan agitada. Fue sorprendentemente un intento fallido.
Cora había dicho que había ganado un premio, y haber ganado uno nunca había sido tan triste como en ese momento. Laura había recibido una alerta, aunque pensándolo bien le provocó tomar acción en vez de un paro cardiaco. El premio era una canasta con libros acerca de la exposición, un par de cosas tecnológicas y un mini-robot de muestra. En sí, era un kit de recuerdo bastante genial de la exposición. Debo admitir que era un buen premio, pero no llegó en el momento correcto.
—¿Por qué rayos te adelantaste a la hora y anunciaste al ganador antes? —preguntó el jefe.
—Vi quién era el ganador y me emocioné solamente, quería que supiera que él había ganado, además teníamos bastante atención acerca de eso y más personas se acercaron y compraron. —se defendió.
¿Así que Cora había adelantado la hora para anunciar el premio? ¿Por qué rayos no me había dicho que ella tenía que ver con eso? Según yo, ella era una simple visitante como yo. Ella estaba organizando la rifa en el proyecto de su ex. ¡Tiene sentido! Pero, adelantó el premio, de no haber sido así, muy probablemente ya estaría de regreso a España con Lauch.
—¡Ganaste! ¡Te llevaste el gran premio! —exclamó al verme.
—¿Por qué rayos adelantaste el anuncio? —enojado pregunté.
—Creí que querías saberlo lo antes posible, eres el tipo de persona nerviosa que se emociona demasiado y no sabe esperar y creí que sería bueno si lo anunciaba al principio. ¿Hay lago malo con eso? Solo quería ayudar. —respondió.
—Pues te equivocaste, arruinaste el motivo de mi visita. ¿Por qué no sabes tú esperar? —dije, para luego abandonar la habitación.
A decir verdad, ella no estaba nada equivocada, era ese tipo de personas, pero en este caso mi nerviosismo no era aplicado al premio, mas bien era aplicado a mi querida Lauch y su buena intención, terminó en un desastre gigante para mí. Estaba cerquísima de alcanzar lo que quería y Cora lo arruinó. Sé que no fue ni su culpa ni su intención, pero me sentía extremadamente impotente en aquellos momentos. Tenía que encontrar alguna pista nueva para poder seguir a Lauch. Sabía que su siguiente destino debía ser Argentina, y seguramente, ya estaba por ahí, pero estaba un poco perdido de qué haría luego en ese lugar y dónde buscarla.
—Hola, Cora. Sé que querías hacer algo bueno, pero ahora necesito ir a Argentina como te había dicho. Y debe ser ya. No quiero hacer nada más en este país. ¿Te apuntas y me acompañas? Sigo necesitando un guía turístico con un amplio conocimiento como tú—indiqué.
