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A la mañana siguiente, clarice de forma casi casual se acercó al pasillo dónde le había asignado la habitación a camila. Rondeo y Rondeo hasta que se topo con la más joven al salir.

-Buen día dulce niña, dormiste bien? - preguntó sosteniendo un puñado de mantas.

Camila se mordió la lengua para no decir qué no era una dulce niña, pero se callo.

-Sí muy bien. Gracias - Agradeció recordando los modales de Lauren.

-Voy a entrar a dejar estas mantas limpias - Camila asintió y se retiro de la puerta, clarice esperaba entrar y ver a Lauren en la habitación, la mujer estaba segura de que su hija y esta chica tenían algo. Pero la habitación estaba vacía. - vamos a la cocina o ibas a hacer algo más?

-La acompañó.

Después del desayunó, Lauren y camila salieron al patio un momento, clarice y marcus las veian a lo lejos.

-Voy a ir a ver al rey, ha solicitado mi presencia. - Dijo Lauren - Vas estar aquí cuando vuelva o te iras?

-Hum - Camila se mordio el labio - Ayer, lo que te dije de reclamar la corona, es qué, no tengo nada apenas tengo mi daga y luego sí mató al rey y tomó lo que por derecho me corresponde qué voy hacer si no conozco la justicia - Lauren sonrío suavemente, le tomó la mano haciéndole una caricia ligera

-Me esperas a que yo vuelva y hablaremos con más tranquilidad? - Camila suspiró

-Este no es mi lugar, hasta la servidumbre tiene más modales que yo, no son salvaje y se bañan todos los días - Dijo gruñona, Lauren soltó una risa fuerte y camila le dio un puñetazo juguetón, después del golpe dejó la mano en el bíceps de Lauren - Me gusta aquí pero no encajo

-Puedes convertirlo en tu lugar - Ofreció Lauren tomándola de ambas manos. Ahora no sólo sus padres las veían si no más de un empleado - o podemos hacerlo nuestro? - Camila parpadeo, lentamente comprendió las palabras. No era tonta y sabía cuando otra persona gustaba de ella, pero por qué Lauren se sentiría atraída de ella cuando había mujeres más bonitas en aquel pueblo - Y no hace falta que te bañes todos los días, ni qué te pongas un vestido o te hagas esos peinados tan locos como mi madre

Camila sonrío

-Parece que tienen un pajaro en la cabeza - y ambas sonrieron. - Estaré aquí cuando vuelvas

Lauren trago saliva, no quería arriesgar a que camila le torciera la cara de una cachetada, o peor le pateara las bolas, pero quería darle un beso. Armada en valor se acercó y le dejó un pequeñísimo y fugaz besó. Se alejó diciéndole qué volvería en cuanto pudiera, camila la vio montar un caballo blanco, hermoso, tan grande e imponente y luego supo que era una yegua

-Te dije, marcus. Lauren y esa niña están enamoradas. - Cantaba clarice - Debes anular el compromiso, ya.

-Sabes qué tulio no va a ver bien esto

Clarice se volteo a él con una calma qué dio miedo. Marcus trago saliva

-Deberías tener un poco del valor que Lauren tiene y plantearte contra tulio, prácticamente somos nosotros quienes mantenemos la corona. Es nuestro dinero con el cual se mueve este reino. Y te recuerdo que tu, cobarde debiste haber peleado la corona y no dejarse a tulio.

Marcus se quedó callado. Sabía que lo qué su mujer decía era verdad.

Despues de la muerte de Silvina, la corona había quedado en el ruina. Aquella monarquía no tenía nada y tulio estaba tan desolado qué lo único que pensó en hacer fue pedirle prestado dinero a la casa jáuregui, millones de soles qué hasta la fecha no habían sido pagados. Y si Marcus hubiera querido o tenido el valor de retear a tulio por la corona, seguramente tulio hubiera declinado y entregado el trono por qué no era el mejor peleador con la espada, en cambio marcus lo era y si tenía el dinero y el poder, entonces tenía el perfil para reinar.

Una Corona Para Camila Where stories live. Discover now