𝚄𝚗𝚊 𝚟𝚒𝚍𝚊 𝚓𝚞𝚗𝚝𝚘 𝚊 𝚝𝚒

𝙰 𝚙𝚎𝚜𝚊𝚛 𝚍𝚎 𝚝𝚘𝚍𝚘

A la mañana siguiente Chopper sentia un extraño olor, no sabía que era pero le molestaba mucho a su nariz.

Fue a buscar a Sanji a la cocina a ver si el olor lo estaba provocando el, pero no encontró a nadie, busco a Zoro a ver si Sanji estaba con el pero tampoco lo encontró, todo esto le traía un mal presentimiento. Busco a Luffy a ver si es sabía algo.

   — Luffy, aquí estas, ¿has visto a Zoro y Sanji?, no los encuentro por ningún lado — dijo un poco confundido.

   — No, no los he visto, anoche escuche a Sanji salir del cuarto, después a Zoro y no escuché que hayan entrado de nuevo al cuarto, quizás Nami sepa algo, ella estaba vigilando el barco de noche — le dijo Luffy.

Antes de que Chopper le preguntará a Nami ya habían llegado a una isla, Nami y Robin ya no estaban, era muy raro, estaba empezando a sospechar, sabía que algo no iba bien.

[...]

Antes de que llegarán a la isla.

   — ¿ Te encuentras bien Sanji? — preguntaba Zoro.

   — Si, pero, Zoro, tengo miedo de lo que nos pueda hacer — decia Sanji en sollozos.

   — Tranquilo, no pasará nada malo, ¿me escuchas?, nada malo nos pasará, tranquilo — dijo Zoro tratando de tranquilizar a Sanji.

   — Ay por favor, ¿se podrían callar? — se escuchó la voz de la pelinegra entrando al almacén.

   — ¡Tsk!, ¿qué te crees para hacernos callar? — exclamó molesto Zoro.

   — Bueno pues, literalmente están a mi merded, ¿o no lo ven?, fufufu, cierto, tienen sus ojos tapados — dijo burlona Robin.

   — ¡Tú, maldita mujer! — gritó Zoro.

En la cubierta del Merry.

   — ¿Qué fue eso?, ¿un grito?, ¿Zoro? — se preguntaba Usopp, — Nah, solo habrá sido mi imaginación —.

   — ¡Wouuu al fin una isla! ¡que emoción! Shishishi —.

   — Nami, ¿quién va a quedar a cargo del barco?, ¿eh?, ¿Nami? — habló Usopp, — y se fue, pues creo que yo me quedaré en el barco —.

   — Esta bien Usopp, cuídalo bien — ordenó el capitán.

[...]

En algún lugar de la isla.

   — Al fin logramos alejarnos lo suficiente del capitán y los demás, fufufu — exclamó la pelinegra.
 
   — No podemos demorar mucho Robin — habló la pelinaranja.

   — Tranquila, todo estará bien, ahora lo único de lo que nos tenemos que preocupar es que estos dos cambien de parecer y vean bien con quien tienen que estar, mírame Roronoa~ solo mírame a mi~ — habló con voz seductora para Zoro, quitándole la venda de sus ojos.

   — ¡Tsk!, nunca lo haré, así que piérdete — gritó Zoro y miro rápidamente hacia donde se encontraba Sanji a ver si estaba bien pero para su sorpresa estaba acostado en los muslos de Nami, — APARTATE DE EL BRUJA —.

   — No es manera de hablarme Zoro, solo lo estoy cuidando, ya que tu no lo puedes hacer — le dijo Nami tranquilamente.

   — Maldita bruja — exclamó con coraje Zoro.

   — Calma, ahora solo tienes que estar pendiente a mi, a la mujer que va a pasar junto a ti, el resto de tu vida~ fufufu — habló Robin.

   — Pues no compartimos los mismos planes, solo pienso estar junto a un hombre que es Sanji y nadie más, menos aún pensar estar con una mujer como tú, ni en sueños lo haría — afirmó Zoro.