Billion || Joerick

Capítulo 21

Joel

Creí que después de mi reacción frente a la situación los murmullos de los empleados pararían, sin embargo, estos mismos no han parado de multiplicarse.

En este tiempo, he llamado a Erick varias veces a mi oficina, con la excusa de que debe entregarle algún que otro papel a Yoandri.

Aunque todos parecen sospechar la verdadera razón, ya que según he visto por las cámaras, cada vez que Erick se sube al ascensor le quedan mirando.

Él... no ha dicho nada a cerca del tema, y aunque se mostrase cómo si no le importara, sé que le afecta bastante.

También se ha amigado mucho más con Christopher, y eso es bueno, ya que si bien mi historia pasada con aquel chico no fue del todo grata, se que en realidad es alguien amable.

Erick necesita tener un amigo aquí, además de Yoandri.

Porque... si vamos al caso, ¿realmente soy su amigo? Es decir, salimos a un parque de diversiones juntos, ya le he besado... ¿eso hacen los amigos?

Que yo recuerde, nunca he besado a Yoyo.

—¿Vas a estar todo el día en las nubes? —Escucho su voz delante de mí.

Miro al ojiverde sentado en la silla del otro lado del escritorio suspirar.

—Pff... ¿así le hablas a tu jefe? —Cuestiono.

Noto como se encoge de los hombros.

—¿Al mismo que me intentó comprar? —Contraataca.

Touché.

—Bien, tu ganas —Expreso, logrando que sonría—. ¿Qué necesitas?

El chico me mira con el ceño alzado.

—¿Yo? Fuiste tú quién me llamó —Expresa.

Alzo el ceño.

—¿Yo?

Noto como asiente con la cabeza y demoro un momento en recordarlo.

—Ohhh, ya —Inquiero.

He estado tan ocupado firmando contratos y ocupándome de que la empresa siga su proceso bien, que me he olvidado completamente de esto, a pesar de que realmente me importe.

Perfecto, Joel, estás quedando como un completo idiota justo enfrente del chico que te gusta.

Miro la mesa con comida justo en un sector de la oficina.

Erick alza el ceño y me levanto de la silla.

Me muevo hacia la mesa, colocándome en el sillón frente a esta.

Erick me sigue en silencio.

—¿No vas a comer? —Cuestiono, logrando que alce el ceño, y luego ría.

—¿Esta es tu maravillosa forma de invitarme a almorzar? —Pregunta, me mantengo en silencio.

Bueno, tal vez no fue la mejor.

Simplemente asiento con la cabeza, logrando que ría.

El chico simplemente se coloca en el sillón justo delante de mí y comienza a abrir la caja de pizza.

—¿Esto acaso cuenta como almuerzo? —Pregunta.

Bufo.

—¿Vas a comer o no? —Contrataco.

Le escucho reír.

—Sí —Sentencia, agarrando un pedazo.

Sonrío al instante, tratando de no mirarle mucho.