Capítulo 2

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Erick

Salgo de allí con el corazón acelerado.

Admito que a pesar de que me haya enojado su actitud arrogante, me gustó un poco el beso.

Maldito jefe sexy.

De todas formas, disfruté patearle en sus partes.

Llego a casa luego de caminar unas cuantas cuadras, a decir verdad no queda lejos de mi hogar, solamente que a la noche no es el mejor camino el que tomo para llegar, pero todo tiene una explicación lógica.

Es más rápido.

A penas entro mis padres me saludan sonrientes mientras miran algunos lugares para su viaje.

Sí, se irán por un mes y me dejarán solo.

Pero qué puedo decirles, no hay mejor compañía que la de uno mismo.

—Erick, hijo, ¿cómo te fue hoy? —Pregunta mi padre, finjo una sonrisa.

—¡Genial! —Digo, y luego cambio mi expresión en cuestion de segundos—. Mi jefe es un idiota.

—¿Joel? —Cuestiona, asiento y él ríe—. Es un buen chico.

—Me parece que tenemos definiciones distintas de buen chico —Contesto, papá ríe al igual que mamá.

—Erick, la gran mayoría de los chicos te caen mal —Dice mi progenitora, asiento.

—Es que ninguno es tan fabuloso como yo —Contesto, antes de irme a mi habitación, papá y mamá ríen al instante y continúan viendo hoteles.

Entro a mi habitación y el color amarillo en las paredes llama mi atención al instante, sonrío al ver un gatito en mi cama recostado y me coloco al lado de este.

—Hola, copito —Digo, oigo al gato maullar al instante y sonrío—. ¿Me extrañaste?

El gato comienza a ronronear ya que quiere mimos y me quedo un rato allí, acariciándolo.

Pasan los minutos hasta que me llaman desde la planta baja de la casa para ir a comer, lo hago y vuelvo a mi dormitorio.

Decido ducharme antes de acostarme y me quedo allí junto al felino viendo la luz de la luna por la ventana.

Al cerrar los ojos, recuerdo que mañana será un nuevo día, y probablemente otro en el cual mi querido jefe querrá comprarme.

Iluso.

—Hola, Erickin —Me saluda Christopher con una sonrisa en su rostro.

Sigo sin entender cómo Joel pudo tenerlo para luego simplemente desecharlo como si se tratara de basura, el chico es increíblemente hermoso, y por lo que veo es una buena persona.

Pero bueno, supongo que el dinero no le deja pensar con claridad.

—Hola, Chris —Respondo saludándolo antes de sentarme en mi escritorio.

Coloco mi USB y ahí es cuando lo noto.

En mi escritorio, cerca de la pantalla, hay flores.

—¿Quién me mandó flores? —Cuestiono, Christopher niega al instante.

—No tengo la menor idea, estaban allí cuando llegué, supongo que tienes algún admirador o admiradora secreta —Dice, río y niego.

—No los culpo, soy hermoso —Respondo, Chris ríe y se coloca en su lugar de trabajo.

Billion || JoerickWhere stories live. Discover now