Una cita con el destino (Kara Gip)

"Reencuentro del destino"

5 años después

Midvale

Restaurante "The Danvers"

Una canción de fondo se escuchaba, y un nuevo miércoles como cualquier otro parecía repetirse, y a un par de pasos de la cocina principal, la dueña de unas manos delicadas salvo que una de ellas portaba una gran cicatriz se hacía presente.

Un par de minutos limpiando unas mesas, otros minutos limpiando algunas sillas, y otros tantos ordenando uno que otro detalle que hubiese dejado al pendiente, y siempre con el optimismo de todos los días, con una gran sonrisa, y con la particularidad que la diferenciaba en todo Midvale, "Hoy será un gran día" se decía, de pronto el sonido del teléfono del lugar interrumpió las acciones de aquella rutina

- Buenos días, habla Kara Zor El - saludo Kara con una sonrisa

- Buenos días - respondió seriamente un hombre por el otro lado de la línea - es usted la responsable de Zor El, ¿Verdad?

- Si, así es - respondió la rubia

- Llamo del departamento de Administración del Sanatorio de Midvale - informó el hombre, la sonrisa de Kara se desdibujó en ese momento, cerró los ojos con cierta preocupación llevándose una mano al rostro, intuyo la razón de la llamada

- Sé que estoy un poco atrasada con los pagos - dijo Kara algo apenada - pero este fin de semana prometo pagar todas las cuotas atrasadas - aseguro, el hombre no comento nada, y ante el silencio, Kara decidió continuar - y sabe algo, mil disculpas por el inconveniente, yo... - el sonido de una llamada finalizada era lo único que se escuchaba, Kara entre abrió un poco la boca ante la insolencia de aquel hombre mientras miraba el teléfono - pero que personas tan mal educadas son, seguro ni padres tienen... - comento la rubia moviendo la cabeza en negación para luego colgar el teléfono, y cuando pretendía moverse hacia unas de las mesas de atrás, el sonido de la pequeña campana del local dio la señal de que alguien acababa de entrar

- Buenos días Kari... - dijo una Sam sonriente tras cerrar la puerta

- Buenos días Sam - respondió Kara al llegar junto a ella viendo después como Sam inclinaba su cabeza de lado con una sonrisa y con la mirada hacia abajo

- Y buenos días a ti también bizcochito - dijo Sam mirando hacia la entre pierna de la rubia, Kara sonrió un poco en ese momento para luego mover la cabeza mientras se acomodaba los lentes, y es que a pesar de estar acostumbrada a las bromas de su amiga desde hace unos tres años atrás, luego que un fin de semana decidieran ir a vacacionar junto a Alex para despejarse un poco del pueblo de Midvale, y que debido a su torpeza, Sam la descubriera como Dios la trajo al mundo en los baños del lugar, le seguía provocando mucha diversión todos aquellos comentarios respecto a sus partes bajas, porque para empezar todos y cada uno de los comentarios eran halagos y sin ningún tipo de malicia, probablemente poco inusuales y poco convencionales, pero es que ese era el efecto de tener a Sam Arias como amiga.

"Kari, ¿Por qué no le pones un nombre?, es de muy mala educación no darle uno, no le estas dando suficiente cariño", ¿Qué tal Karito?" fueron una de las primera veces que Sam se refirió a las partes íntimas de Kara, y también una de las primera veces que Kara se atraganto con el agua, y una de las tantas en las que Alex escupió toda su comida

- ¿Ahora es bizcochito? - le pregunto Kara a Sam mientras cruzaba los brazos y sonreía

- Pues que puedo decir, es mi forma de demostrar que te quiero mucho a mi manera claro está, mi querida amiga Kara Zor El, así que solo acepta los cumplidos que te doy - dijo Sam mostrándose algo arrogante y con una media sonrisa, Kara volvió a sonreír, desvió la mirada un momento y noto por la luna de la puerta que Alex caminaba hacia el establecimiento