Ven aquí, y ámame (BounPrem)~ Omegaverse

~ DIECISÉIS ~

Han pasado toda la mañana en casa viendo películas. Todas han sido elección del omega y para el alfa son aburridas. Tratan sobre amor y esas cosas. Boun sólo las aguanta porque a Prem le gustan y cuando las ve, no se está quejando de los dolores que el embarazo le ha dejado. Hoy cumplía los ocho meses y su estómago parecía querer reventar. Por la noche irían a casa de sus padres al Baby Shower, gracias al cielo Prem era buen actor e hizo como que sabía nada. Incluso lloró un poco para hacerlo más real.

Boun mete una mano dentro de la camisa de Prem, él está sobre su pecho, disfrutando el calor y la película. Acaricia su panza, sintiendo los movimientos que el bebé da. Bajo su mano, siente a Prem removerse incómodo. Va subiendo, con tal de sentir más a su bebé, pero el castaño le para.

- No lo hagas. – Dijo Prem.

- ¿Tocarte? – Boun pregunto sorprendido ante las palabras del castaño.

- Muy arriba. – Aclaro el pequeño.

- ¿Por qué? – El rubio frunce el ceño. – Siempre lo hago, ¿Por qué ahora no?

- Si, pero, ya no quiero.

- Tú tienes algo así dime ¿Qué pasa?

Prem niega con la cabeza, pegándose más de Boun, cruzándose de brazos sobre el pecho.

- Vamos Prem, puede decirme que pasa. – El rubio se estaba asustando por la actitud de su omega.

- Es vergonzoso, déjame. – Dijo el omega quitándole la mano al alfa, estaba realmente incomodo.

- ¿Es por el embarazo? – Pregunta el rubio, observando como el castaño asiente con la cabeza. – Entonces no es vergonzoso. – Le aclaró al omega.

- Boun... me da pena decírtelo. – Desvía la mirada, para que su alfa no le mirara su cara que se enrojecía lentamente.

- Amor, está bien, dime que pasa. – Acaricia su cabello de forma suave para darle confianza.

- Yo... yo... yo estoy usando de esos protectores para el pecho.... Tú sabes. – Dijo en forma tímida el omega.

- No sé. – Boun respondió haciéndose el desentendido del asunto, para molestar un poco al castaño, ya que le encantaba cuando este tenía sus mejillas rosadas por la pena.

- ¡Boun! – Prem chilla dándole un manotazo en el pecho al Alfa.

- Okay, okay. – El rubio se ríe de l actitud aniñada del castaño. - ¿Solo era eso?

- ¡Si!, es horrible. – las mejillas del castaño se tornan de un rojizo ardiente.

- Es tierno. – acaricia la cabellera del pequeño. – Y hasta es sexy. – Agregó regalándole una sonrisa tranquilizadora.

- No lo es y estoy harto, tengo ocho meses y casi no puedo ni respirar. – Se queja el castaño, ya que las últimas semanas se le estaban haciendo muy difíciles.

- Tenemos la cesárea programada en dos semanas, Prem. – Dice suavemente, soltando un suspiro.

- Estoy nervioso, no quiero que nada salga mal. – Prem estaba muy nervioso, quería que su bebé naciera sano y fuerte.

- ...No estás marcado. – Suelta el rubio en un jadeo.

Boun lo suelta, tomando asiento en la cama y tirando de sus cabellos.

- Tranquilo Boun. – Suaviza su voz, tratando de calmar sus nervios y así calmar a su alfa.

- Si no estás marcado puedes hasta morir Prem ¿Cómo voy a estar tranquilo? –