Jisung leyó eso y sus mejillas se calentaron. Mitad con vergüenza ya que nunca pensó de esa manera, a él solo le gustaba compartir a sus cantantes en historias, lo hacía feliz. La otra mitad fue con rabia. ¿Quién se creía el min.cacas para opinar so...
Cree que su boca se abrió en una gran "O", pero lo disimuló enseguida.
Observó el cuerpo de Jisung sobre los colchones de seguridad, quejándose.
—¿Estás bien, Ji?— llamó Hwang.
Jisung lloriqueó un poco y Minho rodó los ojos.
—Bueno, ¿Ya puedes salirte de los colchones de seguridad o esperas que te cargue?— preguntó algo cansado.
—Eres un puto egoísta, ni siquiera me preguntaste si estoy bien.— comentó el rubio parándose frente a él.
Avanzó un paso hacia el menor.
—Pues luces bien para mí— comentó el pelivioleta.
¿Uh? Eso sonó... Mal. Definitivamente.
Él menor sonrió.
—Oh, pues gracias. De igual forma ya lo sabía, cariño.
—No lo decía en esa forma, ni siquiera en tus sueños. Lo siento, “cariño”, pero no eres mi tipo. No me gustan los soplones, ni los fans obsesionados. — dijo Lee observando al otro.
—Oh. Así que eso es. ¿Lo hiciste por eso? Con que rencoroso, ¿Eh, Minho?— esta vez el menor avanzó un paso hacía él.— Además, es mi problema ser un fan obsesionado ¿O es que no puedes dejar de seguirme?
En silencio se observaron con notado enojo en sus facciones.
—Pierdete, Han.
—Con tal de no verte de nuevo, lo haré con gusto.
—Bien.
—Excelente.
El mayor cansado del rubio, sopló el silbato mirándolo fijo a los ojos.
—Muy bien chicos, todo por hoy. Los felicito, estuvieron muy bien.— Minho observó a toda la clase, luego hizo una mueca.— Bueno, la mayoría.— dijo antes de mirar a Jisung y girar en dirección a las duchas.
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Hyunjin suspiró por vez número diez desde que entró en las duchas.
Han no dejaba de quejarse sobre lo injusta que era su vida y lo odioso que era Minho con él, cuando él no había hecho nada malo. Sabía que mentía sobre lo último, pero solo eran detalles.
Ya vistiéndose con ropa nueva, cambió de tema, porque si él mismo volvía a mencionar a Minho, vomitaría hasta ver sangre.
—¿Irás a escucharnos hoy?— le preguntó a Hyunjin. El mayor asintió distraído.
—Sí, seguro. Tal vez lleve para hacer mis deberes mientras los oigo.— comentó terminando de atarse los cordones.
—Es en casa de Chan, sus padres no están por trabajo, así que ensayaremos ahí. Hoy hay una canción nueva.— le comentó mientras se ponía desodorante.
