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Stephanie no lo podía creer. ¿Cómo era posible que un cuerpo tan pequeñito como el de Peter tuviera tanta energía? Después de 4 meses cualquiera creería que ya se habría acostumbrado, pero la verdad era que no, pues no había podido visitarlos con la frecuencia que deseaba.

La primera vez que estuvo con ellos, con los Parker y los Stark, se sintió demasiado tímida, casi  como aquella chiquilla enfermiza que miraba las luchas, deseando un día ser tan fuerte como aquellas luchadoras, pero que se sentía intimidada por cualquier otro ser humano que no fuera su madre. May y Ben se sorprendieron en un principio al verla en la puerta de su hogar, pero luego la habían tratado cálidamente, tanto así, que ella no tuvo deseos de irse.

Tony... Tony había sido amable también al igual que su hijo. Ambos siempre parecían querer llenarle la boca de cuánto dulce tuvieran a la mano, y ella amablemente aceptaba. Hasta la fecha eran de esa forma. Steph comenzaba a amarlo. Y más se convencía al verlos a todos saltar de la emoción cuando veían a Bucky en la pantalla haciendo su movimiento especial. Era tan hogareño y casual que se estaba volviendo adictivo.

—Traeré más palomitas—dijo Tony, levantándose del sillón.

Steph lo siguió con la mirada. Cómo llevada por un impulso, también se puso de pie y fue tras él a la cocina.

Ben, May y Peter parecieron no darse cuenta por lo concentrados que estaban en la televisión.

—Es extraño ver a Bucky desde una televisión en una casa ajena—comentó Steph, al tiempo que sacaba un refresco del refrigerador.

Tony sonrió. El microondas fue puesto en marcha luego de que las palomitas estuvieran en su lugar.

—Creo que es más extraño verte aquí en lugar de por la tele—dijo Tony de manera inocente, pero luego, una sonrisa traviesa se marcó en sus labios mientras se acercaba lentamente a la luchadora—. Es como si mis sueños se hubieran hecho realidad y te pusieran frente a mí para mí deleite.

Steph se atragantó con su soda. Miró a Tony y el muy maldito se estaba riendo de ella. En un arranque de valentía, tomó a Tony por la camisa y lo acercó a ella, atrapando sus labios con los suyos.

Tony no se movió debido a la sorpresa. Su corazón estaba latiendo desbocado. Cuando Steph lo soltó, solo se encontró con su sonrisita altanera antes de perderla al verla regresar a la sala.

***

Ahora Tony no podía dejar de besarla.

Se habían despedido de Ben y May cuando las luchas terminaron. Cruzaron la calle hasta la casa de los Stark. Stephanie se quedó en la planta baja mientras esperaba a que Tony dejara a Peter en su cama, pues este se había dormido en casa de sus vecinos.

Cuando Tony regresó, los ojos de Steph brillaban de emoción. No podía explicar lo bien que se sentía estando con él. Tony era increíble y con solo mirarla, le provocaba muchísimas reacciones que jamás había experimentado.

—Yo... Tengo que irme—dijo ella.

Tony asintió. Ambos salieron de la casa y se acercaron a la moto de Stephanie que esperaba por ella.

Antes de que ella dijera cualquier cosa, Tony ya la estaba besando. Y después de varios minutos, no podía dejar de hacerlo. Sus manos se aferraba a sus caderas y las de ella se enredaban torpemente en su cuello y en su cabello. Tony sentía su cuerpo vibrar de emoción, sentía que le costaba trabajo respirar pero no deseaba separarse de esos adictivos labios. Al menos fue así hasta que fue totalmente necesario separarse.

—No podías besarme y simplemente irte sin tener consecuencias—dijo Tony, agitado.

Stephanie río un poco, juntando su frente con la de Tony.

—De haber sabido que estas serían las consecuencias, lo hubiera hecho mucho antes.

—Por Tesla—Musitó Tony con emoción, volviendo a atacar los labios ajenos.

Stephanie sentía que se estaba quemando de dentro hacia afuera. Tony era tan cálido, tan... No sabría describirlo, era arrebatador. Sus manos morían por tocar más además de su pecho, sus brazos, su cabello...

—Eres hermosa—susurró Tony en medio de pequeños besos.

Stephanie finalmente se separó y miró a Tony a los ojos.

—Tengo que irme.

Tony no trató de detenerla. Aunque ardía de deseo, sabía que pedirle que se quedara sería algo muy apresurado. Quería hacer las cosas bien. Por primera vez en su vida, quería llevar las cosas con calma en lugar de simplemente meterse entre sus piernas, aunque también eso era algo que deseaba hacer.

—De acuerdo. Ten cuidado—Dijo él, robándole un último beso antes de que ella se pusiera el casco.

Stephanie solo dijo adiós con su mano, encendió su moto y salió de aquel condominio que poco a poco se estaba convirtiendo en su hogar.

Un vez que perdió a Steph en la distancia, Tony bajó su mirada, encontrando a su amigo todavía emocionado por lo que había sucedido. Suspiró derrotado, pensando en que necesitaría una ducha fría antes de irse a dormir. Esa rubia iba a terminar matándolo. Estaba totalmente perdido.

Fanáticos De Las Luchas (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora